En 1994, el músico y programador David Cage comenzó a escribir el guión de un interesante videojuego que llevaría por nombre “The Nomad Soul”. La gran novedad del mismo era que el jugador no “perdía” cuando el el personaje principal muere durante la partida sino que su alma se trasladaba entonces al cuerpo de otro de los personajes. “The Nomad Soul” iba a ser el primer lanzamiento de la compañía francesa Quantic Dream y combinaba las características de distintos productos similares: juegos de lucha, “shooters”, resolución de puzzles, etc. El producto era realmente ambicioso hasta el punto que Cage se puso en contacto para la creación de la banda sonora del mismo con artistas de la talla de Björk, Massive Attack o David Bowie quien, para su sorpresa, fue el primero en responder afirmativamente.
El ofrecimiento de Bowie no quedó ahí. El artista terminó por formar parte del videojuego como personaje de la trama y también como miembro de la banda virtual “The Dreamers” que aparecería tocando en determinadas escenas de la aventura.
“The Nomad Soul” aparecería en el mercado en 1999, casi al mismo tiempo que “Hours”, el nuevo disco de Bowie que fue grabado de modo simultáneo a la banda sonora. Durante las sesiones, Bowie y Reeves Gabrels escribieron un gran número de temas, tanto instrumentales como cantados y se llegó a hablar de que “Hours” sería realmente la banda sonora del juego algo que no fue así finalmente aunque ambas obras tuvieran mucha música en común. Posteriores reediciones de “Hours” iban a incorporar como parte del material adicional algunas composiciones instrumentales de la banda sonora junto con canciones del músico que aparecieron en películas de la época (“Stigmata” y “American Psycho”).
Los anteriores discos de Bowie (“Outside” y especialmente “Earthling”) habían supuesto un importante giro hacia la música electrónica en la carrera del músico. Curiosamente “Hours” iba a tener un enfoque completamente distinto regresando a sonidos clásicos y canciones más convencionales lo que, en general, fue bien acogido por parte de la crítica aunque podría evidenciar un cierto conformismo por parte de un músico a quien, hasta entonces, se le podía acusar de cualquier cosa menos de esa. En el apartado artístico, sería el último trabajo de Bowie con Gabrels, colaboración que venía produciéndose desde los tiempos de Tin Machine. El guitarrista no quedó nada contento con el resultado final del que se eliminaron algunas de sus partes, incluyendo una de sus canciones que fue concebida como uno de los temas centrales del disco y finalmente quedó relegada a “cara b”. Aparte de Gabrels, que se encarga de las guitarras, los teclados y las programaciones, participan en “Hours”: Sterling Campbell (batería), Mark Plati (bajo, guitarras, teclados y Mellotron) y Mike Levesque (batería). Otros músicos como Everett Bradley (percusión), Chris Haskett (guitarra) o Holly Palmer (coros) intervienen puntualmente en una sola canción.
Carátula de "The Nomad Soul" |
“Thursday's Child” - La primera canción del disco lo tiene todo: es un tema magnífico que, además, tiene una factura pop clásica. Una interpretación excelente, coros acertadísimos, arreglos sobrios... una de esas piezas hechas para sonar en cualquier tiempo y lugar. Puede ser criticada precisamente por eso, por ser una pieza que parece diseñada para formar parte de la programación habitual de esas emisoras que dedican todo su tiempo a los grandes éxitos de décadas pasadas y esa opinión tendría parte de razón pero la canción es suficientemente buena como para ignorar ese hecho.
“Something in the Air” - El segundo corte es mucho más personal. Sigue siendo un tiempo medio pero tanto el bajo como las guitarras son más incisivos. Sin ser el Bowie rompedor al que estamos acostumbrados, es una canción muy atractiva que, en cierto modo, podemos ver como un adelanto de alguna de las piezas de los últimos trabajos del músico.
“Survive” - El comienzo acústico de la pieza nos hace pensar en un cambio con respecto a las anteriores y, en efecto, hay algo de eso. Los arreglos, en los que también escuchamos un Mellotron, son muy diferentes y hacen de esta una canción de esas que no llaman la atención al principio pero que terminan calando con el tiempo.
“If I'm Dreaming My Life” - Las guitarras se endurecen en el comienzo de un tema que también nos muestra una percusión desnuda que le da un carácter muy particular. La pieza tiene varios cambios de ritmo que la dan un dinamismo notable. No hay en todo el disco un tema claramente por debajo de los demás ni tampoco demasiados que destaquen del resto pero éste, por su propia estructura y duración (supera los 7 minutos), llama mucho la atención.
“Seven” - Apenas una guitarra acústica y unas cuerdas sirven a Bowie para presentar otra canción de esas de las que se suele decir que son un clásico instantáneo. Una pieza sencilla pero impecable que parece carne de recopilatorio, sin que esto pretenda sonar peyorativo. A estas alturas parece claro que el músico había dejado de lado la experimentación para dedicarse a hacer buenas canciones sin mayor ambición y la idea funcionó de maravilla.
“What's Really Happening” - Con todo, nunca viene mal introducir un punto de tensión en el disco y eso es lo que tenemos aquí con esta pieza potente que, como alguna otra de las que hemos comentado ya, nos encajaría perfectamente en un disco como “The Next Day”, trabajo que encontramos muy próximo a “Hours” pese a los más de 15 años que los separan.
“The Pretty Things Are Going to Hell” - Esa relación entre ambos trabajos podemos encontrarlas también en esta canción aunque de forma algo más críptica. La canción no tuvo videoclip oficial pero, de hecho, sí se hizo uno en el que Bowie se encontraba con reproducciones de sí mismo en diferentes etapas de su carrera. Dos de esas marionetas aparecieron en el videoclip de “Love is Lost”, perteneciente a “The Next Day” en 2013. Además de eso, la canción, pura energía, es una de las más interesantes de “Hours”.
“New Angels of Promise” - En la misma linea agresiva comienza el siguiente corte del disco, con unos interesantísimos arreglos electrónicos sobre la voz del músico que nos remiten a trabajos anteriores con Brian Eno.
“Brilliant Adventure” - Y si nos acordabamos de Eno en la canción anterior, es imposible no hacerlo con este breve instrumental que se diría sacado directamente de “Low” o “Heroes”. Era una de las partes de la banda sonora de “The Nomad Soul” que no contaba con voces y la única rescatada para “Hours” (hubo más pero quedaron como “cara b” de los diferentes singles.
“The Dreamers” - Cierra el disco la canción que lleva el nombre de la banda ficticia que Bowie Lidera en el videojuego. Una pieza que sigue la linea del resto del CD: rock elegante, ambicioso por momentos pero siempre dentro de una corrección absoluta.
Después de varios discos con la electrónica como base, Bowie afrontó con “Hours” una especie de retorno a las viejas formas. Puede resultar sorprendente que precisamente cuando el músico se pone a trabajar en una banda sonora para un videojuego sea cuando abandona este enfoque que, a priori, encajaría mejor en un entorno tecnológico pero Bowie siempre ha huido de convencionalismos y no le fue del todo mal así. Como curiosidad, “Hours” fue el primer disco en ser comercializado como descarga digital un par de semanas antes de la aparición en formato físico, al menos, por parte de una estrella de peso dentro de la industria.
Os dejamos con la versión en vivo de "Survive":