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miércoles, 29 de octubre de 2014

Peter Gabriel - So (1986)



Tras una serie de discos notables en solitario, todos ellos publicados con su nombre como único título visible, Peter Gabriel sorprendió en 1986 con la publicación de “So”, uno de los grandes discos de la década y, con toda probabilidad, el mejor de su brillante carrera hasta aquel momento. Fue, además, una verdadera superproducción en la que el cantante se rodeó de un grupo de músicos impresionante, una nómina de tal calado que parecía imposible de reunir de nuevo (hoy sabemos que no fue así ya que posteriores trabajos de Gabriel juntaron grupos humanos del mismo potencial).

Quiso el destino que en aquel 1985 se dieran las circunstancias idóneas que suelen rodear el nacimiento de las obras maestras. Gabriel contaba con un grupo de canciones notables, con un productor como Daniel Lanois en estado de gracia. Los primeros pasos de la creación del disco los dieron el propio Gabriel junto con Lanois nada más terminar la banda sonora de “Birdy”. A las sesiones se incorporó el guitarrista habitual del antiguo líder de Genesis, David Rhodes. Con gran parte del disco moldeado ya por el trío, fueron añadiéndose otros artistas de altísimo nivel como Tony Levin (bajo), Jerry Marotta (batería), Manu Katche (percusiones), Stewart Copeland (batería) o L. Shankar (violín). A pesar de lo trabajado de las sesiones de grabación, el disco en su forma final tenía poco que ver con lo planeado sólo un par de días antes de su finalización. El single más popular de “So”, “Sledgehammer” se grabó a última hora cuando todos creían que el trabajo estaba concluido e, incluso, buena parte de los instrumentos habían sido guardados. Otro de los cortes del disco apareció en el mismo gracias a un cambio de opinión de Gabriel 48 horas antes de mandar el master a la discográfica.

Nada hacía sospechar escuchando el resultado que algunos aspectos del disco habían estado tan en el aire instantes antes de su finalización porque la calidad del trabajo es extraordinaria. Daniel Lanois lo citaba recientemente como una de las producciones de las que más orgulloso se siente y lo cierto es que cada sonido, cada detalle, está cuidado al máximo como ocurre en prácticamente todos los trabajos firmados por Gabriel. Además de los citados anteriormente, participan en el disco los siguientes músicos: Chris Hughes (programaciones), Wayne Jackson (trompeta), Mark Rivera (saxos), Don Mikkelsen (trombón), Richard Tee (piano), Simon Clark (teclados), Kate Bush (voz), Larry Klein (bajo), Youssou N’Dour (voz), Nile Rodgers (guitarras) o Laurie Anderson (voces).

El tracklist que comentamos es el incluido en las reediciones en CD de la discografía de Gabriel de 2002, diferente del original en vinilo en cuanto al orden de algunos cortes,  especialmente de “In Your Eyes”, concebida para cerrar el disco pero situada al comienzo de la cara B del vinilo porque su línea de bajo era más adecuada para sonar en la parte interior del surco en la que la aguja disponía de mayor espacio para vibrar que en el borde exterior. Hasta ese punto llegaba el nivel de detalle con el que Gabriel cuidaba el producto final.

Fotograma del videoclip de "Sledgehammer"


“Red Rain” – El inconfundible estilo del batería de The Police, Stewart Copeland nos recibe en el inicio de una canción poderosa, con percusiones más que notables y una producción exquisita sobre la que Gabriel canta mejor que nunca. Si hay algo que nos fascina de los discos del artista es ese afán de perfección que destilan todas y cada una de las canciones, con cada instrumento ocupando el lugar justo sin que sobre nada. En este caso, sí que es cierto que las partes electrónicas suenan un tanto tópicas, en el sentido de que es fácilmente identificable la época a la que pertenecen (ese omnipresente Fairlight marcó una época) pero en ningún modo desentonan y la pieza suena hoy tan bien como lo hacía casi 30 años atrás.



“Sledgehammer” – Una de las canciones más populares de la discografía de su autor es la enérgica “Sledgehammer”, un auténtico cañonazo marcado por los metales, en especial la trompeta, que ejecutan un estribillo que cualquiera podría reconocer sin esfuerzo. El tema, por lo demás, rezuma sensualidad tanto en los poco disimulados dobles sentidos de la letra como en la guitarra funky que suena a lo largo de todo el tema o en el truculento ritmo continuo que tiene mucho en común con la versión de Joe Cocker del “You Can Leave Your Hat On” que adornaba el mítico strip-tease de Kim Bassinger en la película “Nueve Semanas y Media”, estrenada apenas 3 meses antes de la publicación del disco de Gabriel (que, sin embargo, había sido terminado antes del estreno del film). Mención aparte merece el videoclip de la canción, ampliamente premiado en su momento.



“Don’t Give Up” – A pesar de la fama de los dos cortes anteriores, nosotros nos quedamos sin dudarlo con la sensacional balada que les sucedía en el orden del disco. En ella, Gabriel a dúo con Kate Bush interpretan un emocionante tema en el que se combinan los sonidos más ambientales y exquisitos con ritmos tribales pausados en una producción que delata la mano de Daniel Lanois en segundo plano. Llama la atención cómo ambos vocalistas, Gabriel y Bush, tan dados en muchos instantes a la exageración, se muestran aquí elegantemente comedidos hasta certificar una obra maestra de las que se dan una vez cada mucho tiempo a la que sólo le podemos poner el “pero” de su extraña coda final con el bajo dibujando una melodía que no termina de encajar con el resto.



“That Voice Again” – Si antes hablábamos de sonidos típicamente ochenteros en algún momento, ésta canción está llena de los mismos, especialmente en la parte que se refiere a los teclados y sobre todo en la introducción. Más tarde el tema evoluciona hacia algo que podía recordarnos a los últimos Police (aunque, curiosamente, Copeland no toca aquí) pero siempre con el sello de Gabriel dominándolo todo. No llega al nivel de otras canciones del disco pero sigue siendo una buena canción.

“Mercy Street” – El comienzo más atmosférico de todo el disco va dejando entrever trazas de ritmos africanos que van formando la estructura de una canción memorable en la que la voz invitada de Youssou N’Dour se mezcla con la de Gabriel de un modo magistral. Un dúo construido con el gusto del mejor de los orfebres en el que ninguno de los cantantes interfiere con el otro en busca de un protagonismo absurdo, complementándose a la perfección. Una joya que pasó desapercibida por la gran cantidad de buenas canciones que reunía el trabajo.

“Big Time” – Otro de los singles del disco, que combina la energía y muchas de las características de la producción de “Red Rain” y “Sledgehammer” aunque sin la sección de metales de ésta última. Un tema sólido y convincente con un Gabriel cómodo en registros que domina a la perfección y unos coros femeninos pegadizos como los que estaban en boga en muchos otros éxitos de la época.

“We Do What We’re Told (milgrom’s 37)” – No hay mucho espacio para la experimentación en este disco, contrariamente a lo que ocurría en los anteriores del autor. Quizá uno de los pocos temas que rompe esa tendencia es este cuasi-instrumental con aire de himno en el que una serie de ritmos orgánicos se combinan con los sintetizadores para elaborar una atmósfera fantástica y llena de misterio. Notable alto.

“This is the Picture (excellent birds)” – No es extraño en Gabriel este tipo de intercambios en los que su participación en un disco ajeno trae aparejada la del otro artista en suyo propio. En 1983 Gabriel intervino en el disco “Mister Heartbreak” de Laurie Anderson y ahora la artista neoyorquina le devuelve la cortesía colaborando en este tema en el que se intercala la composición propia “Excellent Birds” que formara parte de aquel trabajo.

“In Your Eyes” – Cerrando el disco encontramos otra magnífica canción de influencia africana, como gran parte del disco. Destacamos en especial, y somos reiterativos en este sentido, la producción de la pieza, superlativa en todos los aspectos, que nos permite disfrutar de un espectáculo de percusiones y voces, especialmente en el tramo final, que nos dejan con el mejor de los sabores de boca posibles.

Hay ocasiones en las que la comercialidad de un disco va ligada a su calidad, aunque muchas veces parezca que el hecho de que un trabajo triunfe a nivel popular sea un raro estigma a los ojos de los aficionados. Sin duda, “So” es un ejemplo de esto que afirmamos: un trabajo excelente de principio a fin que, sin embargo (y nótese aquí el punto cínico) triunfó entre el público en general. Hoy en día lo consideramos un clásico como tantos otros que van quedando de una década como la de los ochenta, tan denostada en muchos aspectos por los aficionados a la música pero que, como todas las anteriores, nos dejó muchos trabajos dignos de permanecer en el recuerdo. Uno de ellos es, sin duda, “So”. Podéis haceros con una copia en los enlaces de siempre:

amazon.es

play.com

Nos despedimos con un videoclip poco habitual por no corresponderse con ninguno de los singles del album. "This is the Picture (Excellent Birds)" con Laurie Anderson:

 

lunes, 11 de julio de 2011

The Police - Synchronicity (1983)



En 1983, The Police apenas podían considerarse como un grupo. Los egos de sus tres miembros estaban disparados, absolutamente superados por el éxito del que disfrutaba la banda. En entrevistas recientes, los miembros del grupo reconocían hasta qué punto se encontraban fuera de la realidad con un séquito a su alrededor dispuesto a facilitarles cualquier cosa que pidieran por muy extravagante que ésta pudiera ser. Además, todos los miembros del grupo habían empezado a buscar nuevos horizontes en solitario. Sting estaba empezando a hacer sus pinitos en el cine (la epopeya de ciencia ficción Dune se estrenaría al año siguiente), Andy Summers había grabado un trabajo a dúo con Robert Fripp y Stuart Copeland empezaba a centrarse en su carrera como compositor de bandas sonoras en Holywood. Las relaciones personales entre los integrantes del grupo tampoco eran las mejores. El productor del disco, Hugh Padgham relata como Sting y Copeland llegaron a las manos durante la grabación del hit "Every Breath You Take".

Con todo, al final de las sesiones de grabación, The Police habían completado el que posiblemente fuera el mejor disco de su carrera. No hay ya temas tan claramente influenciados por el reggae como en sus inicios y la instrumentación es mucho más completa. No se limitaron ya a su clásico trío de guitarra, bajo y batería sino que aparecen los sintetizadores con mayor profusión y el sonido es, por lo general, mucho más elegante. La mayor parte de las composiciones son de Sting con contadas excepciones como la crimsoniana "Mother" escrita por Andy Summers (trabajar con Robert Fripp debe tener un punto traumático), "Murder by Numbers", con música del propio Summers para un texto de Sting y Miss Gradenko, compuesta por Copeland.

Alguien que pudo ser Ian Anderson, lider de Jethro Tull, si la memoria nos es fiel en este punto, dijo en una ocasión que The Police eran la última gran banda progresiva. No deja de ser una afirmación bastante aventurada pero algo de eso hay en varios de los temas de este disco. "Synchronicity" podría haber formado parte del "Drama" de Yes y la citada "Mother" con la voz de Adrian Belew en lugar de la de Andy Summers encajaría como un guante en "Discipline" de King Crimson. No olvidemos que Hugh Padgham, productor del disco, intervino en la transición hacia los 80 de varios de los clásicos del progresivo como Yes en el propio "Drama" o Genesis con su "Invisible Touch".

Para bien o para mal, "Synchronicity" fue el último disco de la banda y un perfecto cierre para una carrera breve e intensa que tuvo la virtud de no pasar por el triste ocaso de muchas grandes bandas finalizando en el momento más brillante de la formación.

Los créditos del album incluyen a Sting (voz, bajo, teclados, oboe, saxo y drum machine), Andy Summers (guitarras, teclados, voz) y Stewart Copeland (batería, percusiones, xilófono).

Podeis encontrar el disco en las siguientes tiendas:

play.com

fnac.es

Y os dejamos un enlace para escuchar las dos partes del tema que da título al disco: