domingo, 27 de noviembre de 2011

Gavin Bryars - Piano Concerto (The Solway Canal) (2011)



El caso de Gavin Bryars es bastante peculiar. Con un aspecto que nos recuerda más al de un viejo boxeador al que nos podríamos encontrar en cualquier pub irlandés detrás de una pinta de cerveza a medio terminar, estamos hablando, por contra, de uno de los más brillantes compositores ingleses de la actualidad y que empezó como contrabajista de un conjunto de jazz pero que pronto optó por la formación académica e, incluso, se desplazó a EE.UU. donde trabajó con John Cage entre otros. Tras eso, volvió al Reino Unido donde se dedicó a enseñar música en Portsmouth donde fundó la legendaria, si es que se puede llamar así, Portsmouth Sinfonía, autodenominada como “la peor orquesta del mundo”. Para entrar en la orquesta había que cumplir un único requisito: no ser músico o, en su defecto, si eras músico tenías que tocar un instrumento ajeno a aquel que dominabas. No se trataba de tocar mal ya que, por el contrario, se exigía a los “músicos” hacerlo lo mejor que pudieran. Esta curiosa congregación de “no músicos” llegó a grabar un LP y varios singles de cierto éxito en su tiempo. Como curiosidad, Brian Eno llegó a formar parte de la Portsmouth Sinfonía en su juventud. La colaboración entre Bryars y Eno tuvo más episodios entre los que destacan los arreglos que hizo para el disco “Discreet Music” del segundo.


Gavin Bryars

A finales de los sesenta escribió la que quizá sea su obra más conocida: “The Sinking of Titanic” (1969) seguida poco después por la no menos popular “Jesus Blood Never Failed Me Yet” (1971). Ambas obtuvieron un grán éxito mucho más tarde, vaya usted a saber por qué, tras sendas reediciones ya en los años noventa cuando la categoría de las dos obras era realmente notable y habría merecido un reconocimiento mucho antes, aunque ese fenómeno no es ajeno a muchos compositores contemporaneos, y pienso en Henryk Gorecki y su 3ª sinfonía sin ir más lejos. La mayor parte de la obra de Bryars está escrita para pequeñas formaciones de cámara, especialmente para su propia banda, la Gavin Bryars Ensemble. Aunque su obra tuvo momentos que le acercaron al minimalismo, lo cierto es que su estilo mezcla varias corrientes, reflejando un gran interés en la música antigua y, en general, en toda la música de los siglos pasados. Algo parecido a lo que ocurre con otros músicos habituales en el blog como Arvo Pärt o John Tavener pero con resultados muy diferentes. En cualquier caso, nos encontramos ante uno de los más asequibles compositores contemporaneos sin que el término "asequible" signifique una merma en ningún caso de la calidad de su música.

El disco que nos ocupa hoy, es una selección de piezas enfocadas en el piano, recientemente publicada por el sello Naxos. La primera de ellas, titulada “After Haendel’s Vesper” data de 1995 y fue escrita originalmente para clavicembalo. En el momento de la escritura de la pieza, Bryars atravesaba una etapa de inspiración en la música del periodo barroco y en este caso, es una obra de Haendel la que sirve de punto de partida para nuestro compositor. La pieza de Bryars combina materiales contemporaneos, especialmente minimalistas, con puntuales adornos barrocos e incluso, ciertos aires jazzisticos. Comienza de forma solemne y pausada, muy lenta y ceremonial hasta que llegamos a la parte central en la que la música fluye con ese estilo típico de su autor en el que las notas nos van llegando de forma casi ondulante y que ha hecho de Bryars uno de los músicos contemporaneos más reconocibles. Por algún motivo, cuando escuchamos esta pieza nos viene siempre a la cabeza la obra de otro gran maestro como fue Claude Debussy en cuya música encontramos las mismas características evocadoras que, más que melodías concretas que todos podemos tararear, nos dejan ambientes y sensaciones dispersas más difíciles de recordar en cualquier momento pero igualmente valiosas.

“Ramble on Cortona” se escribió el pasado año 2010 y está especialmente dedicada al intérprete de la grabación, Ralph Van Raat, de cuyas habilidades ya hemos dado cuenta en anteriores entradas. Se trata de una adaptación de varios temas pertenecientes a “Laude”, obra vocal escrita por Bryars recientemente a partir de unos manuscritos del S.XIII hallados en Cortona, Italia y es una de las escasísimas piezas para piano sólo de la producción de su autor. A pesar de los años transcurridos entre ambas piezas, tanto ésta como la anterior obra del disco comparten las mismas características y espíritu.

“Piano Concerto (The Solway Canal)” es la pieza central del disco. Como la anterior, está dedicada al pianista Van Raat y también se escribió el año pasado. Escrita para piano, coro y orquesta, no se trata del típico concierto en el que el piano se enfrenta cara a cara con la orquesta en una lucha de virtuosismo sino que cumple un papel, casi introductorio, como un guía que nos transporta de un pasaje a otro de los interpretados por el resto de los músicos y cantantes. En esta función, el piano suena tremendamente lírico y colorista, al modo de los maestros del impresionismo francés. El papel del coro es bastante extraño. El texto que cantan está basado en dos sonetos del poeta escocés Edwin Morgan, el primero de los cuales dá título al concierto. Sin embargo, en muchos momentos de la obra, el texto es apenas audible y hay que esforzarse para entender los versos. Los poemas de Morgan nos hablan de paisajes en la niebla, con barcos que navegan sin ser vistos a más de unos pocos metros de distancia y, probablemente esa es la idea que se quiere evocar con ese papel, casi furtivo, del coro en muchas ocasiones. En nuestra opinión, se trata de una obra sobresaliente a la altura de las mejores de su autor.


Extracto del concierto para piano


Aparte de la comentada aportación del pianista Ralph Van Raat, único intérprete en las dos primeras piezas del disco, participan en la grabación del concierto para piano la Netherlands Radio Chamber Philharmonic y el coro Capella Amsterdam bajo la dirección de Otto Tausk.

Os dejamos los habituales enlaces para adquirir el disco:

amazon.es

fnac.es

En el siguiente video, en inglés, podeis ver a Van Raat y Bryars hablando del proceso de composición del concierto:

martes, 22 de noviembre de 2011

Weather Report - Heavy Weather (1977)



Aunque se conocían desde tiempo atrás por sus colaboraciones en otras bandas, podemos afirmar que Joe Zawinul y Wayne Shorter iniciaron su carrera conjunta en la banda de Miles Davis que grabó dos discos tan importantes como “In a Silent Way” y, sobre todo, “Bitches Brew” en los que Davis traspasó todas las fronteras existentes en el jazz tradicional una vez más. Zawinul, austriaco de nacimiento, es un teclista excepcional y fue uno de los primeros en introducir los teclados eléctricos y los sintetizadores en el jazz. Pero no es la interpretativa su única faceta destacada ya que Joe se ha destacado por se uno de los más brillantes compositores del jazz moderno. Todo lo dicho sobre Zawinul se puede repetir acerca de Wayne Shorter, excepcional saxofonista y, probablemente, el mejor compositor vivo del mundo del jazz, opinión refrendada por colegas tan reputados como John Coltrane, Herbie Hancock o el propio Davis.

Zawinul y Shorter, junto con el bajista checoslovaco Miroslav Vitous formaron el nucleo central de Weather Report, formación que iba a revolucionar el panorama de jazz en los setenta y que hoy está considerada como una de las bandas pioneras en lo que se denominó jazz fusión. Con los años, su estilo fue evolucionando hacia otras músicas como el funk y hubo varios cambios de formación permaneciendo el dúo como el nucleo central de la banda. Sin embargo, y aunque la trayectoria de Weather Report había sido modélica y muy bien valorada tanto por los críticos como por el público en general, lo mejor estaba aún por llegar y esta época dorada coincidió con la incorporación del bajista Jaco Pastorius, probablemente el más influyente de los intérpretes de su instrumento en las últimas décadas. Cuenta la leyenda que Pastorius se acercó a Zawinul al terminar un concierto de Weather Report y le dijo que había estado bien pero que esperaba más de ellos, para añadir a continuación que deberían incorporarle a la banda ya que era el mejor bajista del mundo. Zawinul le echó con cajas destempladas pero ante la insistencia de Jaco, le pidió algunas casettes con demos de su música y establecieron una cierta correspondencia durante varias semanas.

Es cierto que Pastorius ya aparece en los créditos de “Black Market” de 1976 pero es “Heavy Weather” el primer disco en el que participa de forma completa. Hoy en día, Pastorius es una leyenda pero en el momento en que se incorporó a Weather Report, era un auténtico desconocido surgido de la nada y sólo algunos recordaban que ya había aparecido en el disco “Bright Size Life” de Pat Metheny de 1976 y en un disco de improvisaciones en directo del sello del teclista Paul Bley junto con el propio Bley, Metheny y Bruce Ditmas. También había publicado ya en 1976 un disco en solitario con Columbia en el que tomaron parte estrellas de la talla de Herbie Hancock, Narada Michael Walden o David Sanborn, por citar sólo a unos pocos pero a nivel popular, fueron sus discos con Weather Report los que le conviertieron en estrella.


De izquierda a derecha: Zawinul, Pastorius, Acuña, Shorter y Badrenas

Pasamos a desglosar los temas del disco uno por uno:

“Birdland” – Escrita por Joe Zawinul, es la canción más popular del disco. Alcanzó un grán éxito en su momento y hoy se ha convertido en un standard, interpretada por multitud de artistas con regularidad. Aunque la introducción recae sobre los teclados de Zawinul y la batería de Alex Acuña es el elemento que cohesiona toda la pieza con una exactitud casi metronómica, el bajo de Pastorius y los saxos de Shorter son los elementos más destacados a la hora de llevar las melodías. El título es un homenaje al mítico club de la calle 52, en New York, bautizado con ese nombre en honor de Charlie Parker. En palabras de Pastorius, la grabación de “Birdland” se hizo en una sola toma.
Joe Zawinul (ARP 2600, piano Yamaha, Oberheim Polyphonic Synthesizer, voces, melódica) / Wayne Shorter (saxos soprano y tenor) / Jaco Pastorius (bajo, mandocello, voces) / Alex Acuña (batería) / Manolo Badrena (percusiones)

“A Remark You Made” – Segunda de las piezas de Zawinul, se trata de una balada exquisita en la que podemos apreciar en toda su intensidad, la sensibilidad de Jaco Pastorius al bajo sin trastes. Sin desmerecer en absoluto el resto del disco, creemos que esta composición es la mejor de todo el trabajo, con momentos para el lucimiento de todos los intérpretes, destacanndo especialmente la segunda mitad de Zawinul a los sintetizadores, extrayendoles unas sonoridades ajenas hasta ese momento a las habituales en el género.
Joe Zawinul (ARP 2600, piano eléctrico Rhodes, Oberheim Polyphonic Synthesizer) / Wayne Shorter (saxo tenor) / Jaco Pastorius (bajo) / Alex Acuña (batería)



“Teen Town” – Se trata de una composición fundamentalmente rítmica, surgida de la mente de Jaco Pastorius, quien toca la batería en el único tema del disco sin participación de Alex Acuña. El protagonismo del bajista es casi absoluto mientras que Shorter se limita a alguna breve frase y Zawinul a algunas partes, casi de relleno. No es la mejor pieza del disco y lo cierto es que Jaco, como compositor, no estaba a la misma altura que sus compañeros.
Joe Zawinul (ARP 2600, piano eléctrico Rhodes, Oberheim Polyphonic Synthesizer, melódica) / Wayne Shorter (saxo soprano) / Jaco Pastorius (bajo, batería) / Manolo Badrena (percusiones)

“Harlequin” – Primero de los dos temas de Wayne Shorter en el disco. Con él volvemos a los tiempos lentos. La madurez del compositor se hace patente en varios momentos pero especialmente en el hecho de que, contrariamente a lo que sucede en el corte anterior, Shorter no se reserva un papel protagonista (más bien lo es Zawinul) y su participación está perfectamente integrada en la del resto de la banda.
Joe Zawinul (ARP 2600, piano eléctrico Rhodes, piano Yamaha, Oberheim Polyphonic Synthesizer) / Wayne Shorter (saxo soprano) / Jaco Pastorius (bajo) / Alex Acuña (batería) / Manolo Badrena (voces)



“Rumba, Mama” – Única pieza del disco escrita por los percusionistas Manolo Badrena y Alex Acuña. Como corresponde con sus orígenes, se trata de una rítmica composición de aire latino interpretada exclusivamente por ambos músicos a los timbales, congas y tom-toms.
Alex Acuña (percusiones, voces) / Manolo Badrena (percusiones)

“Palladium” – Segunda pieza de Wayne Shorter en el disco. Con un comienzo casi rockero, enseguida pasa a tener un aire funky muy alegre. Quizá sea la composición más completa del disco en el sentido en que se trata de la que mayor y más equilibrada participación tiene de todos los intérpretes. Aunque los miembros de la banda no esten de acuerdo, cuando uno oye hablar de jazz-fusión, no puede evitar que le venga a la cabeza este tema. Como curiosidad, Pastorius interpreta, al margen del bajo, los steel drums.
Joe Zawinul (ARP 2600, piano eléctrico Rhodes) / Wayne Shorter (saxos soprano y tenor) / Jaco Pastorius (bajo, steel drums) / Alex Acuña (batería) / Manolo Badrena (percusiones)

“The Juggler” – Nueva composición de Joe Zawinul y quizá la menos jazzistica del disco, con algunos elementos casi folclóricos y muchos momentos deudores del rock progresivo. A pesar de que, quizá no esté considerada por muchos como una de las piezas destacadas del disco, creemos que es una de esas joyas escondidas que, a veces, quedan olvidadas en medio de discos que, como ocurre con este “Heavy Weather”, han alcanzado la categoría de legendarios.
Joe Zawinul (ARP 2600, piano eléctrico Rhodes, piano Yamaha, guitarra y tabla) / Wayne Shorter (saxo soprano) / Jaco Pastorius (bajo, mandocello) / Alex Acuña (batería y palmas) / Manolo Badrena (percusiones)

“Havona” – Cierra el disco otro tema de Jaco Pastorius en el que, como es habitual, el bajista se reserva varias partes en las que poder explayarse a gusto, así como varios duelos con Zawinul y Shorter en los que queda patente el virtuosismo de estos músicos. “Havona” es uno de esos temas que explican por qué Weather Report fueron tan admirados y su influencia sigue presente en músicos actuales (y no podemos evitar pensar en el Pat Metheny Group o el Lito Vitale Cuarteto, de entre los habituales del blog, cuando afirmamos esto).
Joe Zawinul (ARP 2600, piano Yamaha, Oberheim Polyphonic Synthesizer) / Wayne Shorter (saxo soprano) / Jaco Pastorius (bajo) / Alex Acuña (batería)

“Heavy Weather” es uno de esos discos icónicos, que siempre son citados en todo tipo de listas, clasificaciones y en frases del tipo de “hay un antes y un después de…” además de presentar la rara característica de ser muy valorado tanto por la crítica como por los aficionados en su tiempo y de seguir manteniendo ese status de disco fundamental casi 35 años después de su aparición. Fue el primer disco de la banda en alcanzar el número 1 en la lista Billboard en la categoría de jazz en 1977.

A continuación teneis un par de enlaces en los que comprar el disco:

amazon.es

play.com

Y os dejamos con "Birdland" interpretada en directo en Offenbach (Alemania) en 1978:

domingo, 20 de noviembre de 2011

Christopher Bowers Broadbent - Trivium (1992)



Christopher Bowers-Broadbent es un músico británico, conocido principalmente por su faceta como organista, aunque tiene una obra de cierta importancia como compositor. Su carrera musical comenzó como corista en el famoso King’s College Choir de Cambridge pero pronto se pasó al órgano y la composición completando su formación en ambos campos en la prestigiosa London´s Royal Academy of Music. Los lectores habituales del blog no encontrarán extraño su nombre puesto que ya ha aparecido como intérprete en cuatro grabaciones anteriormente comentadas aquí, todas ellas sobre música de Arvo Pärt, lo que no debe extrañar puesto que Christopher se centra en un repertorio contemporaneo y no son muchos los compositores que escriben para un instrumento como el órgano hoy en día. Entre los músicos cuyas obras han sido grabadas por el organista, destacamos a Henryk Gorecki, Olivier Messiaen, Gavin Bryars o Darius Milhaud.

Christopher Bowers Broadbent
La mayoría de sus grabaciones han sido publicadas por el sello ECM y ésta de la que hablamos hoy es una de ellas. La selección de piezas incluye obras del citado Arvo Pärt, Peter Maxwell Davies y Philip Glass. Al respecto de las mismas, escribe Christopher en las notas del disco que:

“Esta es una interpretación acerca del tiempo y el espacio, inspirada por la emoción que experimenté al descubrir esta música. Descubrí la música de Arvo Pärt gracias a un productor de la BBC especialista en música antigua. La conexión de Pärt con la música antigua es evidente pero sólo es la punta del iceberg. Clásica, romántica, serial, vanguardista, todas estas músicas están ahí si la analizas, pero, en mi opinión, lo que importa es la energía de la música de Pärt por encima del tiempo y el espacio, así como su tremenda humanidad, el cariño con que trata a los intérpretes y el delicado control que ejerce sobre cada interpretación. En el mundo de Pärt hay espacio para escuchar los sonidos con una frescura absoluta.

Aun siendo un mundo similar, las piezas de Peter Maxwell Davies representan un contraste. Melodías del siglo XVI se nos presentan con raras armonías tonales enfrentadas a obligatos fuera de tiempo que nos llevan en todas direcciones.

Fue la ilusión de escuchar algo atemporal la que me llevó a la música de Philip Glass (teniendo en cuenta que fui educado en la escuela europea de progresiones armónicas).Recuerdo, cuando era joven, allá por los años setenta, escuchar el sonido de un grán órgano en una radio de una habitación alejada de la mía. Tardé al menos cinco años en averiguar qué música era aquella y ahora forma parte de este disco.

Tiempo dentro del espacio: la mayor de las galaxias se compone de un puñado de pequeñas estrellas.”

Las obras contenidas en el disco están agrupadas por autores. El primer tramo lo ocupan composiciones de Arvo Pärt:



El compositor estonio Arvo Pärt
 “Trivium” es la que abre el trabajo. Compuesta en 1976 para otra formación instrumental, fue reescrita en 1988 adaptandola para ser interpretada al órgano. Forma parte de la serie de composiciones del estonio que se agrupan bajo la denominación de tintinnabuli. La técnica es simple en apariencia: la nota tónica no se toma como un punto de partida al que se volverá finalmente sino también como un campo de exploración en sí mismo. Existen dos tipos de lineas que Paul Hillier identifica como la linea “M” y la linea “T”. La “M” hace referencia a la melodía, mientras que la “T” (de tintinnabuli), hace referencia a las notas pertencientes al acorde al que pertenece la nota tonal. La linea “T” siempre queda confinada dentro del acorde establecido alcanzando ese efecto tan característico de las composiciones de Pärt. El título “Trivium” hace referencia a la estructura tripartita de la pieza que va cambiando a lo largo de tres secciones. En la primera encontramos tres voces, la linea “M”, la linea “T” y una nota pedal sostenida. En la segunda, la nota pedal baja una octava abriendo un espacio para otro par de voces que desaparecen, junto con la propia nota pedal en la tercera sección.

“Mein Weg hat Gipfel und Wellentäler”, título extraído de un poema de Edmond Jabès y que podría traducirse como “mi camino tiene sus picos y sus valles”, es una composición escrita por encargo del festival de órgano de Parainen, Finlandia, de 1989. Aparentemente, se trata de una composición basada en prolongados ascensos y descensos melódicos pero, analizada de forma más detallada, revela lo que algunos estudiosos han visto como una estructura fractal en la que todas las voces tocan las misma notas pero a distintas velocidades. La melodía, por tanto, nos va llegando a intervalos regulares, como las olas a una playa, repitiendose continuamente pero sin llegar nunca a ser igual.

“Annum per annum” es otra obra escrita por encargo que data de 1980. Se escribió para conmemorar el hecho de que se cumplían 900 años de misas diarias, sin interrupción en la catedral de Speier, Alemania, una de las mayores catedrales románicas. Pärt aprovechó la estructura clásica de la misa (Kyrie-Gloria-Credo-Sanctus-Agnus Dei) para organizar la pieza tomando las iniciales de cada parte (K-G-C-S-A) como notas de partida, al modo que se hizo en el siglo XIX con las letras de la palabra B-A-C-H por muchos compositores (el propio Pärt tiene también su propio juego con esa combinación).

“Pari Intervallo” fue escrita en la misma época que “Trivium” y comparte sus mismas características. Originalmente compuesta para cuarteto de metales, fue adaptada para órgano posteriormente. Como en aquella pieza, el título hace referencia a la propia estructura de la misma. En este caso, tenemos dos lineas “M” y sus correspondientes lineas “T” que se desarrollan a lo largo de seis frases de doce compases cada una. Cada frase comienza en una nota distinta de la triada y las dos lineas “M” corren paralelas separadas por dos octavas y un tercio excepto en el comienzo y el fin de cada frase cuando se aproximan hasta la distancia justa de dos octavas.



El británico Sir Peter Maxwell Davies es un prolífico compositor escocés cuya obra no es demasiado conocida por el grán público, a excepción de una larga serie de cuartetos de cuerdas compuestos y grabados para el sello Naxos. En el disco aparecen dos cortes que, en realidad, son dos movimientos de una composición más extensa. Sucede lo contrario en esta ocasión que en las obras anteriores de Arvo Pärt y es que “Psalm 124” es una pieza escrita para órgano en su momento que se adaptó posteriormente para una formación de dos flautas, clarinete, guitarra, violín, viola, cello, glockenspiel y marimba. La composición, de 1974, tiene una cierta relación con la forma de escribir de otro músico británico, Michael Nyman, puesto que parte de la base de un material compuesto por otros autores y que Maxwell-Davies adapta a su propio lenguaje. “Psalm 124” se basa en la composición homónima de David Peebles, en “O God Abufe” de John Fethy y en un motete anónimo del S.XVI titulado “All sons of Adam”. En el disco, Christopher Bowers Broadbent incluye las dos primeras piezas, obviando la última.



Peter Maxwell Davies
 El disco lo completan dos obras de Philip Glass, músico sobradamente conocido por los lectores del blog.

“Satyagraha” es el título de la famosa ópera de Glass que ya tuvo su espacio por aquí anteriormente. La pieza que se incluye en este “Trivium” es un arreglo del último movimiento del tercer acto. Originalmente, fue una revisión de Michael Riesman para piano destinada para formar parte de un disco de música para piano editado por el sello Private Music” en 1990. Ese arreglo ha sido la base de multitud de grabaciones de la pieza a cargo de un buen número de pianistas en los últimos años y también ha servido para adaptar la obra al órgano, instrumento con el que gana en solemnidad.

“Dance No.4” fue escrita en 1979 para una coreografía de Lucinda Childs y es una obra de transición entre la etapa más radical y puramente minimalista del compositor y la más melódica y casi neo-romántica que vino después. Se trata de una extensa pieza en un ritmo de 6/4 concebida para órgano pero no precisamente para un gran instrumento de tubos sino para un más modesto órgano eléctrico, tipo Farfisa. La versión que aquí podemos escuchar es realmente majestuosa y gana en expresividad frente a las grabaciones iniciales con instrumentos más modestos. Podes comprobarlo en la versión de la pieza de Kevin Bowyer que dejamos a continuación.






Philip Glass

En resúmen, lo que os vais a encontrar los que os animeis a sumergiros en este disco es una interesante visión de la música que se escribe hoy en día, interpretada con un instrumento que parece pertenecer a tiempos pretéritos y es que el repertorio contemporaneo para órgano es realmente pequeño en comparación con el disponible para otros instrumentos. No en vano, la mayoría de las composiciones recogidas en la grabación ni siquiera fueron escritas para ese instrumento en su origen. La grabación, como todas las editadas por el sello ECM, es realmente exquisita en todos los sentidos.



Imágen del juguetito con el que se grabó el disco, el órgano del Grossmünster, en Zurich.
Para adquirir el disco, os dejamos los enlaces acostumbrados: