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domingo, 18 de enero de 2015

Les Metaboles - Mysterious Nativity (2014)



Recientemente cayó en nuestras manos uno de esos clásicos lanzamientos navideños que proliferan en todo tipo de músicas. El disco llamó nuestra atención desde la estantería de la tienda como ocurre de vez en cuando y sin motivo aparente. Al tomarlo en nuestras manos y comprobar su pertenencia al sello Brilliant Classics y que el repertorio era estrictamente contemporáneo (tres de los cinco compositores presentes están vivos y los dos restantes falleceron en 1998), no pudimos resistirnos a dejarlo allí.

Hay muchos otros aspectos que nos llamaron la atención sobre el disco. Los intérpretes son los miembros de Les Metaboles, un coro francés dirigido por Leo Warynski pero los compositores escogidos proceden en su totalidad de la extinta Unión Soviética. Es música religiosa, navideña en su mayoría pero bajo el punto de vista de la fe ortodoxa, practicada por todos los autores presentes en la grabación lo que nos aporta un punto de vista diferente al convencional en nuestro mundo occidental. Les Metaboles es una agrupación vocal muy reciente (no llegan aún al lustro de vida) que, tras varios años de ensayos e interpretaciones en directo cantando en importantes festivales y junto a reconocidas orquestas, nos ofrecen aquí su primera grabación.

Les Metaboles


El primer compositor que se asoma por el disco es el ruso Georgy Sviridov. Muy poco conocido fuera de la Unión Soviética, su música, especialmente la coral, fue muy popular en su país. Se le califica como neorromántico y lo cierto es que su obra parece estar al margen de las vanguardias de principios del siglo pasado y es profundamente tonal. Falleció en 1998.



“Mysterious Nativity” – La composición de Sviridov sirve para dar título a todo el album y es una profunda pieza en la que encontramos lo que podría ser un antecedente de la música coral de otros artistas posteriores como Arvo Pärt. Es meditativa pero con momentos puntuales de gran brillantez. Toda la serenidad de la música de la Europa oriental condensada en una preciosa composición de apenas cinco minutos.

Continuamos con una de las obras más importantes del repertorio coral de Arvo Pärt, compositor de sobra conocido por los lectores del blog.

“Magnificat” – Escrita en la época central del surgimiento del “tintinnabuli” como estilo principal de la música de Pärt, la interpretación de Les Metaboles nos ofrece una visión extraordinaria de la obra. Acostumbrados como estamos a versiones por parte de coros menos numerosos como la Hilliard Ensemble, que le dan a la pieza un regusto más cercano a la música antigua, la fuerza de la agrupación dirigida por Warnynski eleva a otra categoría la partitura de Pärt.

El siguiente autor es el jovencísimo Dimitri Tchesnokov (nació en 1982) y es un consumado pianista además de compositor. Su ya extensa obra incluye todo tipo de formatos desde piezas sinfónicas a composiciones para arpa, pasando por obras corales y cuartetos de cuerda. Aquí nos ofrece sus “Three Sacred Songs, Op.43”:

“No.1 De Profundis” – Siendo música de carácter litúrgico como casi toda la presente en el disco, hay una serie de puntos comunes en todas las composiciones del mismo. Dentro de esos parámetros, esta primera canción tiene un mayor dinamismo melódico y hace un muy equilibrado uso del coro, compensando a las mil maravillas los recursos masculinos y femeninos del mismo.

“No.2 Miserere” – Algo más breve que la anterior, la segunda canción es también más meditativa y cercana en momentos puntuales a la música renacentista. Sin embargo, las sutiles polifonías que podemos escuchar son deudoras de la música tradicional de las antiguas repúblicas soviéticas (Tchesnokov es de origen ucraniano).

“No.3 Pater Noster” – Quizá sea ésta la más interesante de las tres canciones ofrecidas aquí por el compositor que muestra una gran capacidad para conjuntar melodías y armonías de gran belleza en apenas tres minutos.

Seguimos el viaje ahora de la mano del lituano Vytautas Miskinis, compositor cuya obra se centra en la música coral y que, por tanto, se desenvuelve con soltura en el formato que hoy nos ocupa.

“O Salutaris Hostia” – La pieza es muy compleja y en ella encontramos desarrollos armónicos de gran belleza y serenidad, con largas notas sostenidas combinados con una especie de alegre algarabía que subyace en segundo plano en la que nos parece ver el rastro de un Gyorgy Ligeti. Muy notable y sorprendente la aportación de Miskinis al disco, sin duda.

Volvemos a encontrarnos a Dimitri Tchesnokov, esta vez con una composición unitaria: “Ave Verum Corpus, Op.67”. Algo más simple que las piezas anteriores de su autor, podemos encontrar en esta composición una fuerte influencia de Arvo Pärt, figura que se nos antoja monumental a estas alturas en un campo como el de la música religiosa (y particularmente la coral) en las últimas décadas.



Llega el turno ahora para Alfred Schnittke, compositor cuyo reconocimiento parece haber bajado un poco desde su fallecimiento en 1998. Entonces muchos le tenían por una de las grandes figuras de las últimas décadas pero hoy en día encontramos que comienza a discutirse alguno de sus méritos. Escuchamos aquí sus “Tres himnos sacros”. El primero, “Bogoroditse, devo, raduysya, Blagodotnaya Marie” es muy breve y repasa un texto habitual en la liturgia que el propio Pärt también ha llevado a las partituras. Nos quedamos con el segundo, “Gospodi lisuse”, repetitivo y solemne, concebido como un intenso “in crescendo” de una belleza poco convencional. Cerrando el tercero, tenemos “Otche Nach”, preciosa composición en la que el coro demuestra un nivel de brillantez extraordinario.



Cierra el disco una composición del mismo músico que lo abría, Georgy Sviridov. “Sviatyï Boje” nos recuerda algo al estilo de otro compositor atraído por la liturgia ortodoxa como fue John Tavener, aunque con un trámite algo más colorista en favor de Sviridov.

La primera grabación de Les Metaboles, “Mysterious Nativity”, no es un disco para todos los oyentes ni siquiera para todos los momentos pero no podemos dejar de recomendarlo porque, en su estilo, es un joyita de esas a las que hay que volver de vez en cuando. Su precio, al pertenecer al catálogo de Brilliant Classics no debería ser un impedimento para cualquier oyente interesado por lo que tendríais que buscar otra excusa si sois amantes de la música coral contemporánea y dejáis pasar este trabajo. Como siempre, podéis encontrar el disco en los enlaces de costumbre.

amazon.es

amoeba.com

Nos despedimos con una versión en directo del "Pater Noster" de Tchesnokov:

miércoles, 17 de julio de 2013

Kronos Quartet - Winter Was Hard (1990)



Si existe una formación que, partiendo de la llamada música culta, ha alcanzado una categoría y popularidad equiparable a la de muchas estrellas del rock, esa es, sin duda, el Kronos Quartet. Formado en 1973 por David Harrington, violín principal del cuarteto, se han destacado siempre por arriesgar al máximo con su repertorio abarcando estilos minoritarios dentro de la música de cámara e incorporando a la misma, sonidos y estilos que nunca habríamos pensado en escuchar en una sala de conciertos.

Aunque siempre han tenido un ojo puesto en la música clásica contemporánea y no es raro que a primera vista se les relacione con la corriente minimalista, el jazz y todo tipo de folclores han formado parte de sus discos y conciertos de modo que en su discografía podemos escuchar igualmente a Glass, Reich o Riley de la mano de Thelonius Monk o Bill Evans, Astor Piazzolla, Henryk Gorecki o Kevin Volans pero también músicas más insospechadas como la de Sigur Ros, Jimi Hendrix o Nine Inch Nails. Poco a poco se han ido construyendo un nombre y buena prueba de ello son los más de 800 cuartetos y arreglos para cuarteto que han encargado en estos años y la gran cantidad de obras que los compositores más renombrados de la actualidad han escrito específicamente para ellos. Sobre el escenario, el Kronos Quartet es una delicia. Ajenos a los convencionalismos, pueden aparecer en bermudas y con camisa hawaiana si se tercia pero cuando la luz se apaga, ¡ay amigos! Entonces muy pocos se fijan ya en la vestimenta. Aprovechamos estos días en que el grupo celebra su cuadragésimo aniversario para dedicar la entrada a uno de sus discos más impresionantes, publicado en 1989 por la formación más longeva del cuarteto en todos estos años: David Harrington y John Sherba (violines), Hank Dutt (viola) y Joan Jeanrenaud (violonchelo) con ayudas puntuales en alguna de las piezas del disco de las que hablaremos en su momento. En “Winter Was Hard” vamos a encontrar una combinación de compositores realmente original por sus estilos y procedencias, absolutamente diferentes y con poca relación entre ellos.

