Mostrando entradas con la etiqueta Hallbus Totte Mattson. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Hallbus Totte Mattson. Mostrar todas las entradas

viernes, 9 de octubre de 2020

Hedningarna - &



Vértigo es la palabra más adecuada para definir la sensación que sentimos al comprobar que la última vez que hablamos aquí de Hedningarna fue hace ya ocho años. En aquel momento anunciábamos que la banda había abandonado un largo silencio discográfico y que estaba a punto de aparecer un nuevo trabajo suyo que, de hecho, se publicó apenas tres semanas después. Fieles a nuestro compromiso y apenas unos pocos años después, traemos aquí ese disco que iba a llevar el extraño título de “&”.


Después del descanso que supuso “Hippjokk”, disco en el que se ausentó la parte femenina de la banda, en “Karelia Visa”, último disco antes del parón, la formación había vuelto al formato de tres integrantes masculinos suecos y dos femeninas finlandesas pero a partir de entonces los cambios fueron constantes y las entradas y salidas de miembros, tanto nuevos como antiguos eran habituales. En esa etapa la banda combinó las giras con largas temporadas en las que apenas daban algún concierto suelto o colaboraban con compañías de teatro o ballet locales. También grabaron un par de cortes nuevos que serían incluidos en un álbum recopilatorio pero todo daba la impresión de ser los último coletazos de una banda que había dado ya todo que tenía que ofrecer.


Esto cambió en 2012 con ocasión del 25º aniversario de la banda. En ese momento, Anders Norudde (conocido como Anders Stake en la primera etapa de la banda), Hallbus Totte Mattsson y el violinista Samuel Andersson, incorporado a Hedningarna en año 2000, pusieron en marcha la maquinaria discográfica para grabar el que sería el sexto trabajo de estudio de la banda y el último aparecido hasta hoy con material nuevo. Pese a la notable ausencia de las voces femeninas, todo el surtido de instrumentos tradicionales nórdicos electrificados unidos a los inventados por el propio Anders Norudde siguen estando presentes y con ellos una buena parte del espíritu más clásico de la banda. Como invitado aparece en varios cortes el percusionista Valter Kinbom y en otro de ellos los componentes de la banda Philemon Arthur & the Dung. Habría que dedicar unas líneas a esta formación: se trata de una legendaria banda sueca creada a finales de los sesenta y cuyos dos miembros aún permanecen anónimos. No grabaron demasiados discos pero fueron los suficientes para ganar un Grammy sueco (no confundir con el “otro” Grammy) y, de paso, conseguir que ese premio se suspendiera por un tiempo porque se muchos consideraron una broma pesada el hecho de que lo ganaran. ¿El motivo? Si escucháis alguna de las piezas de la banda que hay disponibles en youtube os resultará más fácil comprenderlo. El sonido de Philemon Arthur and the Dung era horrible, su forma de cantar, menos que amateur y los arreglos inenarrables. Canciones con instrumentos de percusión sacados del menaje de cocina, pianos de juguete empleados como mero instrumento para maracar el ritmo usando una o dos notas, algún acordeón, alguna armónica, guitarras de vez en cuando... Un despropósito que hizo relativa fortuna en su tiempo. Su participación en el disco se limita a un corte pero aparecen como co-autores de varias piezas más. En un principio pensamos que podrían ser versiones de Hedningarna de viejos temas del dúo pero no hemos podido encontrar ninguna confirmación de esto por lo que supondremos que son piezas inéditas.


“Tjuren” - La primera pieza del disco está dominada por un alegre ritmo que acompaña a una desenfadada melodía a cargo del vocalista principal. El interludio instrumental que llega después tiene todos los elementos que hicieron a la banda un referente a mediados de los años noventa.


“Morafjälls” - Mucho más caótico es el siguiente corte. Si el primero es rock/pop pasado por la turmix de Hedningarna, este segundo tendría toques de heavy metal en el comienzo para desembocar en un excitante folk electrificado después, para terminar de nuevo con sonidos realmente duros y todo ello sin dar ni un leve respiro al oyente. Maravilloso.



“Träslöjden” - Regresamos a los ritmos joviales en lo que sería la versión de los suecos de un blues absolutamente sui generis que se torna en una melodía claramente folk sin cambiar en ningún momento de ritmo. Las voces de los tres integrantes se alternan y combinan a lo largo de todo el corte que termina por ser una pieza pegadiza pero que no deja demasiado poso. Es una de las canciones que incluye entre sus autores a los integrantes de Philemon Arthur and the Dung.


“Vem är jag” - Más sorprendente es esta canción lenta que con otros arreglos podría pasar por un tema pop convencional. En todo caso, con los instrumentos tradicionales mucho más contenidos que de costumbre, estamos frente a una canción que nos encanta. Cuesta reconocer a Hedningarna de no ser por algunos detalles como la gaita y ciertos detalles de la parte final pero el resultado es muy convincente.


“Hedna” - Para despejar cualquier duda, al respecto, en el siguiente corte instrumental regresamos sin ninguna duda al sonido de los Hedningarna de “Kaksi”, su primer gran disco y el que les abrió la puerta de otras zonas geográficas. “Hedna” es una tremenda demostración de buen hacer y está a la altura de los mejores momentos de la banda.



“Mycket vill ha mera” - Dentro de esa locura que mezcla todo tipo de géneros y los hace suyos, la siguiente canción sería una especie de “ska” vikingo que va evolucionando hasta convertirse en una desmadrada suerte de himno pop desatado.


“Höjdaren” - Continuando con el constante viraje y los saltos entre géneros, toca ahora una vuelta a los orígenes con una pieza folk que es lo más ortodoxo que vamos a escuchar en el trabajo. Otro instrumental digno heredero de las primeras grabaciones de la banda cuando aún no habían sofisticado tanto su estilo.


“Torget” - Segundo corte en el que participa Valter Kinbon y, como en el anterior (“Hedna”), su participación es clave para lograr el sonido clásico del grupo. La canción, desbocada como lo son todas las de la banda cuando se sueltan, podría haber formado parte de cualquiera de los discos anteriores.


“Hedersmannen” - Sigue el disco con un vals ligeramente acelerado que sin estar mal del todo, es una de las piezas que nos deja más indiferentes. Impecable pero sin nada que nos llame la atención por encima del resto con la excepción, quizá, del aire parisino del final. En los créditos figuran como co-autores Philemon Arthur and the Dung.


“Karbonader” - En la misma linea estaría este nuevo instrumental, convencional en su mayor parte y construido alrededor de un ritmo monolítico que solo para el el breve segmento central.


“Soppan” - Muy interesante aquí la línea de bajo alrededor de la cual se va construyendo la melodía central, una de las más inspiradas y que evoluciona constantemente. La percusión, en un plano secundario en relación con el que ocupa en otras piezas, cumple muy bien su papel. La canción va creciendo de forma progresiva y lo que parecía que no iba a ir muy lejos se termina convirtiendo en una de las piezas más interesantes del disco.



“Bonden” - Con esta canción atisbamos esa faceta tenebrosa de la banda que siempre acaba por aflorar. Un tiempo medio inquietante que podría ser la banda sonora de cualquier ceremonia de un culto de inquietantes intenciones. Terrorífica para bien. Este corte y los dos siguientes cierran el grupo de los que incluyen como autores a Philemon Arthur and the Dung.


“Men va fanken” - En este punto es donde echamos de menos definitivamente la aportación de las vocalistas finlandesas a la música de Hedningarna. En el pasado este tipo de diálogos entre las voces de ellos y ellas funcionaban de maravilla. Aquí, en cambio, la conversación entre los cantantes masculinos, no lo hace de igual modo. Es una canción pop muy curiosa que incluye una especie de homenaje a “Song 2” de Blur y que no está nada mal pero nos deja con la sensación de que podría haber sido mucho mejor.


“Hejsan svejsan” - De alguna forma, Philemon Arthur and the Dung podrían considerarse un lejano antecedente de Hedningarna, al menos en lo que se refiere a la falta de complejos de su propuesta y a la osadía instrumental. En este corte no solo figuran como co-autores sino que aparecen como artistas invitados y aportan un toque muy particular a un blues descarnado, con armónica y todo, que nos deja ya a punto de terminar el disco.


“Domen” - El cierre lo pone un precioso instrumental en el que una lenta melodía de gaita va evolucionando poco a poco sobre un fondo de tono procesional, ligeramente inquietante. Un broche perfecto para un album de retorno que parecía anunciar una vuelta que no tuvo continuidad discográfica.



En su momento muchos pensamos que “&” suponía el regreso a la actividad discográfica de Hedningarna aunque fuera en su versión de trío y que ello supondría la aparición más o menos regular de nuevos trabajos. Desgraciadamente parece que nos equivocamos ya que hasta el día de hoy no ha vuelto a aparecer ningún trabajo nuevo ni tiene visos de hacerlo próximamente. En 2016 se publicó “Kult” que era una recopilación de temas inéditos (en su mayoría) de todas las etapas de la banda. El atractivo es que en él aparecen de una u otra forma todos los artistas que han formado parte del grupo pero no deja de ser un disco de descartes por mucho interés que pueda tener. Esperamos que la situación pueda revertirse y en el futuro volvamos a disfrutar de más grabaciones de la banda (si fuera de nuevo con alguna de las integrantes femeninas, la dicha sería completa). Mientras tanto escucharemos “&” como si fuera la despedida definitiva de una de las bandas más peculiares que hemos oído en todos estos años.


Os dejamos con un video en el que los miembros de la banda nos enseñan alguno de sus instrumentos:




martes, 3 de abril de 2012

Hedningarna - Trä (1994)



El disco recientemente comentado, “Kaksi!” alcanzó un gran éxito en Suecia y Noruega y supuso la presentación de Hedningarna en varios países europeos aunque se llegaron a decir cosas como que ganó un Grammy que no fueron del todo ciertas (ganó un Grammy sueco, premio de mucha menor relevancia internacional que los conocidos Grammy de la industria norteamericana).

Ante la grabación de su tercer trabajo, la banda optó por dar una nueva vuelta de tuerca a las que fueron las señas de identidad de su anterior trabajo. Los temas instrumentales practicamente desaparecen, la producción iba a ser mucho más trabajada y agresiva si cabe y la aportación de los vocalistas masculinos se iba a equiparar a la de las chicas. El título iba a ser un juego de palabras entre “Trä” (madera) y “Tre” (tres) que se pronuncian igual.



Foto promocional del quinteto.

“Täss’on nainen” – El disco se abre con una lejana percusión marcando un ritmo ritual. Las cantantes comienzan con una melodía cadenciosa mientras la música va ganando en intensidad como si de una lejana procesión que se acerca a nosotros poco a poco se tratase. Al llegar a nuestra altura, comienzan a sonar las gaitas y un cambio de ritmo nos introduce en una extraña fiesta arcaica. El tema no supone una gran novedad con respecto al sonido del disco anterior por lo que ejerce una especie de labor de puente entre ambos trabajos.

“Min Skog” – El potente sonido de una sierra eléctrica precede a una desbocada tormenta de percusiones que nos pone en guardia. Una inspirada melodía tradicional interpretada, primero con delicadas cuerdas acústicas y replicada después con todos los intrumentos electrificados es el anticipo de la aparición de los cantantes, principal novedad frente a “Kaksi!”, disco en el que su participación se reducía a un tema. La descarga de energía que son capaces de producir estos músicos tiene en “Min Skog” uno de sus mejores ejemplos. El sonido del arbol sugerido al inicio cayendo al suelo pone el punto final a la pieza.

“VargTimmen” – Lo que comienza como una delicada pieza vocal a cargo de Tellu y Sanna al modo de los cantos religiosos medievales se transforma en un vigoroso tema casi rockero con una potente batería electrónica y guitarras eléctricas cercanas al heavy metal. Con este ambiente, la siempre agresiva voz de los cantantes del grupo toma el mando de las operaciones de modo que, cuando en su segunda intervención, las chicas retoman su melodía inicial, nada queda en ella de la inocencia y pulcritud inicial.

“Gorrlaus” – Pasamos ahora a los ritmos electrónicos con elementos próximos al hip-hop como podría haber sido si en vez de surgir en los suburbios de las grandes ciudades norteamericanas lo hubiera hecho en un poblado vikingo. Sin ser la mejor de las composiciones del disco, sí que nos muestra la maestría de estos músicos a la hora de crear un crisol de estilos absolutamente único e inimitable. Hedningarna pueden sonar por momentos como muchos otros grupos pero ningún grupo suena como ellos.

“SkrauTval” – El único instrumental del disco es una preciosa melodía tradicional interpretada a los violines y replicada por las gaitas acompañados ambos instrumentos siempre por el incesante ritmo de las zanfoñas. Hacia el final de la pieza se pueden oir unos preciosos juegos vocales sin texto a dos voces entre las voces masculinas y femeninas de la banda.

“Pornopolka” – Sin tiempo para el descanso llega la siguiente pista, frenética pieza de baile cantada por Sanna y Tellu y ante cuya escucha es fácil imaginarse un tremendo jolgorio alrededor de la hoguera con chicos y chicas bailando en círculo en un claro del bosque. Quizá el título de la pieza lleve la imaginación por otros derroteros pero es ya cosa de cada cual.

“Räven” – Uno de los grandes temas del disco, sin lugar a dudas, es introducido por las rítmicas respiraciones de las cantantes como preludio a una metronómica percusión. El gran hallazgo de “Trä” frente al disco anterior es la combinación de las voces masculinas, que llevan el peso de la narración en varios de los temas en tesituras muy profundas que rozan lo gutural y las de las cantantes interpretando delicados estribillos en un contraste brutal. Este “Räven” (zorra en sueco) es el mejor ejemplo de esto que decimos.



“SaglaTen” – Continúa el disco con una potente introducción de batería que precede a otra melodía de corte tradicional. En esta ocasión, las chicas renuncian al papel dulce de los últimos temas y vuelven a esos registros tan habituales en “Kaksi!” que nos llevan a imaginarnos sombríos aquelarres y truculentas reuniones nocturnas de mujeres de dudosa reputación.

“Tuuli” – El pueblo lapón mantiene hoy en día un curioso estátus supranacional ya que habitan indistintamente territorios de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia entre los que se les permite moverse con total libertad. El cantante Wimme Saari, es miembro de esa etnia y uno de los más destacados intérpretes del canto “yoik”, peculiar forma de expresión de los lapones y que tiene una sonoridad realmente única. Saari es el artista invitado en este corte que combina los citados cantos yoik con ritmos electrónicos y las voces de Sanna Kurki-Suonio y Tellu Paulasto.

“Täppmarschen” – Con una melodía para cuerdas de indisimulable procedencia medieval se va acercando el disco a su final. En claro contraste con el tema precedente, no hay aparición de intrumentos electrónicos (ni siquiera electrificados) y sólo la voz femenina, las percusiones y las cuerdas intervienen en una composición de gran belleza.

“Tina Vieri” – Y si creíamos que con el suave tema anterior iba a terminarse la cosa, el corte que cierra el disco viene a mostrarnos lo grande de nuestra equivocación. Como si de un resúmen de todas las virtudes de Hedningarna se tratase, en “Tina Vieri” podemos escuchar una compilación de lo mejor que el grupo nos puede dar: ritmos electrónicos, preciosas armonías vocales, energía a raudales y un virtuosismo instrumental que parece algo que todos damos por sentado cuando hablamos de músicos tradicionales pero que no creemos superfluo recalcar.



Si “Kaksi!” era un disco espléndido, podemos afirmar que “Trä” va un paso más allá y llega a superarlo. Con el que era su tercer trabajo, los miembros de Hedningarna se abrieron paso definitivamente fuera de sus fronteras llegando a toda Europa y particularmente a España donde alcanzaron una gran popularidad de la mano de Ramón Trecet y su programa “Diálogos 3” en RNE3. En los años siguientes el grupo sufrió varios cambios en cuanto a sus integrantes y apenas aparecieron dos trabajos más (ya hablamos aquí de “Hippjokk”, su disco inmediato). Esperamos con impaciencia más noticias sobre el anunciado regreso a la actividad discográfica de la banda en este 2012. Mientras esto ocurre, podemos seguir disfrutando de sus mejores discos como lo son, a nuestro juicio, los dos que hemos reseñado en estos días.

Participan en “Trä”: Hallbus Totte Mattsson, Bjorn Tollin, Anders Stake, Sanna Kurki-Suonio, Tellu Paulasto y como artista invitado, Wimme Saari.

Para adquirir el disco podeis probar aquí:

play.com

Y nos despedimos como empieza a ser costumbre con un tema de la banda en directo: "Gorrlaus" en Los Conciertos de Radio 3.

sábado, 31 de marzo de 2012

Hedningarna - Kaksi! (1992)



Recientemente se ha anunciado la aparición de un nuevo disco de la banda escandinava Hedningarna, lo cual es una gran noticia si tenemos en cuenta que han pasado ya 13 años desde su anterior trabajo en estudio. Muchos dabamos al grupo por disuelto pero lo cierto es que han mantenido una cierta actividad dando conciertos ocasionales en todo este tiempo. Creemos que esta noticia es una buena excusa para regresar a la música de Hedningarna repasando en las próximas dos entradas los dos discos más populares de la formación.

Comentamos ya tiempo atrás cómo los tres estudiantes suecos Hallbus Totte Mattson, Anders Stake y Bjorn Tollin fundaron la banda a finales de los ochenta y grabaron un primer disco. Sin embargo, el salto cualitativo fundamental en su música vino de la mano de la incorporación de dos vocalistas finlandesas, Sanna Kurki-Suonio y Tellu Paulasto. Con la llegada de ambas, Hedningarna se iba a convertir en una fuerza de la naturaleza, una formación arrolladora con un estilo único y un registro realmente diferente de cualquier otra banda conocida.

Con la base de un repertorio tradicional sueco y noruego, los instrumentos tradicionales del folklore nórdico, los viejos textos medievales transmitidos de generación en generación a través del boca a boca y la más moderna electrónica a su disposición, la banda entró en los estudios de su discográfica en septiembre de 1991 dispuesta a arrasar con todo.

“Juopolle Joutunut” – Empieza el disco de un modo misterioso con unas percusiones casi ceremoniales y una inquietante voz femenina como sacada de un akelarre. Continuando con el tono de la pieza, escuchamos un lúgubre violín y a las dos cantantes finlandesas entonando una especie de salmodía aterradora. Un breve interludio instrumental de aires árabes que nos hace dudar de que la pieza sea de origen nórdico conduce de nuevo al discurso de las vocalistas que concluye de forma brusca. El tema, como la mayoría de los del disco tiene temática erótica y pertenece a un tiempo realmente antiguo.

“Kruspolska” – Sonidos electrónicos que recuerdan a instrumentos como el didjeridoo abren el tema, presentado por las vocalistas aunque no son ellas las protagonistas sino los hombres que llevan la voz cantante, si se nos permite el mal chiste en un diálogo continuo con las cantantes. Se trata de una de las pocas ocasiones en que la letra es obra de alguno de los miembros del grupo, en concreto, Anders Stake escribe el texto en sueco y las dos chicas, la parte en suomi.

“Vortikaalina” – Continuamos con una frenética danza de ritmo desbocado con elementos electrónicos y un cierto aire de rock duro en algunos momentos. En muchos de los textos que canta la banda encontramos una curiosa característica de las mujeres que muestran una rebeldía muy notable ante el sexo masculino o, como en este caso, ante la madre de su pareja. Algo muy alejado de la idea que podríamos tener de la época medieval.



“Chicago” – El disco entra ahora en una fase de transición con dos cortes instrumentales. El primero de ellos, con protagonismo casi total de las flauta, acompañada por guitarras y arpas al unísono hasta la segunda mitad de la pieza donde todos los instrumentos se electrifican y el sonido se vuelve áspero. La composición es obra de Stake.

“Viktorin” – Segundo instrumental de la serie, muy rítmico gracias a la moraharpa, especie de zanfoña de los paises nórdicos que pone una base constante y obsesiva sobre la que se desarrolla la melodía principal. Conforme la pieza va avanzando, se añaden nuevos instrumentos hasta terminar en un crescendo cacofónico de gran energía.

“Aivoton” – Otro texto tradicional finlandés sobre una chica que se rebela ante el matrimonio que sus padres han pactado para ella y otra muestra de la manera en que se combinan de forma magistral las voces de las dos cantantes en continuos contrapuntos de una belleza sorprendente en los que el tono agresivo de las voces, reforzado por instrumentos como las gaitas alcanza sus mejores momentos.



“Ful-Valsen” – Nuevo tema instrumental que se abre con un seco riff de guitarra eléctrica, preludio de la entrada de la gaita. De no ser por lo extraño de los intrumentos utilizados, la composición pasaría desapercibida como un instrumental de cualquier banda de heavy-metal con los gaiteros en el papel de guitar-hero y una batería convencional, nada habitual por otra parte en la música de Hedningarna. Sin embargo, no deja de ser en su orígen un vals tradicional.

“Pal-Karl” – Una de nuestras piezas favoritas del disco. Comienza con suaves tañidos de arpa y una  preciosa melodía de flauta, todo en un tono muy suave. Casi sin darnos cuenta van entrando las percusiones y para cuando queremos reaccionar nos encontramos en medio de una preciosa danza tradicional, preludio de la potente pieza que llega a continuación.

“Kaivonkansi” – Nuevo arreglo instrumental de una pieza de baile tradicional. Quizá sea el tema del disco en el la banda se ajusta más a un formato ortodoxo, desde el punto de vista folklorico y en cuanto a la interpretación.

“Skamgreppet” – Otro texto de las dos vocalistas en el que la protagonista hace gala de una desinhibición sexual más propia de épocas actuales que de los tiempos pretéritos en los que solemos situar las canciones de Hedningarna.

“Grodan / Widergrenen” – Contrariamente a lo que ocurría con “Kaivonkansi”, esta composición apenas tiene elementos tradicionales en su instrumentación hasta bien entrada la pieza. Es un insistente ritmo electrónico el único acompañamiento que encuentran las dos cantantes para darles réplica de no ser por la aparición de una valiente flauta que se atreve a compartir el espacio de las vocalistas. Tras un breve interludio “a capella” se retoma el ritmo monótono hasta el final del tema.

“Omas Ludvig” – Acercandonos al final del disco tenemos el primero de dos instrumentales que pondrán el punto final a la aventura. Como ocurría en algún tema anterior, si no supieramos que los músicos son suecos, podríamos pensar que estabamos oyendo una pieza tradicional de origen árabe o de algún indeterminado país oriental.

“Kings Selma” – Para despedir el trabajo, los miembros del grupo escogieron una preciosa melodía tradicional a la que respetan en todo lo posible en cuanto a las formas. Todo son instrumentos tradicionales, acústicos, claro está, en una especie de reconocimiento hacia el sitio del que vienen.

Hedningarna han conseguido darle un giro más al folk, llevandolo a terrenos nuevos. No somos expertos, como bien habreis notado, en música tradicional nórdica pero sí que hemos tenido ocasión de escuchar a multitud de grupos de aquellas latitudes y ninguno de ellos son comparables a la formación sueco-finesa. La energía que transmiten, la peculiar combinación de las voces de las dos cantantes y la aspereza de su sonido electrificado conforman una propuesta distinta y sin muchos puntos de comparación con cualquier otra banda. Críticos más solventes afirman que Hedningarna no hacen un folk auténtico ni de suecia ni de finlandia sino una especie de visión sesgada de la música tradicional suomi bajo el prisma de un sueco. Sea como fuere, creemos que merece mucho la pena acercarse a tan peculiar grupo de músicos.

En la grabación de este “Kaksi!” ("dos" en suomi), intervienen:

Anders Stake (harding, violin eléctrico, moraharpa, gaita sueca, cuerno, basmoraharpa, arpa de arco, flautas, gaita, guimbarda, guitarras, voces, sintetizadores), Bjorn Tollin (percusiones, moraharpa, tambores, sintetizadores, samplers), Hallbus Totte Mattson (tiorba, laúdes, violín eléctrico, tambores), Anna Kurki-Suonio (voces, kantele) y Tellu Paulasto (voces) con la colaboración de Per-Erik Nilsson (percusiones) en un par de temas.

El disco no es tan sencillo de encontrar hoy como hace unos años pero está disponible aquí:

amazon.com

play.com

Nos despedimos con una grabación casera del grupo intepretando "Viktorin" en directo. ¿trance-folk?

lunes, 10 de octubre de 2011

Hedningarna - Hippjokk (1997)


Tenemos nueva banda hoy en La Voz de los Vientos y es una formación que no se parece a nada de lo que antes os habeis podido encontrar por aquí. Originalmente el grupo lo formaron tres músicos suecos, Hallbus Totte Mattson, Anders Stake y Bjorn Tollin, como una vía de investigación del folklore de su país que acabó convirtiéndose en algo más que eso, componiendo su propia música y transformando las viejas composiciones tradicionales en nuevas obras absolutamente modernas. Stake, luthier de profesión, tuvo mucho que ver en esta evolución al encargarse de construir nuevos instrumentos y adaptar los tradicionales (electrificandolos en muchos casos) para conseguir un sonido realmente distinto y sorprendente.

En su etapa incial como trío hicieron música para teatro y llegaron a grabar un primer disco titulado, igual que el grupo, "Hedningarna". Poco después se incorporaron al grupo dos cantantes finlandesas, estudiantes del instituto Sibelius de Helsinki que iban a enriquecer aún más el sonido del grupo. Sanna Kurki-Suonio y Tellu Paulasto permanecieron durante unos años en la banda que fue en esa época una especie de representante del folklore panescandinavo.

El disco que os dejamos hoy aquí se grabó durante un descanso de las dos chicas que dejaron la formación para terminar sus estudios aprovechando también sus respectivos embarazos. Su ausencia fue reemplazada por Ulf Ivarson, quien se incorporó al músico como miembro oficial, y las colaboraciones puntuales del cantante "yoik" Wimme Saari, el guitarrista Knut Reiersrud, Ola Backstrom al violín y Johan Liljemark al didjeridoo.

La música de Hedningarna es una combinación realmente explosiva de textos medievales, paganos en su mayor parte, folkore nórdico y elementos eléctricos que le dan a la mezcla un extraño aire "folk-metal", "heavy-folk" o cualquier otra denominación por el estilo que se os venga a la cabeza. Si nunca les habeis escuchado antes, os van a sorprender porque su música es una apuesta realmente poco habitual aunque llena de calidad.

En la segunda mitad de los noventa, su etapa de mayor popularidad, no era difícil encontrar sus discos. Hoy en día, la cosa es un poco más complicada pero hemos encontrado algún enlace:

play.com

amazon.com

Os dejamos un ejemplo de lo que podeis oir en el disco: