viernes, 25 de diciembre de 2020

Röyksopp - Melody A.M. (2001)



Hay relaciones musicales que surgen casi espontáneamente cuando piensas en un autor. Nombres de esos que vienen a la cabeza automáticamente cuando oyes otro, como en los juegos infantiles en los que tienes que decir la palabra que primero se te ocurra cuando tu interlocutor te propone otra. Entramos así en el clásico juego de las recomendaciones en el que si alguien te dice Albinoni, tú piensas: Pachelbel. Ejemplos habría muchos pero a nosotros durante mucho tiempo nos ocurrió que cuando decíamos AIR, alguien nos respondía: Röyksopp.


Lo curioso del tema es que siendo nosotros admiradores del dúo francés, tardamos mucho en interesarnos por Röyksopp pese a las continuas recomendaciones en ese sentido que recibíamos por muchos medios. No hace mucho que corregimos eso y nos decidimos por darle una oportunidad al dúo noruego. No nos arrepentimos.


Torbjørn Brundtland y Svein Berge se conocieron en su Tromsø natal y formaron parte de diferentes bandas de música electrónica hasta que a finales de los 90 decidieron establecerse como dúo bajo el nombre de Röyksopp. Como ocurre muchas veces, el éxito llega de la forma más inesperada y en el caso de los noruegos el detonante fue la utilización de su primer single “So Easy”, publicado por un pequeño sello local, en dos campañas publicitarias. Una inicial de la compañía T-Mobile y otra inmediatamente posterior del canal Nickelodeon en la que parodiaban la de T-Mobile para presentar a la que sería la próxima estrella de su parrilla: Bob Esponja. Esto ocurrió en 1999 y con el impulso del single el dúo firmaría por el joven sello británico Wall of Sound, discográfica que empezó con recopilaciones de música de baile pero que empezaba ya a firmar a artistas de cierto peso como Stuart Price y su proyecto Les Rythmes Digitales, Akasha o Propellerheads. En 2001 aparecería el álbum de debut de Röyksopp bajo el título de “Melody AM”.


En el disco iba a quedar claramente definido su estilo que mezclaría una electrónica fresca con muchos toques retro, que es por donde entendemos mejor el hecho de que siempre se les relacione con los franceses de AIR o con los escoceses Boards of Canada. En “Melody AM”, Bruntland y Berge se encargan de todos los instrumentos con participaciones puntuales de vocalistas como la cantante del grupo Bel Canto, Anneli Drecker, el vocalista de Kings of Convenience, Erlend Øye o el bajista Ole Vegard Skauge.

Imagen promocional del dúo procedente de su web oficial



“So Easy” - La canción de Bob Esponja como muchos la siguen conociendo en el Reino Unido, estaba basada en un sample de la canción “Blue on Blue” de The Gals & Pals, escrita por Burt Bacharach en los años sesenta. Básicamente, las voces de la introducción de la canción original y las cuerdas (especialmente los pizzicati), forman toda la base de la canción de Röyksopp. “Así de fácil”, como reza el título. A ese sample le añaden un bajo alegre y saltarín (que siempre nos ha recordado al estilo de Mike Oldfield en “Platinum”), toques de Mellotron, un sencillo ritmo y algunos toques electrónicos para conseguir una atractiva canción prácticamente “robada” de otros como hicieron muchos otros artistas en aquella época (pensamos en Moby) que rescataban piezas  semidesconocidas del pasado para insuflarles nueva vida.




“Eple” - Continúa el tono juguetón del disco con este animado tema que sobre un ritmo hip-hop nos enseña una melodía casi infantil adornada de una serie de sonidos “vintage” que recuerdan a la electrónica clásica de los años setenta. Fue el segundo single del disco tras “So Easy” y apareció en varios programas de televisión británico además de formar parte del banco de sonidos del sistema operativo de Apple, Mac OS X Panther. Curiosamente, “Eple” significa “manzana”.


“Sparks” - En la misma línea continúa este “cha-cha-cha” electrónico, revestido de sedosos arreglos  de aire “lounge” y que cuenta con la voz de Anneli Drecker cantando a través de un filtro que la hace sonar como en una vieja radio A.M. Algunos toques de jazz contribuyen a darle a la pieza un aire muy elegante y distinguido, no demasiado lejano a lo que bandas como Portishead venían haciendo desde unos años atrás.


“In Space” - Cuerdas con sabor a película antigua y clicks de disco de vinilo abren una pieza que enseguida evoluciona hacia una rápida melodía con sonidos de cuerda pulsada, probablemente electrónicos en realidad, deslizándose sobre densos colchones de cuerdas y aromas de Mellotron. Un tema que como viene se va dejando un buen sabor de boca.


“Poor Leno” - Otro de los “singles” de “Melody A.M.” que también gozó de una cierta vida fuera del soporte estrictamente musical por formar parte de la banda sonora de un videojuego y de un corto en su día. Es una canción decididamente disco, dominada por un bajo y una guitarra claramente setenteras en la que se repite constantemente un corto estribillo cantado por Erlend Øye.


“A Higher Place” - Seguimos con otra canción con presencia de “samples” ajenos, en este caso de la voz principal de The Tyrrel Corporation y su canción “Freedom”. Sin embargo, en esta ocasión la canción tiene mucho más. Un ritmo muy atractivo y sobre todo una melodía en la segunda mitad con aire a unos Kraftwerk humanizados, despojados de su espíritu robótico. Una de nuestras favoritas del disco.




“Röyksopp's Night Out” - La pieza más larga del disco es también una de las más interesantes con un comienzo frenético, su punto de épica, un trabajo de percusión bastante complejo y una integración de las cuerdas y los efectos electrónicos fascinante. Además de todo eso, las melodías que aparecen y desaparecen y el uso de arpegios al estilo de Vangelis o las guitarras, entre Pink Floyd y la música disco, hacen de esta composición un viaje que merece mucho la pena.




“Remind Me” - Lo que parecía una canción tontorrona acaba teniendo su gracia por la combinación de ritmos bailables, una acertada batería de jazz y una linea de bajo muy elaborada que podría ser la banda sonora de cualquier videojuego de 8 bits de comienzos de los ochenta. Repite Erlend Øye en las voces dando un toque muy personal al tema.


“She's So” - El saxofón de “Love in Space”, composición de Peter Thomas para la banda sonora de la película de 1966, “Raumpatrouille” abre la pieza rodeado de teclados de sonido “retro” que nos devuelven otra vez a la era dorada de la electrónica en una labor de recuperación que Röyksopp comparten con los varias veces citados AIR. De nuevo la variedad temática es la parte fuerte de una pieza que salta de la “space music” al “jazz” y viceversa con toda naturalidad.


“40 Years Back / Come” - El último artista del que Röyksopp toman algo prestado es nuestro admirado bajista Michael Manring de quien utilizan una pieza de su etapa en el sello Windham Hill: “Red Right Returning”. En esta ocasión, sin embargo, el “sample” no ocupa la parte central de la pieza como en otros cortes del disco sino que aparece en la segunda parte del tema casi como una coda a todo el trabajo.



Desafortunadamente, la producción de Röyksopp no ha sido muy abundante y en los 16 años de carrera “oficial” de la banda apenas hemos disfrutado de cinco trabajos de larga duración. Entrecomillamos “oficial” porque lo último que publicaron en 2014 dio a entender que era el cierre de su carrera al titularse “The Inevitable End” aunque desde entonces han seguido dando conciertos y grabando material para proyectos más pequeños o colaboraciones con otros artistas. Una vez presentados por aquí, no será raro que vuelvan a aparecer en el futuro con alguno de sus otros trabajos. Nos despedimos con una versión en directo de "Poor Leno" en el festival de Glastonbury:




1 comentario:

  1. Pues sí, un discazo que gustará a todos los amantes de AIR y viceversa. Hay otra
    versión de Remind Me, la Someone Else's Mix, que se usó para el videoclip (un videoclip animado muy chulo) que me parece incluso mejor que la versión que aparece en el disco, por su estilo a la Yellow Magic Orchestra y sus sonidos de videojuego. En sus siguientes trabajos se fueron acercando a los ritmos electrónicos de baile pero siempre guardando un bonito equilibrio entre comercialidad y originalidad, creando un estilo muy distintivo. Merecen la pena, totalmente.

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