Tras la
publicación de “Elysium” nos encontramos con la noticia de que Pet Shop Boys
abandonaban Parlophone, su sello de toda la vida, para iniciar una nueva etapa
con un sello propio, x2, y distribución a través de Kobalt Label Services, un
detalle que no debería tener importancia pero que revela un deseo de adaptación
a los nuevos tiempos que, de ninguna forma, pueden seguir basándose en el
modelo que funcionaba veinte años atrás. Recordamos que cuando apareció
“Elysium”, muchos especularon con el tono de despedida, de retirada, que tenía
todo el trabajo. Ahora sabemos que era cierto pero no en el sentido que muchos
anticiparon. Para ayudarles a definir el sonido de esta nueva etapa, Pet Shop
Boys recurren al afamado Stuart Price, el hombre que estaba detrás de Les
Rythmes Digitales, aquel invento que tuvo cierta fama con su “Jacques Your Body
(Make me Sweat)” utilizado en un popular anuncio televisivo de Citroen y que
alcanzó su mayor popularidad trabajando con Madonna.
Hacía un tiempo
que se escuchaban rumores acerca de la próxima aparición de un disco de Pet
Shop Boys dedicado exclusivamente a música de baile y parece que el dúo iba a
aprovechar el cambio de compañía para jugar esa carta, apuesta segura viniendo
de quienes venía y una buena forma, a poco que se dieran bien las cosas, de
comenzar con buen pie la nueva etapa. Se comentó que el nuevo disco era un
proyecto casi en solitario de Chris Lowe como había ocurrido en el pasado con
trabajos como “Relentless”, el disco que acompañaba la edición especial de
“Very” y la premura de su lanzamiento, así como la escasez de textos en el
nuevo trabajo parecían confirmar esa idea.
“Axis” – Una
breve introducción de efectos electrónicos sobre la que comienza a dibujarse
una insistente secuencia conforma la apertura del primer tema del disco que,
enseguida, se revela como un poderoso tema dance de raíces ochenteras y
pegadiza melodía. Todo un cañonazo que no hace sino confirmar la línea que va a
seguir todo el disco. Según parece, el tema tiene sus orígenes en 2011 pero, a
pesar de la gran actividad del dúo en estos últimos años, hasta “Electric” no
encontraron un lugar adecuado en el que ubicarlo. Sin duda, una introducción
potente y muy acorde con el resto del disco.
“Bolshy” – Una canción extraña. Pegadiza como pocas a pesar de no parecerlo en las primeras escuchas. En lo musical, el dúo utiliza muchos elementos procedentes de la música dance de los noventa (ese piano a lo “Pump Up the Jam” de Technotronic, por ejemplo). Extrañamente para lo que suele ocurrir con las canciones del dúo, los textos son intrascendentes en su mayoría y la referencia del título (“bolshy” es el término más o menos coloquial para bolchevique) no termina de encontrar sentido a lo largo de la canción que es, vaya usted a saber por qué, una de nuestras favoritas del disco.
“Love is a Bourgeois Construct” – Llegamos a uno de los
momentos más controvertidos del disco. Adelantemos que está siendo un single de
éxito y que probablemente será recordado como un bombazo del tipo de “Go West”.
Sin embargo, la adaptación que el dúo hace de el tema de Henry Purcell
popularizado por Michael Nyman en su banda sonora de “The Draughtsman’s
Contract” no nos parece particularmente acertada. El texto, en cambio, acude a
salvar la canción ya que en el recuperamos la cara más ácida y cínica del dúo,
lo cual es siempre muy de agradecer: “cuando me dejaste, me hiciste un favor /
ahora tengo clarísimo / que el amor es un invento burgués / como nos contaron
en la universidad”.
“Fluorescent” – Otro de los cortes que están destinados a
arrasar en las pistas de baile es éste en el que, con una fuerte influencia de
los Visage de “Fade to Grey” en uno de los riffs principales (reconocida por los
propios Pet Shop Boys). El tema encajaría a la perfección en cualquiera de los
discos del dúo más centrados en música de baile o remezclas como son los
pertenecientes a la a serie “Disco”.
“Inside a Dream” – Uno de los temas más intrascendentes del
disco, tiene un regusto a descarte antiguo. Los arreglos , por ejemplo, podrían
haber aparecido en cualquiera de los LPs del dúo en los ochenta a pesar del
maquillaje actual de las percusiones y las partes rítmicas. Probablemente sea
una pieza que funcione en la pista de baile pero, particularmente, no nos
aporta gran cosa.
“The Last to Die” – Después de hacer versiones de U2 o Elvis,
no sorprende tanto que el dúo se atreva con vacas sagradas del rock y en esta
ocasión se lanzan a la piscina con la canción “Last to Die” de Bruce
Springsteen. El original del “boss” se basa en una declaración de John Kerry
declarando ante una comisión sobre la guerra de Vietnam en 1971 en calidad de
veterano: “how do you ask a man to be the last man to die for a mistake?”.
Springsteen utiliza esa referencia en 2007 para trasladar la misma cuestión a
la guerra de Irak y los integrantes de Pet Shop Boys la hacen suya en este
homenaje lleno de fuerza y con mucho potencial como single.
“Shouting in the Evening” – Llegamos a otro de los cortes
exclusivamente destinados a la pista de baile y sin mayor ambición.
Evidentemente, es este un terreno en el que Pet Shop Boys se mueven con total
soltura pero en esta pieza nos da toda la impresión de que se limitan a
realizar una tarea de aliño.
“Thursday” – Acercandonos al final, tenemos una de las
canciones que mejor recepción ha tenido de todo el disco. Comparada, no sin
cierta razón y salvando las distancias, con el clásico “West End Girls”,
especialmente en el apartado de los arreglos, es una canción correcta que parte
de un instrumental de Chris Lowe que se encontraba guardado en alguna
estantería en espera de una oportunidad para ver la luz. En el tramo final
podemos escuchar al rapero británico Example hacer una breve intervención.
“Vocal” – Cerrando el disco tenemos otro de los singles del
mismo, una potente pieza bailable escrita, como buena parte del resto del
trabajo, durante las sesiones de “Elysium”. Neil y Chris hacen un uso intensivo
de sonidos tópicos, utilizados hasta el hartazgo en toda la música dance de los
últimos años hasta el punto que, de no ser por la inconfundible voz de Neil,
“Vocal” podría pasar por una pieza de cualquier mediocridad de las que abundan
en ese género lo cual dice bastante poco del dúo en esta ocasión.ç
Nos ha cogido por sorpresa, todo hay que decirlo, la publicación de un nuevo disco de Pet Shop Boys estando tan reciente el anterior “Elysium” y queremos entender que “Electric” es uno de esos trabajos de transición, como lo fueron “Disco” (en cualquiera de sus cuatro volúmenes) o “Introspective”, discos todos ellos en los que el dúo aprovechaba para dar rienda suelta a músicas más bailables que de costumbre. Tomándolo de este modo, “Electric” podría pasar por ser un disco más o menos interesante. Si lo comparamos con sus LPs más convencionales, en nuestra opinión es un paso atrás, precipitado e innecesario. El buen funcionamiento del mismo en las listas de ventas y en las radios de medio mundo, sin embargo, viene a confirmar lo desacertado de nuestro criterio. Con todo, el disco más flojo de Pet Shop Boys contiene momentos que merecen la pena por lo que, si a pesar de nuestra opinión más bien negativa del mismo, queréis haceros con el disco, os dejamos los enlaces habituales: