martes, 5 de junio de 2012

Storm Corrosion - Storm Corrosion (2012)



Los primeros pasos de Opeth como banda fueron tortuosos. En sus primeros días, el vocalista del grupo se presentó ante el resto junto con Mikael Akerfeld, bajista y también cantante en los ensayos presentandole como nuevo integrante de la formación, La discusión que se produjo a continuación fue de tal calibre que David Isberg (el lider hasta aquel momento) y Akerfeld de quedaron como únicos integrantes ante la desbandada general de los demás miembros.

Tras múltiples entradas, salidas y reentradas de distintos músicos, Opeth comenzó a tomar forma. A priori, no parecían destinados a ser más que una de tantas bandas de death metal que poblaban el panorama del norte de Europa en aquellos años pero tenían algo diferente que llamaba la atención. Al margen de los clásicos recursos del género, no tenían problemas en incorporar guitarras acústicas, piano o en dejar de lado en ocasiones los horrendos cantos guturales que eran una especie de marca de la casa en los grupos de esa corriente. Con guiños nada habituales a la música folclórica o al rock progresivo, el particular sonido de la banda fue ganando adeptos y empezó a traspasar las fornteras de su Suecia natal llamando la atención de otros músicos, entre ellos (cómo no, direis algunos) de Steven Wilson, líder de Porcupine Tree y habitual en el blog. De la mano de nuestro viejo conocido, Opeth lanzó su “Blackwater Park”, disco que les hizo populares en Europa y que propició las primeras actuaciones multitudinarias en el continente pero lo más importante para nosotros es que inició una interesante colaboración entre la banda y Wilson que terminaría desembocando en el disco del que hablamos hoy.

Haremos ahora un salto de casi diez años hasta 2010. Wilson prepara su “Grace for Drowning”, ya comentado aquí hace un tiempo y ultima las mezclas del próximo disco de Opeth, con participación destacada de nuestro músico en el sonido final. Comienzan entonces a oirse los primeros rumores sobre una colaboración discográfica entre Mikael Akerfeld y Steven Wilson que estarían comenzando a reunir una especie de superbanda de metal progresivo. El abandono en las mismas fechas de Dream Theater por parte de su batería Mike Portnoy, abonó las especulaciones y la imaginación de los fans comenzó a sumar uno mas uno mas uno llegando a la conclusión de que el resultado, tres, era tan matemáticamente exacto como indiscutible. Las habladurías llegaron a tal punto que Akerfeld tuvo que hacer unas declaraciones en una entrevista en septiembre de 2010 indicando que no había ningún fundamento para hablar de Portnoy como participante en “Storm Corrosion” que era el nombre bajo el que estaban organizando sus nuevas ideas el propio Wilson y Akerfeld: “Siendo honestos, no hay mucho espacio para baterías en el trabajo que estamos haciendo. He hablado con Mike (Portnoy) para aclararselo y le pareció bien. El también está muy ocupado y estoy seguro de que haremos algo juntos en el futuro”. Preguntado Wilson recientemente sobre el particular, su respuesta es meridianamente clara: “La cuestión es que yo llevo preparando este proyecto con Mikael durante años, años y años. Mike Portnoy escuchó algo al respecto y dijo: hey, yo quiero participar. Magnífico, pensamos, es un gran batería y todo eso pero cuando nos juntamos y empezamos a trabajar en el disco nos dimos cuenta de que no necesitabamos a Portnoy. Ibamos a tener muchas cuerdas, maderas y voces pero las partes de batería eran realmente escasas. Si hubieramos hecho un disco de metal progresivo Mike habría sido el indicado pero lo que queríamos hacer no tenía nada que ver con eso.”


El dúo en una imagen promocional.
Conforme pasaba el tiempo, las expectativas de los aficionados eran sólo comparables a la incertidumbre sobre el estilo del disco, habida cuenta de los antecedentes de ambos músicos y de declaraciones como la de Wilson en twitter: “no espereis nada de metal en esta ocasión”.

Lo cierto es que, aunque las fechas de lanzamiento de “Grace for Drowning” de Wilson, “Heritage” de Opeth y “Storm Corrosion” fueron convenientemente espaciadas, la grabación de los mismos se produjo de forma casi simultanea y es que el tercero de ellos, el llamado “Storm Corrosion” se cocinó a fuego lento durante más de un año, entre marzo de 2010 y septiembre de 2011. Entretanto, en enero y febrero de 2011 se grababa “Heritage” y entre enero de 2010 y junio de 2011, “Grace for Drowning”. Por ello, Wilson se ha referido recientemente a los tres discos como una especie de trilogía de la que “Storm Corrosion” sería el cierre por el momento. Intervienen en el disco: Steven Wilson (teclados, voces), Mikael Akerfeld (guitarras, voces), Gavin Harrison (batería, percusión), Ben Castle (vientos) y la London Session Orchestra dirigida por Dave Stewart.