Imagen de la formación que participa en el disco

“Winter Was Hard, Op.20” – El San Francisco Girls Chorus dirigido por Elizabeth Appling y por Earl L. Miller al órgano son los principales intérpretes de esta breve pieza del finlandés Aulis Sallinen. En ella escuchamos elementos folclóricos con un toque contemporaneo muy al estilo de otros músicos como Arvo Pärt.ç



“Half Wolf Dances Mad in Moonlight” – La segunda pieza del disco se corresponde con un extracto de una obra comentada en el blog tiempo atrás: “Salome Dances for Peace” de Terry Riley. Se trata de un monumental cuarteto de cuerda de una duración próxima a las dos horas del que aquí escuchamos un fragmento. La relación de Riley con el Kronos quartet ha dado grandes frutos y la grabación de esta obra es uno de los más destacados.

“Fratres” – Si Riley es de sobra conocido por los lectores del blog, ¿qué decir entonces de Arvo Pärt? El compositor estonio aparece representado en el disco por una de sus obras más conocidas: “Fratres”. Como es sabido, no existe una orquestación fija para interpretar esta pieza existiendo versiones para quinteto de cuerda, quinteto de vientos, violín y piano, orquesta y percusión y un sinfín de combinaciones que no restan un ápice de calidad y emotividad a una obra maravillosa. La reescritura de la pieza para cuarteto de cuerda fue la quinta revisión de la misma realizada por el propio Pärt y, probablemente, es en este disco en el que aparece grabada por primera vez (aunque este aspecto no es fácil de confirmar).

“Six Bagatelles, Op.9” – Retrocedemos unos años en el tiempo para encontrarnos con esta obra de juventud del austriaco Anton Webern, uno de los más representativos miembros de la Segunda Escuela de Viena. La elección de la obra tiene algo de sorprendente puesto que estas bagatellas no pasan por ser parte de las creaciones más representativas de su autor e, incluso, para algunos críticos, son un trabajo no del todo depurado.

“Forbidden Fruit” – La paz y tranquilidad que parecían reinar hasta ahora en el disco saltan por los aires en los primeros segundos de la pieza del norteamericano John Zorn que obliga al cuarteto a estirar al máximo las posibilidades expresivas de sus instrumentos. Zorn es una de las voces más arriesgadas de la música contemporanea y abarca un buen número de estilos ademar de haber inventado algunos nuevos. No es casual que, al margen de su aportación al disco como compositor, Zorn sea también uno de los productores. La pieza tiene muchos puntos en común estilísticamente hablando con algunas obras de John Cage con las que comparte el uso del “collage” y la aparición de un DJ (Christian Marclay) manejando los platos. La otra participación ajena al Kronos Quartet de la de Ohta Hiromi en las voces. “Forbidden Fruit” fue incluida anteriormente en el disco de Zorn de 1987 “Spillane” y con su aparición en “Winter Was Hard” el cuarteto reivindica su participación en la pieza.

“Bella by Barlight” – John Lurie tiene una carrera muy extensa tanto en su faceta de actor (ha intervenido en películas como “Paris, Texas”, “La Última Tentación de Cristo” o “Corazón Salvaje”) como de músico, primero con los peculiares Lounge Lizards y más tarde en solitario dedicado a las bandas sonoras. Por si esto fuera poco, también es pintor y su obra se expone en alguno de los museos más renombrados, incluyendo el MOMA. La pieza que el Kronos escoge para el disco es parte de la banda sonora de la película de Jim Jarmusch “Stranger Than Paradise”, protagonizada por el propio Lurie.



“Four, for Tango” – Llegamos a uno de nuestros momentos favoritos del disco que es la excepcional composición del argentino Astor Piazzolla, encargada por el propio Kronos Quartet al músico. La forma en la que el cuarteto se adapta a la sinuosa música del genio marplatense es magistral y demuestra que la versatilidad de la formación no conoce fronteras estilísticas.

“Quartet No.3” – Alfred Schnittke es uno de los más interesantes compositores que surgieron de la antigua Unión Soviética y sólo su pobre salud, que le obligó a pasar largas temporadas postrado en cama (llego a estar un tiempo en coma en 1985 siendo practicamente desahuciado por los médicos pero se recuperó y siguió componiendo), ha evitado que su obra sea aún más extensa. A pesar de todo, dejó un buen número de sinfonías y obras de cámara realmente sobresaliente. El tercer cuarteto de cuerda de Schnittke es una obra apasionada y expresiva que contrasta con el carácter supuestamente frío de la escuela soviética y la interpretación del Kronos es sobresaliente. Años después, el cuarteto se animaría a grabar la integral de la obra de Schnittke para este formato (sus cuatro cuartetos más una serie de canciones y una breve pieza dedicada a Stravinsky) y en ese doble CD se incluiría, una vez más, esta grabación que hoy comentamos.

“Adagio” – El “Adagio” de Samuel Barber forma parte ya de la memoria sonora del siglo XX y pocas personas habrá que no lo reconozcan al sonar sus primeras notas. Quizá no sean tantos los que sepan que la pieza no nació para ser interpretada por una gran orquesta, como suele hacerse, sino como el segundo movimiento del “Cuarteto de Cuerda, Op.11” del compositor americano. Fue Toscanini el responsable de su estreno en 1938 aunque en arreglo orquestal fue realizado por el propio Barber unos meses después de completar el cuarteto, consciente del evidente potencial dramático de la composición. Tratándose de una grabación del formato original de la obra, creemos que el Kronos Quartet podría haber interpretado el cuarteto completo y no sólo el movimiento central pero, en cualquier caso, la obra y la versión siempre merecen la pena.

“A Door is Ajar” – Cerrando el disco tenemos una miniatura de autor desconocido que en los créditos aparece como composición tradicional. En realidad, consta del sonido del viento soplando, un brevísimo tema musical y una voz robótica que dice “a door is ajar” y, tras un portazo, “thank you”.

El título de la última pieza (una puerta entreabierta) nos parece la mejor descripción posible para el disco en su conjunto. El Kronos Quartet nos abre una puerta hacia una serie de músicas de diversas procedencias con una característica en común: un atractivo casi ineludible. Elaborado guardando un delicado equilibrio entre música con un cierto potencial comercial (Pärt, Barber) y otra realmente minoritaria Harrington y compañía consiguen cuadrar un disco que creemos imprescindible para aquellos melómanos con inquietudes por todo tipo de estilos y que, probablemente, funciona mejor en su función de “puerta entreabierta” por la que asomarse al mundo de compositores con los que no nos atrevemos directamente a través de discos monográficos que como obra cerrada de la que disfrutar continuamente con escuchas reiteradas y es que sabemos que cuando uno cae presa de la atracción de músicos como Pärt o Piazzolla no se conforma con escuchar piezas sueltas en recopilatorios. En cualquier caso, os dejamos los habituales enlaces en los que adquirir el disco:



Para despedirnos, os dejamos al Kronos en directo interpretando "Four, for Tango".

domingo, 1 de mayo de 2011

Arvo Pärt - Tabula Rasa (1984)


Días atrás hablamos aquí de Arvo Pärt y, especialmente, de dos composiciones como eran "Fratres" y "Cantus in Memory of Benjamin Britten". Puede extrañar por tanto que volvamos a la carga con otro disco del mismo compositor en el que se recogen de nuevo ambas piezas. Se trata en este caso de una publicación de 1984 en el prestigioso sello alemán ECM. En las últimas cuatro décadas, el sello alemán se ha abierto un hueco en el panorama de la música clásica, contemporanea y en el jazz convirtiendose en una referencia en cuanto a la calidad de las grabaciones y los intérpretes. En 1984 lanzó la etiqueta ECM New Series precisamente con esta grabación que os dejamos aquí.

Junto con las dos magníficas obras ya citadas ("Fratres" en dos versiones distintas), encontramos la que dá título al disco. Los intérpretes son magníficos en todos los casos. Siempre es una delicia escuchar el violín de Gidon Kremer, el piano de Keith Jarrett y la curiosidad de escuchar a otro grande de las últimas décadas como Alfred Schnittke participando como intérprete en la obra central del CD.

Recomendamos encarecidamente esta grabación desde la seguridad de que ningún melómano se va a arrepentir de darle una oportunidad.

Como siempre, un par de sitios para adquirir el trabajo:

ECM Shop

amazon.com

Una muestra del primer movimiento de Tabula Rasa, Ludus: