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martes, 19 de marzo de 2013

Pet Shop Boys - Please (1986)




Cuando Neil Tennant y Chris Lowe se conocieron en una tienda de King’s Cross en el verano de 1981 y comenzaron a hablar sobre sus gustos musicales, nada hacía presagiar que unos años más tarde se iban a convertir en una referencia fundamental de su adorada música de baile. Su historia viene a ser la típica narración que está en el orígen de tantas y tantas bandas de todos los estilos. Dos jóvenes con inquietudes similares, comienzan a quedar, a escribir sus primeras letras, algo de música, y todo ello sin tener muy claro si la cosa va o no en serio. Neil ya había tenido alguna experiencia con un grupo propio sin demasiada fortuna y se ganaba la vida con un trabajo realmente curioso: se encargaba de adaptar los textos de la edición inglesa de los comics de superheroes de Marvel, además de ejercer como “censor” de alguno de los dibujos femeninos sugiriendo los retoques de aquellos trajes que no debían ver los niños ingleses. De ahí pasó a otras editoriales hasta terminar en la revista Smash Hits. Chris, mientras tanto, tocaba, atención, el trombón, en una banda local dedicada a estándares de baile tradicional compaginándolo con sus estudios de arquitectura.

Es un encargo de la revista Smash Hits el que sirve como punto de partida para la carrera musical del dúo profesionalmente hablando. Estamos en 1983 cuando Neil recibe el jugoso encargo de desplazarse a Nueva York para entrevistar a The Police. Artista inteligente donde los haya, decidió aprovechar el viaje al máximo y llevó una demo grabada con Chris Lowe del que sería el primer gran éxito de Pet Shop Boys (nombre definitivo de la banda una vez descartado el nombre de West End, primera idea con la que trabajó el dúo). El objetivo era reunirse con Bobby Orlando, productor de música de baile afincado en la Gran Manzana y de cuyo trabajo Chris y Neil eran admiradores. A la cita, Neil llevó una cinta con una versión primitiva de “West End Girls” que entusiasmó a Bobby quien se ofreció para producir una grabación de la canción. El resultado de las sesiones (en las que fue el propio Bobby “O” el encargado de tocar la práctica totalidad de los instrumentos) fue un maxi-single que alcanzó un éxito notable en los clubes de la costa oeste norteamericana y una cierta notoriedad en Francia y Bélgica aunque no alcanzó una gran repercusión en el Reino Unido. A pesar de esto último, el dúo llamó la atención de los directivos de Parlophone quienes les ficharon para su sello tras una importante negociación con Bobby Orlando, quien se había hecho con los derechos discográficos del dúo y no puso fácil su liberación.

El que esté libre de los ochenta, que tire la primera piedra.

 “Two Divided By Zero” – La idea alrededor del primer tema del disco habla de la imposibilidad matemática de dividir algo entre cero. A partir de ella, el protagonista trata de argumentar ante su pareja que no hay razón alguna para separarse y que por lo tanto, no pueden hacerlo. Argumenta que pueden empezar desde el principio en cualquier lugar ya que no tienen ataduras. Desde un punto de vista musical, estamos ante un medio tiempo con profusión de “samples” y sonidos electrónicos que podrían estar más depurados. Sin embargo, encontramos en ella todas las características que pronto terminarían por conformar el sonido propio de la banda.

“West End Girls” – Una de las canciones de texto más oscuro de Pet Shop Boys fue, curiosamente su primer bombazo comercial. En ella describen ambientes del Londres de comienzo de los ochenta sin quedar claro si se refieren al ambiente de las drogas, al de la prostitución o al de la delincuencia. En alguna ocasión, Neil comentó que la letra de la inspiró una película de gangsters con John Cagney como protagonista. Musicalmente, la canción es una especie de rap a la inglesa con lo que eso tenía de rompedor. La versión del disco fue completamente regrabada y contó con la producción de Stephen Hague, productor de origen norteamericano que hizo fortuna, curiosamente, con varias de las bandas estrella del tecno-pop británico a partir de 1985 (OMD, Erasure, New Order o The Communards al margen de los propios Pet Shop Boys pasaron por sus manos). Lo cierto es que, analizada con detenimiento, la canción no parece tener nada especial. Se abre con un fondo de sintetizador bastante convencional hasta que entra una línea de bajo bien construida pero nada arrebatadora a primera vista. Un ritmo en 4/4, unos pocos samples de saxo y el rapeado de Neil es todo el añadido que encontramos en el tema. Paradójicamente, todos los elementos juntos dan como resultado una canción fascinante que probablemente sea la más reconocida del grupo aunque hayan pasado 30 años desde su grabación. Además, se trata de una canción con muchas vidas: el single original de Bobby Orlando les sirvió para obtener su primer contrato serio. Más tarde, cuando el primer single del disco no triunfó como se esperaba, se recurrió de nuevo a “West End Girls” convirtiendose, ahora sí, en un éxito masivo.



“Opportunities (Let’s Make Lots of Money)” – El que fue el primer single extraído del disco nos muestra claramente alguna de las características que adornarían la carrera del grupo en los años venideros, con una letra tremendamente cínica que, inexplicablemente, algunos se tomaron en sentido literal. Fragmentos como el demoledor estribillo, “yo tengo el cerebro, tú la imagen, hagamos montones de dinero” o alguna otra “si tienes la disposición, yo te busco el crimen” hablan bien a las claras del tipo de personaje que representa el narrador. En lo musical, “Opportunities” es una de nuestras canciones favoritas de la primera etapa de la banda y, también, una de las mejor producidas de todo el disco, con los arreglos precisos de guitarra, teclados, samples, etc de los que adolecen otros cortes. El ritmo es poderoso y nos arrastra de el principio a fin en una canción intensa y memorable.



“Love Comes Quickly” – De vez en cuando, nuestro dúo se permite el lujo de escribir textos deliciosamente intrascendentes como es esta canción que básicamente desarrolla la idea del título: que el amor te llega de repente, sin avisar y en cualquier momento por más que intentes eludirlo. Muchas de las canciones de Pet Shop Boys, especialmente en sus primeros discos, responden al mismo patrón musical de esta. Comienza con una línea de bajo extremadamente pegadiza, se añade la percusión, primero muy simple (a veces sólo el bombo) y más tarde complicándose con la adición de más elementos. Uno tras otro se van incorporando todos los instrumentos hasta terminar por construir el tema completo. En “Love Comes Quickly”, Neil explota todo su registro vocal empleando habitualmente el falsetto.

“Suburbia” – La canción está inspirada en una película del mismo título de la directora Penelope Spheeris en la que se narra la vida en los suburbios de Los Ángeles (aunque podría extrapolarse a cualquier otro lugar) y muchos de los textos están extraídos casi de forma literal de escenas del film. Cuando hablábamos antes del problema con la producción de algunos cortes del disco, pensábamos especialmente en este. “Suburbia” es una gran canción, con un pegadizo “riff” de teclado que se ha convertido en un clásico pero no por la versión de “Please” sino por la regrabación posterior que apareció como single, mucho más elaborada y compleja. Se cuenta que la canción se terminó a toda prisa para su inclusión en el disco de modo que el resultado no fue nada satisfactorio y que sólo un tiempo después se pudo completar el tema con el aspecto que Chris y Neil le quisieron dar desde el principio.

“Opportunities (reprise)” – No son muy habituales este tipo de rarezas en la discografía de Pet Shop Boys pero cuesta encontrarle una explicación a este brevísimo corte instrumental que no aporta gran cosa al disco y que suena como una especie de introducción al tema del que toma el título, quizá en previsión de su inclusión en los conciertos.

“Tonight is Forever” – Un texto extraño en el que el protagonista trata de seducir a su acompañante a la vez que lo amenaza con que si cede, puede que se arrepienta en el futuro porque, si se enamoran, puede ser para siempre. Nos encontramos ante uno de los temas más rápidos del disco, con una percusión realmente acelerada y un estribillo muy potente. Resulta muy curiosa la comparación entre esta versión y la que años después realizó el propio dúo para su inclusión en el disco “Results” de Liza Minelli en el cual adopta la apariencia de una balada lánguida y decadente, completamente distinta a la que aquí podemos escuchar.

“Violence” – Continuamos con una canción sobre la violencia y las justificaciones que se suelen esgrimir para disculparla, presidida por el famoso adagio que reza: “la violencia sólo genera más violencia”. No es esta una canción que haya calado especialmente entre el seguidor de la banda y entendemos que haya sido así ya que no nos parece especialmente inspirada, lo que nos lleva a una cuestión recurrente cuando se habla de Pet Shop Boys como es la extraordinaria calidad de muchas de las “caras-b” de sus singles, manifiestamente superiores en algunos casos a varios de los cortes que terminan por formar parte de los discos “grandes”.

“I Want a Lover” – Nos encontramos ante una canción tremendamente directa en la que el narrador busca compañía para una noche en un club nocturno. Nada de emborracharse como de costumbre o meterse en alguna pelea sino a alguien con quien volver a casa y de quien despedirse por la mañana (“I don’t want another drink of fight, I want a lover” o “Put your arms around me, it doesn’t mean you love me, just that you want me and you need my company”). Completando la visión que dábamos en el corte anterior sobre las “caras-b”, hay otra similar y es la presencia de potenciales “singles” de éxito en todos los discos que terminan por ser relegados a pesar de su indudable potencial. “I Want a Lover” sería, sin duda, uno de esos casos. Una canción que podría haber llegado muy alto en las listas pero que no tuvo la oportunidad.

“Later Tonight” – El tema de la homosexualidad no estuvo presente de modo explícito en las canciones de Pet Shop Boys en sus primeros años. De hecho, ninguno de los integrantes del dúo había declarado su condición en aquel momento (Neil lo hizo muchos años después). Sin embargo, el propio Tennant se sorprende de que una de sus canciones más abiertamente “gays” si es que se puede emplear ese calificativo para una canción, no fuera “descubierta” en su momento. “Later Tonight” habla de un chico enamorado de otro que no le presta la menor atención. Es una canción realmente desesperada. Los arreglos van acordes con el tema y es que se limitan a unos acordes de piano sobre los que Neil canta y que fueron grabados en vivo en el estudio, sin apenas retoques. Más tarde, se añadió un fondo electrónico muy similar al que en discos futuros, ya con mayor presupuesto, interpretaban diferentes secciones de cuerda. Una balada no demasiado apreciada pero que creemos que tiene su interés.

“Why Don’t We Live Together?” – En varias de las canciones del disco se juega con la idea de relaciones ocasionales, sin compromiso, y esto se confronta con otros casos en los que uno de los protagonistas busca una relación estable que el otro no quiere. Tenemos aquí una variante más: una pareja que no está enamorada pero que se plantea vivir juntos para ver si surge algo. Todo ello aliñado con las habituales ambigüedades de los textos del grupo “puede que no te quiera todo el tiempo y que a ti no te importe demasiado pero si vivimos juntos puede que tengamos algo en común, siempre que te atrevas” o “¿por qué no vivimos juntos? Con todo el amor que tenemos y también el que ocultamos”. Para cerrar el disco, nuestro dúo escoge otra canción pegadiza con ritmos muy propios de la época en la que se grabó el disco. No se cuenta entre nuestras canciones favoritas del grupo pero cumple como tema de cierra.

Ya hemos comentado en alguna ocasión cómo Pet Shop Boys llegaron en un momento en que el tecno-pop y la new wave gozaban aún de gran popularidad pero empezaban a mostrar signos de agotamiento. Muchas de las bandas consideradas abanderadas de esos estilo ya habían dado lo mejor de sí (pensamos en Yazoo, Softcell, Ultravox o The Human League) y otras que empezaban su andadura como Erasure o Propaganda no llegaron a tener una continuidad temporal o artística suficientemente relevante. Vista de esta forma, la apuesta de Lowe y Tennant era más arriesgada de lo que parecía aunque en algún momento pudiera haberse visto como oportunista. Lo cierto es que, en cualquier caso, acertaron y como prueba de ello tenemos sus treinta años de carrera, que es un balance que muy pocos pueden presentar y menos aún pueden hacerlo con un disco publicado en los últimos meses y uno más anunciado para dentro de tres más. De momento aparcamos por un tiempo al dúo (probablemente hasta el lanzamiento de “Electric” allá por junio) no sin antes dejaros los habituales enlaces para la adquisición de “Please”, un raro título que Neil, siempre bromista, justificó como un intento por mejorar la educación y las buenas costumbres de sus seguidores, quienes se verían obligados a pedir “por favor” el disco del grupo en las tiendas.



Nos despedimos con el video-clip de "Suburbia" en la versión del single, muy superior a la del disco:


domingo, 13 de enero de 2013

Pet Shop Boys - Actually (1987)



Hemos hablado en varias ocasiones ya de la música de Neil Tennant y Chris Lowe en su encarnación como dúo bajo el nombre de Pet Shop Boys pero casi siempre ha sido con el motivo del lanzamiento de sus nuevos discos. Queremos echar la mirada atrás unos cuantos años para hablar de los primeros trabajos del grupo inglés durante una serie de entradas que irán apareciendo por aquí intercaladas con otras de distinta temática en las próximas semanas. Lo lógico sería empezar por el principio pero hemos optado por comenzar por el segundo disco de la banda que fue el que supuso su confirmación y nos mostró que había mucho más que sólo buen pop detrás de ellos, con letras afiladas cuya actualidad, más de 25 años después de su publicación, nos llama mucho la atención.

“Actually” figura habitualmente en los puestos más altos de los rankings que se suelen elaborar con los mejores discos de su década y, ciertamente, merece ese reconocimiento ya que es un trabajo lleno de buenas canciones que supuso, además, la confirmación de sus autores como una de las bandas a seguir. El sonido del disco es un claro hijo de su tiempo con la producción de Stephen Hague, habitual de los grupos de Parlophone y abundante uso del popular sampler “Fairlight” (programado por Andy Richard) del que proceden buena parte de los timbres utilizados en el trabajo. Además de Richard, participan programando algunas secuencias y sonidos: Gary Maughan, Adrian Cook y Blue Weaver.
Cartel de la poco conocida película protagonizada por Pet Shop Boys


“One More Chance” – La canción procede de los primeros años del dúo en los que tenían una gran relación con el productor Bobby Orlando (Bobby O, de nombre artístico). Fue escrita en 1984 e inicialmente sólo Orlando y Neil Tennant aparecían acreditados como autores, a pesar de que Chris Lowe escribió varias partes de sintetizador en la versión que formó parte del disco por lo que en las últimas ediciones de “Actually” ese dato aparece convenientemente rectificado. En su momento, el tema iba a formar parte del disco de debut del dúo y llegó a aparecer como single en tiradas muy cortas en algunos países aunque no fue hasta 1987 que vio la luz de forma definitiva. El tema se abre con un redoble de tambor seguido de una sorprendente exhibición de “samples” y efectos electrónicos sobre la base de un persistente ritmo continuo. La estructura de la canción es extraña y no termina de ajustarse a los parámetros habituales del pop salvo en sus últimos instantes en los que todos los elementos parecen ponerse de acuerdo por fin para asociarse de un modo más convencional. Hemos escuchado muchos discos electrónicos con gran abundancia de samples pero siempre que escuchamos esta canción nos reafirmamos en la idea de que en ella se hace uno de los usos más inteligentes de esa tecnología que podemos recordar.



“What Have I Done to Deserve This?” – Una canción escrita en épocas distintas por autores diferentes. Neil empezó a construirla antes incluso de grabar “Please”, el primer disco de Pet Shop Boys pero en aquel momento no fue posible contar con Dusty Springfield para cantar en ella como estaba previsto por lo que la cosa se demoró. Parte de la letra está escrita por Alle Willis (quien escribió otros grandes éxitos como la popular “I’ll be There for You”, sintonía de la serie televisiva “Friends”) y el resto fue elaborado por Chris y Neil a partir del material anterior. La canción cuenta el arrepentimiento de una pareja tras romper su relación. En ella, la mujer tenía una posición superior y el hombre era su empleado, según indica el propio Tennant. A raíz de ello, muchos han querido ver alguna relación entre la canción y la película “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” rodada en 1984 por Pedro Almodovar. Desde este punto de vista, la canción sería una especie de “spin-off” centrada en el personaje del marido de la protagonista, enamorado en realidad de una mujer para la que en una ocasión hizo de chofer. La participación de Dusty Springfield en la canción sirvió en cierto modo para relanzar su carrera y propició que los miembros de Pet Shop Boys escribiesen varias canciones para sus próximos discos. A pesar de ser uno de los mayores éxitos de la banda en su momento, nunca ha sido una de nuestras canciones favoritas.

“Shopping” – Una de las muestras más claras del punzante humor del dúo en una de sus letras más críticas y desgraciadamente actuales. Recapitulemos. Nos encontramos en 1986 en el Reino Unido, en los duros años del gobierno de Margaret Thatcher y su ultraliberalismo económico. En esos momentos, buena parte del sistema público británico estaba siendo desmantelado y privatizado vendiéndose al mejor postor (“We’re buying and selling your history”). Además se acababa de aprobar una ley que suponía de facto la desregularización de los mercados financieros conocida entonces como el Big Bang (“There’s a big bang in the city, we’re all in the make”). Tennant y Lowe escribieron esta mordaz crítica con abundantes referencias a la situación: “My gain is your loss: that’s the price we pay. I’ve heard it in the house of commons: everything’s for sale”. “Mi ganancia sale de tus bolsillos, ese es el precio a pagar. Lo he oído en la Cámara de los Comunes: todo está a la venta”. Toda una declaración de intenciones que hoy nos suena demasiado. Hay muchas otras perlas de este tipo y es que toda la letra hace referencia a esa situación (“It’s easy when you got all the information, inside help, no investigation”). “Shopping”, cuenta con la participación del miembro fundador de Art of Noise, J.J.Jeczalik en el Fairlight y nos parece una de las canciones más notables del disco a pesar de no haber aparecido como single.

“Rent” – Otro gran éxito con una letra intencionadamente ambigua. Aparentemente cuenta la historia de un “escort” masculino que alquila su compañía a mujeres pudientes aunque Tennant siempre ha sostenido que la canción está narrada desde un punto de vista femenino. La canción tiene la forma de una balada aunque el acelerado ritmo subyacente consigue crear un efecto muy curioso. Poco tiempo después, Tennant y Lowe hicieron otro arreglo de la canción para Liza Minelli en la que ésta sí que se presenta como una balada siendo el resultado radicalmente diferente. El humor de Pet Shop Boys suele aparecer en sus canciones en forma de frases contundentes y ésta no es una excepción. El estribillo “I love you, you pay my rent” es demoledor en sí mismo.




“Hit Music” – Canción habitualmente minusvalorada por su aparente trivialidad pero que, como suele ocurrir con el dúo, encierra un mensaje algo más profundo bajo su letra irrelevante a priori. Explica Neil Tennant que, de hecho, fue su primera canción con referencias al SIDA, enfermedad que comenzaba a ser trágicamente común en aquellos años (aunque el disco se editó en 1987, la canción data de unos años antes). Como afirma el experto en el dúo, Wayne Studer en su página web escuchando la canción hoy en día, este giro se nos antoja mucho más evidente que entonces. El tema se construye alrededor de una línea de bajo que recuerda inmediatamente al “Peter Gunn” de Henry Mancini, tema que pocos meses antes había sido revisado por Art of Noise en una versión que alcanzó gran popularidad y que seguramente estaba presente, siquiera a un nivel inconsciente, en la cabeza del dúo cuando grabaron el disco. A partir de esa base, Tennant y Lowe fabrican una canción que tenía todos los ingredientes para convertirse en un auténtico éxito y que, paradójicamente, pasó desapercibida.

“It Couldn’t Happen Here” – Al igual que ocurría en la anterior canción, el tema de ésta es el SIDA. En los primeros años de la enfermedad, su incidencia parecía centrarse en los Estados Unidos en donde avanzaba a gran velocidad mientras que en Gran Bretaña el impacto era menor. Cuenta Neil que un amigo suyo de la época solía decir que a causa de las diferencias en los comportamientos entre la comunidad homosexual de uno y otro país, la extensión de la plaga nunca sería tan amplia en las islas (de ahí el título: “No podría ocurrir aquí”). Cuando el cantante recibió la noticia de que su amigo había contraído el síndrome, comenzó a trabajar en la canción. La música surgió como un proyecto en el que el compositor italiano Ennio Morricone se iba a encargar de crear la banda sonora de una extraña película del dúo, que se iba a estrenar un año después, basada en el propio disco “Actually”. La idea de rodar un film surgió para compensar en cierta forma la ausencia de conciertos de la banda (en aquella época, Pet Shop Boys no daban conciertos, cosa que se les criticaba con fuerza). La banda sonora nunca llegó a terminarse pero Morricone envió una cinta con alguna cosa que había compuesto y dio permiso al dúo para hacer lo que creyeran conveniente con el material, así que adaptaron parte de las melodías entregadas con la ayuda de Angelo Badalamenti quien hizo todos los arreglos orquestales. Desde un punto de vista exclusivamente musical, nos parece una de las melodías más brillantes de la carrera de Pet Shop Boys que demostraba, además, que no se limitaban a hacer brillantes himnos pop con envoltorio electrónico sino que sabían desarrollar canciones en registros muy diferentes.

“It’s a Sin” – Probablemente el mayor éxito alcanzado por los Pet Shop Boys en todos los años que llevan publicando música. Lo más curioso es que, en palabras de Neil Tennant, escribió la canción en un cuarto de hora. El cantante fue educado en un colegio católico y la letra habla en tono de confesión de cómo todo lo que ha hecho en su vida puede considerarse pecado según afirmaban sus educadores “cuando echo la vista atrás es siempre con un sentimiento de vergüenza, todo lo que he hecho, sin importar cuándo, dónde o con quién tiene un denominador común: es pecado”. El grupo tuvo que soportar acusaciones de plagio por parte de un cantautor que afirmaba que la melodía era una copia de la estrofa del “Wild World” de Cat Stevens pero ganaron el caso en los tribunales. El parecido, que existe, nos parece muy anecdótico. Por otra parte, si hay una canción a la que siempre nos ha recordado el éxito del dúo es “I Will Survive” de Gloria Gaynor y quizá por ello, el dúo ha interpretado en muchas ocasiones en sus conciertos un “medley” de ambos temas. Musicalmente, “It’s a Sin” es una de las producciones más exuberantes del grupo con un sonido absolutamente “ochentero” (esos golpes de orquesta los delatan) pero se convirtió en un himno poderosísimo que cualquier oyente reconoce hoy tras unos pocos compases.

“I Want to Wake Up” – Una de las canciones más convencionales en cuanto a su temática de todo el disco puesto que habla de la clásica historia de amor no correspondido en la que el interés romántico del protagonista  está enamorado de otra persona. No es una canción desdeñable en modo alguno pero dentro del contexto de un disco tan brillante como “Actually”, es uno de los temas que pasan más inadvertidos y quizá eso sea intencionado para relajar un poco el nivel de atención del oyente conforme nos acercamos al final del disco.

“Heart” – Otro single que alcanzó el número uno de las listas británicas aunque en su origen, ni siquiera iba a ser cantado por el grupo ya que la canción fue escrita para Hazel Dean, cantante de efímero éxito en las pistas de baile. Se llegó a pensar en enviar la canción a Madonna pero finalmente no se atrevieron a hacerlo por lo que el dúo decidió grabarla e incluirla en el disco. Los samples vocales tan característicos del tema y que forman la base rítmica del mismo se construyeron a partir de la voz de Neil Tennant mezclada con la del tenor italiano Luciano Pavarotti y la de la cantante de Prefab Sprout, Wendy Smith. Realmente, “Heart” no deja de ser una buena canción pop pero sin la profundidad que sí tienen otras de las canciones presentes en el disco. Los propios miembros del grupo no terminan de explicarse su gran éxito ya que no es uno de los temas en los que tenían más esperanzas depositadas. Comenta al respecto Chris Lowe que “Heart” fue una demostración de cómo las listas de ventas no reflejan en modo alguno la calidad de una canción y creemos que es cierto ya que, de hecho, el single es uno de los cuatro únicos números uno que ha obtenido el grupo en el Reino Unido en su carrera cuando han escrito al menos 20 o 25 canciones mejores que esta. El videoclip, sin embargo, es impagable y si os lo preguntais, sí. el vampiro es Ian McKellen.


“King’s Cross” – El título de la canción hace referencia a la mayor estación ferroviaria de Londres y la letra admite muchas interpretaciones aunque sus autores hablan de ella como una reacción hacia el creciente desempleo en aquellos años. Otras versiones hablan de otra canción sobre el SIDA (la estación era un conocido núcleo de prostitución y un lugar habitual de citas entre homosexuales) y la más disparatada se refiere al texto como una referencia al incendio de la estación en el que fallecieron 31 personas en aquellos días, algo descartable ya que el disco estaba en las tiendas dos meses antes del suceso. Estamos ante una de esas grandes canciones que suelen pasar desapercibidas dentro de los discos del dúo y que con el paso de los años no hacen sino ganar posiciones en el repertorio de favoritos de los aficionados. La frase musical del estribillo se nos antoja como una de las melodías más inspiradas que nunca han aparecido en un disco de Pet Shop Boys y eso, definitivamente, es mucho decir.

Aunque llegaron un poco tarde al boom del tecno-pop (cuando apareció “Please”, su disco de debut, ya habían sido publicados prácticamente todos los discos que hoy se consideran clásicos en el género), Pet Shop Boys han sido prácticamente los únicos que han sobrevivido hasta nuestros días manteniendo una actividad regular y publicando discos con cierta frecuencia. Además, lo han hecho manteniendo un altísimo nivel de calidad para el que nos cuesta encontrar ejemplos a la altura. No creemos que esta entrada vaya a servir a estas alturas para descubrir a ningún oyente la existencia de esta banda pero sí vemos posible que muchos lectores que tengan abandonado este disco en sus estanterías hagan el ejercicio de desempolvarlo y darle una escucha. Estamos convencidos de que ésta será tan placentera como lo fueron las primeras. Si aún no poseéis el disco, es un buen momento para haceros con él. Os sugerimos un par de sitios para hacerlo:

amazon.es

fnac.es

Nos despedimos con el medley de "It's a Sin / I Will Survive" interpretado en la gira Discovery en Rio de Janeiro: