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jueves, 30 de junio de 2022

Terje Rypdal - Terje Rypdal (1971)




Toca hablar hoy de uno de los artistas más particulares del sello ECM y para ello viajamos a Noruega, tierra natal del guitarrista Terje Rypdal. Su padre era clarinetista y director por lo que el contacto con la música del joven Terje se dio muy pronto. Aunque sus primeros instrumentos fueron el piano y la trompeta, en cuanto descubrió la guitarra (que aprendió a tocar por su cuenta) supo que la elección estaba tomada, especialmente cuando conoció la música de Jimi Hendrix y empezó a tocar en un estilo más psicodélico dejando atrás su primera etapa en la que imitaba a Hank Marvin de los Shadows. En todo caso, sus influencias abarcan desde la música académica más vanguardista de la época (Ligeti) hasta el jazz de Miles Davis o Coltrane lo que hizo que pronto entrase en contacto con todo tipo de músicos en su Noruega natal incluyendo a George Russell, pieza fundamental en el nacimiento del llamado “jazz nórdico” y, sobre todo, con Jan Garbarek quien propició la entrada de Rypdal en el sello ECM. Allí no tardó en destacar y enseguida recibió el encargo de Manfred Eicher de grabar un disco en solitario en cuanto escuchó varias piezas del músico descartadas de uno de los discos con Garbarek.


El debut de Rypdal con ECM se produjo con el disco homónimo en el que participarían buena parte de los colaboradores habituales de Garbarek, incluído el propio saxofonista. La alineación la formaban: Jan Garbarek (saxo, flauta y clarinete), Eckerhard Fintl (oboe y corno inglés), Bobo Stenson (piano eléctrico), Tom Halversen (piano eléctrico), Arild Andersen (bajo eléctrico y contrabajo), Bjornar Andresen (bajo eléctrico), Jon Christensen (percusión) e Inger Lise Rypdal, esposa del músico por aquel entonces y cantante. Terje tocaba la guitarra y la flauta.


Terje Rypdal


“Keep it Like That – Tight” - La pieza se abre con unas notas de contrabajo aderezadas con acordes de guitarra que dejan entrever un fondo funk, aún algo tenue. Entra la batería para subrayar las notas del contrabajo y la pieza empieza a coger vuelo, siempre con un aire misterioso muy cinematográfico. En la segunda parte aparece el saxo de Garbarek, un punto desgarrado junto con el piano eléctrico y se adueñan por completo del final del tema junto con la guitarra de Rypdal que aporta un toque ácido muy característico que encaja a la perfección con la atmósfera de la pieza.


“Rainbow” - El segundo corte del disco comienza de un modo oscuro, con el contrabajo explorando su tesitura más grave y el clarinete incorporando un elemento de misterio acentuado con la percusión y, más tarde, con la flauta. Es una excelente pieza ambiental que pone de manifiesto la maestría de Rypdal a la hora de manejar estados de ánimo en el oyente.


“Electric Fantasy” - El siguiente tema enlaza con la atmósfera del anterior con la incorporación del piano eléctrico en la entrada, que combinado con el corno inglés y la flauta nos acercan al Miles Davis más experimental. Son momentos de protagonismo de Garbarek y de la batería de Jon Christensen que dialogan durante unos minutos con el contrabajo haciendo de testigo y preparándonos para la aparición de la voz de Inger Lise Rypdal, absolutamente inquietante. En el final toma el relevo el oboe de Fintl que, junto con las guitarras, nos acompaña durante el siguiente tramo de la pieza hasta llegar al final en el que es Garbarek de nuevo el que toma el papel principal a dúo con el bajo de Andersen.


“Lontano II” - Poco antes de la grabación del disco, Rypdal había participado en “Sart”, grabación de Jan Garbarek prácticamente con la misma banda que toca aquí. En ella, Rypdal aportaba su composición “Lontano” de la que escuchamos aquí su segunda parte. Muy tenebrosa, como es la línea general de todo el disco y que hace las veces de transición.


“Tough Enough” - Cerrando el disco, escuchamos la guitarra de Rypdal en su versión más nítida, en una pieza más convencional que el resto y donde, junto con el bajo de Andersen y la batería de Christensen, todos funcionan como un trío perfectamente engrasado que se atreve incluso con un blues lleno de fuerza en medio de la pieza.



Quizá Terje Rypdal no haya sido nunca uno de los artistas más populares del sello ECM pero eso no quita para que su forma de tocar la guitarra, tan poco jazzística si la comparamos, por ejemplo, con la de Pat Metheny cuando formó parte de la nómina de la discográfica, le convierta en uno de los intérpretes más personales. Sus ambientes y atmósferas (esa influencia de Ligeti) son siempre fascinantes lo que le llevó a formar parte de la banda sonora de una película tan icónica como fue “Heat” en su momento. Aunque todavía no había aparecido por el blog en todo este tiempo, estamos seguros de que lo hará en más de una ocasión en el futuro.



miércoles, 30 de septiembre de 2020

Jan Garbarek-Bobo Stenson Quartet - Witchi-Tai-To (1974)



Una de las corrientes más inesperadas del jazz moderno surgió a caballo entre las décadas de los sesenta y los setenta en Escandinavia. Pese a ser un género inequívocamente norteamericano, el jazz pronto atrajo a la intelectualidad europea y se convirtió en una música sofisticada y distinguida cuya escucha se quiso ver como sinónimo de cultura y modernidad. Por ello, era habitual que las grandes estrellas americanas tocasen habitualmente en la vieja Europa lo que propició que músicos locales comenzasen a interesarse también en el jazz y a integrarlo en su propia expresión musical. Dentro del continente, los países nórdicos fueron especialmente entusiastas acogiendo enseguida no solo la música sino también a los músicos. Uno de esos artistas que quedaron fascinados por Escandinavia fue el pianista George Russell quien, tras actuar allí con su banda, decidió quedarse a vivir y continuar su carrera junto con músicos locales. Entre los artistas con los que trabó contacto y empezó a colaborar se encontraban Terje Rypdal, Jan Garbarek y Jon Christensen. Los tres participaron en distintos discos de Russell y poco después iniciaron una larga serie de colaboraciones entre sí y junto a multitud de artistas nórdicos. Sin ir más lejos, Terje y Jon formaron parte del cuarteto que grabó el segundo disco de Jan Garbarek, “Esoteric Circle” (1969) cuya producción corrió por cuenta, precisamente, de George Russell.


No tardaron en grabar un segundo trabajo, ya dentro del sello ECM que desde el primer momento se convirtió en el buque insignia del pujante “Jazz Nórdico”. El grupo de Garbarek se amplió a quinteto con la llegada del sueco Bobo Stenson y de Arild Andersen y juntos grabaron “SART” (1971). Stenson era un pianista muy reputado e inquieto que también grababa con diferentes formaciones, incluyendo su trío en el que se integró Jon Christensen o la banda Rena Rama en la que coincidió con el contrabajista Palle Danielsson que es la pieza que faltaba para cerrar nuestro puzzle.


Stenson iba a grabar para ECM con su trío pero tras una “jam session” en la que participó Garbarek, se cambió de idea y lo que terminó surgiendo de ahí fue el Jan Garbarek – Bobo Stenson Quartet integrado por ambos músicos, Jon Christensen y Palle Danielson quienes grabaron el disco que traemos hoy aquí: “Witchi-Tai-To”. La grabación tuvo lugar en Oslo bajo las normas estéticas que Manfred Eicher implantó para su sello ECM, es decir, grabación en muy pocas sesiones, ausencia de retoques posteriores y poner a la música y a los músicos en el centro de todo. Una especie de trasunto de la revolución que su buen amigo Jean-Luc Godard llevó al cine años antes. Como curiosidad, prácticamente todas las piezas del disco eran composiciones ajenas a los intérpretes. En algún caso ajenas también al mundo del jazz.


“A.I.R.” - La primera pieza de disco es obra de la pianista y teclista Carla Bley y formó parte de su “ópera-jazz” “Escalator Over the Hill” (1971). El título son las iniciales de “All India Radio”. Nos recibe la pieza con una serie de percusiones entre las que se encuentra el propio piano y el contrabajo que son golpeados por sus intérpretes de forma rítmica. Aparece entonces el saxo de Garbarek ejecutando la melodía central con su nitidez habitual. Conforme avanzamos, el piano y la percusión se hacen más presentes y van construyendo un ambiente que nos recuerda a veces al “Bitches Brew” de Miles Davis aparecido unos meses antes. Sobre ese tenso fondo vamos asistiendo a las improvisaciones, primero de Jan y luego de Bobo Stenson al piano en las que nos demuestran ambos un nivel superlativo.


“Kukka” - La única pieza firmada por un miembro del grupo es esta composición del contrabajista Palle Danielson. Los primeros minutos funciona como un trío clásico de piano, batería y contrabajo con especial mención para éste último, que por algo es el instrumento del autor de la pieza. Garbarek aparece solo al final con el saxo tenor para cerrar una composición con el sabor del jazz de toda la vida.


“Hasta Siempre” - Quizá la mayor sorpresa del disco venga por esta versión del “Hasta Siempre , Comandante” que el “cantor de la Revolución”, Carlos Puebla, dedicó al Ché Guevara cuando éste anunció que dejaba Cuba. Es una de sus canciones más interpretadas por artistas de todo tipo pero ninguna de esas versiones puede compararse a esta por lo inesperado de la misma. La introducción tiene un cierto aire aflamencado en la parte de Garbarek pero siempre sobre un fondo free-jazz notable. Tras una breve pausa toma la palabra Stenson al piano y entra el saxo de Jan para ejecutar la melodía central. Mientras tanto, batería y contrabajo marcan un ritmo continuo que nos recuerda siquiera lejanamente a la “Solea” del “Sketches of Spain” de Miles Davis, una pieza con la que, bien mirado, esta versión tendría muchas similitudes estéticas.




“Witchi-Tai-To” - Jim Pepper fue una gran influencia para Garbarek por su forma de interpretar el saxo. El músico, de ascendencia nativo-americana, fue también un pionero a la hora de mezclar elementos de su folclore natal con el jazz más vanguardista y quizá sea esta pieza el mejor ejemplo de ello. Comienza con una preciosa introducción al piano por parte de Bobo Stenson en clave de blues que enseguida va rolando hacia un jazz más puro de la mano, sobre todo de la sección rítmica. No es hasta mediada la pieza que aparece Garbarek para ejecutar un solo lleno de emoción que nos acompaña hasta el final. Como prueba de la devoción de Garbarek por esta composición en particular, está el hecho de que la volvió a grabar años después para su disco “Twelve Moons”.


“Desireless” - La parte final del disco la ocupa una composición del trompetista Don Cherry perteneciente a su trabajo “Relativity Suite” publicado muy pocos meses antes, Lo curioso es que, mientras que el original de Cherry no alcanza el minuto y medio de duración y se limita a una melodía que, además, recuerda bastante a la de “Sound of Silence” de Simon and Garfunkel, la versión del cuarteto que hoy nos ocupa se extiende a lo largo de veinte minutos de locura en los que la breve melodía de Cherry es sólo la excusa para empezar. A partir de ahí asistimos a una delirante exhibición de creatividad al nivel de los mejores discos de jazz de su época.






Poco después de terminar el disco, Garbarek, Danielsson y Christensen se integraron en el llamado “cuarteto europeo” de Keith Jarrett, contrapartida de su “cuarteto americano” del que formaban parte Charlie Haden, Paul Motian y Dewey Redman pero esa será otra historia. Como Garbarek – Stenson Quartet aún grabaron algún disco más antes de seguir cada uno por su camino aunque volverían a encontrarse en alguna ocasión. “Witchi-Tai-To” pasa por ser uno de los mejores trabajos en su género y la revista Jazz Forum (quizá la más importante de Europa en su momento) lo eligió como disco del año. También suele mencionarsele entre los discos más interesantes de Jan Garbarek y, por supuesto, es uno de los destacados en la colección “Milestones” del sello ECM que reicientemente ha ido reeditando lo mejor de su catálogo por lo que no es nada difícil de adquirir en cualquier tienda online hoy en día.