“Drag Ropes” – Comienza el trabajo con una sección de cuerda muy oscura e inquietante a cargo de la London Session Orchestra bajo la dirección de Dave Stewart, lo que conecta directamente el disco con “Grace for Drowning” en el que también participan los mismos músicos. No ayudan a tranquilizarnos las primeras palabras cantadas por Akerfeld: “amigo mío, llegó la hora de pagar por tus pecados: tu sufrimiento empieza aquí”. Unas tenues notas de piano repartidas aquí y allá ayudan a la transición hacia otra sección, con predominio de guitarras acústicas y algunos sonidos electrónicos como preludio a unas interesantes armonías vocales que van in crescendo hasta convertirse en la parte principal de la pieza en su segmento central tras el que nos abandonan para dejar paso a las guitarras de Akerfeld. Hay un extraño aire folk en toda la composición que parece querer abrirse paso entre la oscuridad general. El segmento final parece dar una cierta esperanza con unas cuerdas más luminosas que las del principio aunque la repetición del texto inicial nos saca de nuestra ilusión antes de poner fin a la pieza.

“Storm Corrosion” – Una lejana melodía de flauta nos transporta poco a poco hacia un bello pasaje de guitarras acústicas en un comienzo decididamente folk. Es entonces cuando Akerfeld comienza a cantar en el más delicado de sus registros mientras cambia su guitarra acústica por la eléctrica para esbozar unos punteos que, en este contexto, nos recuerdan de forma inevitable al sonido del mejor Mike Oldfield. Composiciones como esta supondrán una sorpresa absoluta para los seguidores de las respectivas carreras de Wilson y Akerfeld pero son un soplo de aire fresco de una calidad indiscutible. Poco a poco se marchita la tonada inicial y entramos en una parte final mucho más inquietante, con cuerdas afiladas, sonando como sirenas en la lejanía. El mismo efecto de la música de Ligeti que Kubrick hiciera suya en la banda sonora de “2001, Una Odisea en el Espacio” es que nos encontramos en este fragmento que se disuelve como se de una interferencia de otro tiempo se hubiera tratado, antes de cerrar la pieza de nuevo con un formato acústico de guitarra, piano y flautas con un punto bucólico con reminiscencias de los Pink Floyd de “More”, por poner un ejemplo conocido.

“Hag” – Wilson ya demostró en su reciente “Grace for Drowning” que es único a la hora de crear atmósferas depresivas y perturbadoras con muy pocos elementos. Un mellotrón, unas guitarras y unas notas de piano le bastan para construir otro de sus complicados edificios llenos de largos pasillos tras cada curva parece estar esperando algo aterrador. Probablemente estamos ante el tema con más puntos en común con el primer disco de la supuesta trilogía: el citado “Grace for Drowning”. Cerca del final, la cosa gana en dureza entrando en uno de los pocos fragmentos remotamente heavys del disco con la batería de Gavin Harrison aprovechando los pocos segundos que se le conceden en unos pocos compases que podríamos calificar de metal-jazz si algo así pudiese existir.

“Happy” – Como si de una prolongación del corte anterior se tratase, comienza la canción más breve del disco, que no renuncia por ello a las señas de identidad de todo el trabajo. Guitarras acústicas, extraños efectos sonoros y una sensación general de opresión. A mitad de la pieza, sin embargo, entramos en una serie de juegos vocales que dan algo de luz a los instantes finales, en los que volvemos a disfrutar de la guitarra de Akerfeld en su faceta más delicada antes de entrar de lleno en el único instrumental del disco.

“Lock Howl” – Con un leve sonido de sintetizadores vamos adentrandonos en la composición hasta que entramos en una sección rítmica con un bajo continuo, una batería en pleno calentamiento y todos los instrumentos añadiendose poco a poco a la banda incrementando la intensidad del momento. Los arreglos orquestales de Dave Steward encajan como un guante hasta la ruptura central en la que el batir de palmas acompaña a una nueva melodía que parte en dos la pieza. Regresamos entonces al ritmo inicial con la incorporación de un nuevo elemento en forma de vibráfono que repite la melodía principal doblado por guitarras, piano y con el acompañamiento en la parte final del mellotron. Toda la pieza tiene un aire tenso, como de preludio de algo más grande que puede estallar en cualquier instante pero consigue contener toda esa energía hasta su conclusión, dando paso al cierre del disco.

“Ljudet Innan” – Con una introducción vocal en falsete comienza la última canción del trabajo. Los consabidos fondos de mellotron tan Crimsonianos (y también del gusto tanto de Wilson en Porcupine Tree y en solitario como de Akerfeld en los Opeth más recientes) se desarrollan sin prisa alguna durante varios minutos con aportaciones puntuales de las guitarras. La batería se va incorporando casi sin darnos cuenta, como quien se pone a nuestra altura durante un paseo y comienza una conversación. Unos ligeros esbozos de guitarra preceden a Akerfeld cantando sus últimas letras del disco en un final que encajaría perfectamente con esas imágenes clásicas de película antigua en la que dos personas se alejan hacia el horizonte a ritmo pausado, hasta convertirse en un puntito a lo lejos, posiblemente manteniendo la imaginaria conversación intrascendente a la que nos referíamos antes.

Tras el lanzamiento del disco, ambos músicos dejaron claro que no habrá gira ni conciertos de Storm Corrosion e incluso, que no tienen nada planeado más allá de este disco. Akerfeld sigue centrado en Opeth y seguir la pista de todos los proyectos en los que está envuelto es una tarea agotadora. En las últimas semanas han surgido noticias acerca de Blackfield, en los que se daba al grupo como finiquitado. También ha habido declaraciones de Wilson sobre Porcupine Tree en las que afirma que, por el momento, el grupo está en una etapa de inactividad indefinida. Como quiera que tampoco No-Man parece ser un proyecto muy activo, nos quedan sus dos aventuras solitarias: Bass Communion, de la que no hemos hablado aún en el blog y sus trabajos bajo su propio nombre.

La acogida de “Storm Corrosion” ha sido muy desigual. A pesar de las advertencias de ambos músicos, buena parte de los fans esperaban una mezcla de Opeth y Porcupine Tree y, evidentemente, el resultado no tiene nada que ver ni con unos ni con otros. Por ello, un sector de los aficionados han reaccionado con frialdad y lo mismo se puede decir de parte de la crítica. Otro grupo, advertido, esperaba un trabajo de estas características y sus opiniones han sido más favorables. Por nuestra parte, con “Storm Corrosion” nos ocurrió lo mismo que con “Grace for Drowning”. Las primeras escuchas nos dejaron más bien indiferentes pero poco a poco ambos trabajos han ganado muchos enteros a nuestros oídos. No creemos que éste disco de Akerfeld y Wilson llegue a los niveles de excelencia de aquel pero nos parece un trabajo notable. Para abrir boca os dejamos con el sensacional videoclip de presentación del disco tras los habituales enlaces para su compra.

amazon.es

play.com

domingo, 3 de junio de 2012

Wim Mertens - Struggle for Pleasure [30th Anniversary Edition] (2012)



La fiebre por las reediciones de discos clásicos que parece haber contagiado en los últimos años a las discográficas está teniendo un efecto muy positivo para las colecciones de los buenos melómanos a la vez que nefasto para sus bolsillos. Aprovechando esta moda, vamos a comentar hoy un disco que es a la vez un disco imprescindible y una novedad. “Struggle for Pleasure” fue en su momento el segundo lanzamiento discográfico de Wim Mertens allá por el lejano 1982 y contenía ya alguna de las melodías más populares del músico en toda su carrera.

La discografía de Mertens, además de extensa, tiene todas las características de un galimatías ya que en ella aparecen títulos que no encontraremos en las tiendas si preguntamos por ellos pero que sí aparecerán si nuestra búsqueda se hace correctamente. Un ejemplo de esto es el primer trabajo del músico, ya comentado aquí hace tiempo: “Vergessen”. No lo encontrareis en ningún sitio (salvo de segunda mano o como resto de stock) pero sí está incluído al completo en el recopilatorio “With Usura” junto con el disco que comentamos hoy. Y así ocurre con un buen montón de títulos de la discografía del belga. Discos como “At Home / Not at Home”, “Ver-Veranderingen”, “Instrumental Songs”, “If I Can” y muchos otros están reeditados en distintos lanzamientos posteriores, en su mayor parte acompañados de otros discos y bajo otro título distinto. En resumen, es muy complicado encontrar todos los trabajos de Mertens si no sabemos buscar pero en contrapartida, practicamente el 100% de su catálogo está disponible hoy en día, cosa que no ocurre con otros artistas, incluso con los que son infinítamente más populares que nuestro protagonista.



Wim Mertens circa 1982


“Struggle for Pleasure” no es realmente lo que conocemos por LP ya que apenas llegaba a los 20 minutos de duración en su edición original aunque el hecho de que fuera un 33 1/2 rpm impedía calificarlo de maxi single y el formato de 12 pulgadas lo excluía de la categoría de EP. Discusiones estériles al margen, lo cierto es que en la corta duración del disco había concentrada una cantidad de buena música realmente inusual. Los músicos que intervienen en la grabación original son: Luk Schollaert (saxo soprano), Anne Van Der Troost (arpa), Hans Francois (piano, sintetizadores, tratamientos electrónicos), Wim Mertens (piano, voz, sintetizador), Pieter Vereertbrugghen (sintetizador), Marc Grauwels (flauta piccolo), Dirk Descheemaeker (clarinete), Marilyn Maingart (flauta piccolo) y John Ruocco (clarinete).

“Tourtour” – Abre las hostilidades el sonido de un arpa haciendo las veces de guitarra acústica como soporte de la melodía principal de saxo soprano antes de tener su momento de protagonismo con unos intrigantes acordes. El clarinete se une a la mezcla para terminar la pieza, una composición misteriosa y con un cierto aire inquietante.

“Struggle for Pleasure” – Contrastando con el tema anterior, es un vigoroso piano el que introduce la siguiente pieza con un comienzo realmente brillante que no tarda en mutar hacia una sensacional melodía llena de ritmo y color. Los brios desbocados del piano son respaldados con total convicción por los vientos que apuntalan el ya de por sí sólido diseño de la composición, a la que hace tiempo que se sumó un segundo piano recordando por fuerza a ese otro clásico de Mertens de su anterior trabajo: “4 Mains”. Nos encontramos ante una de las mejores piezas del Mertens inicial en la que empieza a conformarse un estilo propio, cercano por momentos al minimalismo pero con una personalidad muy particular que evidenciaba que el músico belga no era un simple seguidor más de los Glass, Reich y compañía.

“Salernes” – El siguiente corte se basa en una rápida melodía de piano eléctrico con un sonido muy particular que Mertens iba a aprovechar intensivamente en estos años aunque especialmente en grabaciones que no saldrían a la luz hasta mucho tiempo después. El resto del “ensemble” acompaña durante la pieza con una instrumentación compuesta de nuevo por arpa y vientos a los que se suman las flautas por primera vez en el disco.

“Close Cover” – Llegamos al punto culminante del disco con la composición fundamental del belga en sus inicios. La melodía más utilizada en sintonías, bandas sonoras etc. (probablemente) de toda su carrera. Se trata de un tema lento de piano con una melodía cautivadora y de una sencillez exquisita con unos ligerísimos arreglos de sintetizadores y una voz de fondo en algún pasaje llena de sutileza. Pocos músicos llegan a componer una obra maestra del calibre de “Close Cover” en toda su carrera. Para Mertens fue el punto de partida para otras muchas pero tenemos la sensación de que nada habría sido igual sin esta melodía. Cuando en Windham Hill quisieron lanzar al músico belga en los Estados Unidos (con escasa repercusión, todo sea dicho) escogieron no sólo esta música, sino el título de la pieza para el recopilatorio que pretendía dar a conocer a nuestro compositor al otro lado del atlántico.

“Bresque” – Si ya de por sí, el disco es un trabajo realmente breve, sorprende aún más el hecho de que una de las piezas sea una versión de la que abría la grabación. Tenemos la misma melodía y los mismos instrumentos pero con un curioso tratamiento electrónico que le confiere una sonoridad completamente diferente. Comentaremos más adelante, y no será la primera ni la última vez que lo hagamos, cómo Mertens es aficionado a revisitar sus composiciones, desmenuzandolas, exprimiendo sus distintas facetas para explotar al máximo cada una de sus melodías. Nos gusta llamar a este proceso tan típico del belga “deconstrucción”, término que, si bien no tiene significado musical, sí que nos parece aplicable al caso puesto que Mertens somete en ocasiones a su música a una especie de autopsia, separando todos sus elementos y aislandolos del conjunto como modo de acercarnos al proceso de creación de la pieza en sí. Veremos ejemplos más claros en ésta misma entrada.

“Gentleman of Leisure” – Como queriendo contradecir nuestras palabras anteriores, el tema que cierra el disco tiene todas las características de la música de Philip Glass de los primeros años setenta a excepción de la longitud de la composición, reducida aquí a unos escasos cuatro minutos y medio. Esta influencia, que es evidente en cuanto a ritmos y a la forma de construirlos, no implica una mera labor de copia por cuanto encontramos también elementos típicamente “Mertensianos” (si se nos permite el calificativo) en toda la composición.

Llegados a este punto tendríamos que cerrar el apartado dedicado al disco “Struggle for Pleasure”. Sin embargo, como la edición que hoy comentamos es la aparecida con motivo del trigésimo aniversario del disco, la cosa no termina aquí. Por algún motivo, cuando hace unos pocos años EMI Classics compró el catálogo de Wim Mertens y lo reeditó en todo el mundo (salvo en España, donde, por alguna carambola que se nos escapa, es Warner la que lo explota), los discos “Vergessen” y “Struggle for Pleasure” fueron recuperados en un solo CD con el título “With Usura”. Sabemos que esto sólo dificultará la comprensión de la situación pero el citado “With Usura” era en realidad la reedición de un antiguo recopilatorio de similar título (“Usura Early Works” se tituló entonces) que con similar contenido e idéntica portada apareció en 1989 con dos cortes menos (“Circular Breathing” e “Inergys (reprise)”, ambos de “Vergessen”). A título de curiosidad, los poseedores de aquel viejo disco recordarán que en la portada se apuntaba a Wim Mertens como compositor y a Soft Verdict como intérpretes. Este detalle se omite por completo en las posteriores ediciones pero lo cierto es que Soft Verdict era el nombre de la banda que Mertens fundó en 1980 en su Bélgica natal y con la que actuaba regularmente.

Pues bien, la edición hoy comentada de “Struggle for Pleasure” consta de dos discos. El primero de ellos, titulado exactamente así: “Struggle for Pleasure” contiene el mismo material musical que “With Usura” de 2007, o lo que es lo mismo, los discos originalmente titulados “Struggle for Pleasure” y “Vergessen”, ambos publicados en 1982. Ignoramos la razón pero no hay ya ninguna referencia al título “Vergessen” por ninguna parte en todo el disco. El segundo disco es, quizá, el mayor atractivo para el aficionado veterano del músico belga, por cuanto es el que contiene todo el material inédito. Lleva por título “Double Entendre”. Queremos hacer un apunte que servirá de orientación para el lector para darse cuenta de que no todo es lo que parece en la discografía de Wim Mertens. Hasta ahora hemos hablado de “Struggle for Pleasure” y de “Vergessen” como de sus primeros discos y en rigor esto es así, cronológicamente hablando, aunque la cosa no es tan simple. Existe un disco incial, anterior a ambos, publicado por Mertens a dúo con Gust de Meer en 1980 con el título de “For Amusement Only”. Pero hay varios discos más con música compuesta y grabada en este periodo pero publicada un tiempo después. Así, con motivo de la edición de una caja recopilatoria años atrás, apareció en disco “Ver-Veranderingen” con material inédito del periodo 1980-1982 y en 2001 se reeditó un single de esos mismos años con el título de “At Home – Not at Home” acompañado de hasta cuatro composiciones inéditas de esta misma época.



Mertens en 1981 "jugando" con una máquina de pinball. De ahí saldría un disco con el título "For Amusement Only".


En esta misma linea es en la que podemos encuadrar este “Double Entendre”. Se trata de composiciones de las mismas fechas que las incluídas en “Struggle for Pleasure” pero nunca antes publicadas y entre las que encontraremos varias sorpresas. Al menos dos de los cortes del disco son versiones de temas conocidos regrabadas completamente en 2012, según se señala en los créditos pero es posible que no sean las únicas. No existe demasiada información al respecto de la procedencia de cada una de las composiciones pero hemos podido hacer algunas averiguaciones que compartiremos a continuación. Pasamos a desgranar “Double Entendre”:

“Line Bundles” – Abre el disco la primera de las que hemos querido llamar “deconstrucciones”. Mertens utiliza la misma melodía de “Circular Breathing”, composición incluída en “Vergessen” y la ralentiza despojándola de cualquier tipo de adorno. Sólo una escueta sección de vientos es la encargada de interpretar la pieza convertida de este modo en algo distinto.

“Sieve Coverings” – Una melodía de piano que se va repitiendo con energía es lo primero que escuchamos en la segunda composición del disco enla que de repente podemos oir al propio Mertens cantando en el estilo del que hizo bandera años después. Esto, que escuchado hoy en día, no sorprende al lector familiarizado con la trayectoria de Mertens, no deja de ser una novedad importante si nos fiamos de la datación de la grabación que la sitúa en 1982. No nos encontramos en esta ocasión ante una revisión de una composición anterior sino, por el contrario, con una versión previa de otro tema del repertorio del músico: la melodía será rescatada con un formato completamente diferente años después en “The Personell Changes” del disco “Motives for Writing”.

“Chordal Graphs” – Supuestamente fue escrita como sintonía para un programa de radio. Se trata de un brevísimo tema cantado a dos voces (no llega a los 40 segundos) por Patricia Van Heukelom. Como sucedía con el corte anterior, la melodía fue rescatada en “The Whole”, del mismo “Motives for Writing”.

“Suite Exacte” – Repetimos tema de similares características al anterior. Se trata también de una sintonía de brevísima duración e interpretada a la flauta. La melodía, realmente bella, también fue incorporada con algunas variaciones a “The Whole”.

“Gentleman of Leisure” – De acuerdo con la información del disco, hay dos cortes grabados en 2012 que no son sino versiones del disco orginal. El primero de ellos es esta versión en la que la principal novedad es la guitarra eléctrica de Peter Verbraken, que le da un aire completamente distinto a la composición. Junto con él, participan en la pieza Tatiana Samouil (violín), Sabine Warnier (flauta), Philippe Thuriot (acordeón), Ruben Appermont (contrabajo) y el propio Mertens al piano.

“Unwinding Nests” – Regresamos a las melodías para piano y voz con una pieza lenta y repetitiva en la que el piano hace las veces de elemento rítmico más que melódico. Es una de las escasas piezas del disco que no hemos logrado relacionar con ninguna otra composición de Mertens de años posteriores.

“Without Fioritures” – Aunque luego no tuvo una gran repercusión en los discos publicados en su momento, Mertens experimentó mucho en los primeros ochenta con los sintetizadores y el piano eléctrico, especialmente con un modelo en concreto del fabricante italiano Crumar. Esta composición (como casi todo el disco “At Home – Not At Home”, por ejemplo) está interpretada por completo por ese instrumento. El sonido que produce es realmente peculiar, como de una especie de acordeón futurista, y el belga lo hace suyo en muchas composiciones. Este corte concreto es uno de nuestros favoritos del disco.

“Simple Repose” – Regresamos al formato de piano y voz. Si tenemos que hacer caso a los créditos del disco, debemos creernos que esta composición es de hace 30 años. Sin embargo, el estilo de la pieza no se corresponde con lo que Mertens hacía en aquellos momentos y sí con su producción más reciente. Como curiosidad, es una de las pocas ocasiones en las que voz del belga se duplica para ejecutar un bonito duo consigo misma.

“Salernes” – Segunda versión de otro tema del disco original y con la misma formación que la precedente. La parte que en la partitura de 1982 se reservaba para los vientos, queda ahora en manos del acordeonista en cuanto a la melodía principal, y para los teclados en las secciones rítmicas.

“Families of Characters” – Con el siguiente corte no hay muchas dudas ya que se trata de una nueva (o vieja) versión de “Multiple 12”, por otra parte, quizá la pieza que más revisiones y formatos distintos ha conocido de toda la discografía de Wim Mertens. Sin pensar demasiado y a vuelapluma, nos vienen a la cabeza hasta cinco o seis versiones diferentes de la composición con el título original o con otros diferentes. La que podemos escuchar aquí es completamente electrónica y creemos que el resultado merece mucho la pena y justifica la obstinación de Mertens con esta melodía.

“Rings of Invariants” – Acercandonos al final del disco nos encontramos con una nueva versión, ahora de “Tourtour”, para piano y vientos. Probablemente se trate de una demo primitiva de la composición en la que posteriormente se sustituyó el piano por el arpa. Escuchando la pieza en este formato, no sabemos a qué carta quedarnos. “Rings of Invariants” suena realmente bien pero lo que confería su carácter misterioso a la pieza era, en nuestra opinión, el arpa. Los últimos minutos de la pieza son un guiño a “Close Cover” que viene a ponernos en guardia ante el cierre del disco.

“Cryptic Reserve” – El cierre escogido por Mertens para el disco no puede ser más enigmático. Para empezar, tiene un sonido orquestal que no se corresponde en absoluto con los créditos del disco. Además, la melodía tiene algo de familiar que no termina de hacerse evidente, y algo extraño que nos lleva a pensar que hay gato encerrado. La impresión que nos da es de que se trata de una versión para orquesta de “Close Cover” pero reproducida al revés, aunque no hemos tenido la ocasión aún de probarlo. Con esta especie de acertijo, termina el disco.

Es comprensible que el aficionado de largo recorrido se muestre receloso ante este tipo de lanzamientos en los que debe pagar por una música que ya tiene para disfrutar de un puñado de piezas nuevas, lo que nos pone en la disyuntiva de recomendar o no la adquisición de este disco. Lo cierto es que de este modo, quizá no ideal, en este momento todos los discos de Mertens están disponibles en uno u otro formato en las tiendas. Cuando comparamos esta situación con la de otros músicos habituales del blog, cuyos trabajos (incluso alguno de los más destacados) no están disponibles en estos momentos en ningún formato físico nos damos cuenta de que esta forma de publicar cosas no es sino un mal menor. No somos demasiado partidarios de las compras fragmentadas de temas sueltos de los discos en plataformas tipo itunes, como parece plantearse en el escenario más inmediato ante la situación del mercado pero en casos como estos, no deja de ser una alternativa viable cuando alguien no quiere comprar de nuevo música que ya tiene. Como partidarios de los formatos “físicos”, os dejamos un enlace para haceros con la edición que hoy hemos comentado y en la que, en realidad, tendreis acceso a tres discos de Mertens en un solo paquete.


Nos despedimos por hoy con un raro video promocional de Struggle for Pleasure de 1982:

miércoles, 30 de mayo de 2012

Pet Shop Boys - Format (2012)



La primera aparición que hicieron en el blog los Pet Shop Boys fue con su doble CD “Alternative”, recopilatorio de caras B de los singles editados por el dúo hasta 1994. El hecho de que recientemente haya aparecido la continuación de aquel trabajo, nos invita a completar la crónica dedicandole una entrada a la nueva colección de temas que, dado el gran número de los mismos, será algo más extensa de lo habitual.

No hay ningún secreto ni sorpresa oculta alguna en “Format”. Los fans del grupo ya conocen la mayoría de las canciones que incluye, si no todas, pero hay que ser muy devoto del dúo para tener todos y cada uno de los singles publicados entre 1996 y 2009. En ayuda de quienes no lleguen a ese nivel de fidelidad con Tennant & Lowe, llegan los chicos de la tienda de mascotas facilitando la tarea del coleccionista con un nuevo lanzamiento. El título, como casi todos los de los discos de Pet Shop Boys, tiene su historia y también su parte de absurdo. Cuentan en la entrevista incluída en el libreto del disco que iban conduciendo por algún lugar de Escandinavia cuando vieron un cartel con la palabra “Format” (que vaya usted a saber lo que significa en el idioma local) y pensaron que sería un buen título para algo. Cuando surgió la oportunidad de lanzar el segundo recopilatorio de caras B de singles, la relación de entre la palabra en inglés y los distintos formatos en los que estas caras B habían aparecido en estos años hizo que el título quedase decidido.

En la misma entrevista, Neil Tennant comenta lo siguiente: “Cuando lanzas un disco, los fans no compran el single por la cara A, ya que suele estar en el LP, sino por la cara B. Estas canciones están compuestas para ayudar a que el single venda. Por otro lado, a nadie en la industria le importa lo que hay en la cara B por lo que tenemos libertad absoluta para incluir aquello que queramos para completar el single”. Añadimos que esto hace que en muchos casos, y especialmente con Pet Shop Boys, las caras B sean brillantes y permiten que veamos al grupo en facetas mucho más arriesgadas de lo habitual. En esta recopilación encontramos temas de las más variadas procedencias. Mientras que muchos de ellos fueron concebidos directamente como caras B, otro buen número de canciones fueron descartes de los discos originales (a pesar de haber requerido de orquestas o de contar con invitados especiales). También hay alguna demo escrita para otros artistas y finalmente retocada para aparecer en el single.

Las tres primeras canciones provienen del single “Before” (1996), extraido del LP “Bilingual”:

“The Truck-Driver and His Mate” – Parte de una anécdota acerca de un cartel publicitario en una chocolatería en el que se hablaba de batidos suficientemente grandes para el camionero y su acompañante. El aire eufórico y la energía que desprende el tema son achacados por Neil Tennant a su deseo de “sonar como Oasis” para impresionar a su pareja de aquel momento, fan de la banda de los hermanos Gallagher. Como es habitual cuando leemos entrevistas a la banda, nunca estamos seguros de cuándo bromean o se están quedando con el entrevistador.

“Hit and Miss” – Tennant sigue hablando de una conexión con el brit-pop por el característico sonido Beatle de la canción, un tiempo medio que nos habla de la ruptura de una relación.

“In the Night 1995” – Uno de los cortes más intrascendentes de “Format” es la actualización del clásico “In the Night”, canción magistral que no necesitaba este tipo de revisión. En descargo del dúo, debemos indicar que fue un encargo de “The Clothes Show”, programa de la BBC para el que se escribió la versión original que querían dar un aire más moderno a la cabecera.

Continúa el disco con dos canciones aparecidas en el single “Se a vida é” (1996), también de “Bilingual”.

“Betrayed” – Una de las canciones más experimentales y extrañas del disco por el raro tratamiento de los ritmos. Surge como un desafío cuando alguien dijo que Pet Shop Boys nunca podrían hacer un tema “jungle”, palabras mágicas que hiciero que el dúo se pusiera manos a la obra. Como decíamos antes, la canción está llena de contradicciones rítmicas, samples que entran a destiempo, síncopas por todas partes… un corte caótico en suma que no termina de funcionar del todo.

“How I Learned to Hate Rock-and-roll” – El título es suficientemente explícito pero como los miembros del grupo aclaran, no es un crítica hacia el rock como música sino sobre algunos aspectos del negocio que no les gustan. Especialmente el hecho de que los artistas del rock siempre tengan el beneficio de la duda cuando entran en otros territorios mientras que cualquier acercamiento de un grupo pop al rock es siempre mal recibido.

El tercer single extraído de “Bilingual” fue, precisamente, el titulado “Single-Bilingual” (1997). Las tres siguientes canciones pertenecieron a ese lanzamiento.

“Discoteca (new version)” – Cuando escribieron la canción para el disco lo hicieron convencidos de que era un claro single pero nunca pensaron que lo fuera a ser en la versión del LP por lo que decidieron regrabarla por completo. Nos quedamos con la original, en cualquier caso.

“The Calm Before the Storm” – La historia de la canción es bien curiosa. El título hace referencia a una tarde, poco después del lanzamiento de “Bilingual”. Según indican, ambos miembros de Pet Shop Boys estaban en casa esperando una llamada de la discográfica con las primeras cifras de ventas tras la aparición del disco. Tanto Neil como Chris estaban convencidos de que el nurvo trabajo no iba a tener el éxito del anterior “Very” y de ahí la calma tensa a la que se refiere el título.

“Confidential” – Este tema entra en la categoría de canciones escritas para otros artistas. Junto con “I’m in Love With a Married Man”, fue un tema compuesto para Tina Turner y el único que finalmente ésta grabó en su LP “Wildest Dreams” del mismo año.

“A Red Letter Day” fue el último single de “Bilingual”. Aparecido ya en 1997, contenía otras dos canciones nuevas como caras B.

“The Boy Who Couldn’t Keep His Clothes On” – Una más de esas encantadoras e intranscendentes canciones bailables de Pet Shop Boys, sobre una persona que trata de huir de los problemas de la vida cotidiana bailando toda la noche.

“Delusions of Grandeur” – Otra de las grandes canciones de “Format”, llena de una energía arrolladora desde el primer minuto hasta el último. Si tuviesemos que escoger sólo diez caras B de Pet Shop Boys para hacer un LP, esta sería, sin dudarlo, una de ellas.


Como de vez en cuando les gusta hacer, en 1997 Pet Shop Boys lanzaron un single ajeno a sus LP, en este caso, con una versión del “Somewhere” de Leonard Bernstein y Stephen Sondheim para el musical “West Side Story”. Las dos siguientes canciones acompañaron a “Somewhere” en el lanzamiento.

“The View from Your Balcony” – Sin ser una mala canción, desde luego, sí que la podemos contar entre las menos destacadas del disco. En una linea a medio camino entre lo contemplativo y lo hedonista, calificativo con el que tantas veces se ha descrito al grupo.

“Disco Potential” – La capacidad para hacer canciones de la más insignificante de las anécdotas es otra de las cualidades destacadas de Pet Shop Boys. Ésta en concreto nace de una fiesta en casa de Damon Albarn en la que varios de los asistentes inician una especie de jam session. Es una de esas canciones en las que la voz de Tennant está completamente distorsionada y aparece casi enterrada en medio de la descarga de ritmo del tema.

En 1999, el dúo lanzó el LP “Nightlife”, quizá el más decididamente discotequero de toda su trayectoria. Dio lugar a la aparición de tres singles, el primero de los cuales tenía el larguísimo título de “I Don’t Know What you Want But I Can’t Give it Anymore” y un par de caras B.

“Silver Age” – De vez en cuando, Pet Shop Boys optan por temas históricos en sus letras y ésta es una de esas ocasiones, con una letra inspirada en un poema de Anna Akhmatova sobre San Petesburgo antes de la Revolución comunista. En lo musical es un corte tranquilo de aire decadente sin mayor trascendencia.

“Screaming” – Una canción tremendamente comercial pero algo pobre en nuestra opinión. Surge a raiz de un proyecto igualmente desafortunado como fue el “remake” del clásico de Hitchcock, “Psicosis”, a cargo de Gus Van Sant. Se publicó un disco con música inspirada por la película a cargo de varios artistas y esta era la aportación de Pet Shop Boys.

El bombazo de “Nightlife” iba a ser “New York City Boy”, canción inspirada en el arrollador éxito del disco “Very” y, en especial, de la versión del “Go West” compuesto por Village People. El dúo repitió la fórmula y la jugada les salió bien. El single tenía dos canciones nuevas:

“The Ghost of Myself” – Con unos primeros acordes que remiten al gran éxito de Britney Spears “Hit Me Baby One More Time” comienza una de las canciones “políticas” a las que son tan dados Tennant y Lowe. En este caso, habla de la decadencia de Margaret Thatcher partiendo de una vieja imagen de 1979.

“Casting a Shadow” – Escrita como respuesta a un encargo de la BBC para sonar de modo simultaneo al eclipse de sol que se produjo en aquellas fechas. La pieza estaba diseñada para encajar con todas las fases del mismo pero durante la retransmisión, el locutor no paró de hablar con lo que la música apenas apreció en antena por lo que se decidió publicar el corte como cara B del single.

El último single de “Nightlife” apareció ya en 2000 y fue el del tema “You Only Tell me You Love Me When You’re Drunk”, con una única cara B:

“Lies” – Composición muy dinámica, llena de acordes ascendentes y con un estilo no del todo habitual en el dúo. La letra es de Chris Lowe, lo que tampoco es común y narra una historia real.

Uno de los discos más controvertidos del dúo británico fue “Release” (2002) en el que renuncian en cierto modo a los sonidos electrónicos como base de su música y recurren a un formato más clásico con guitarras, bajos y baterías reales en lugar de cajas de ritmos. “Home and Dry” fue el primer single y contenía tres temas complementarios:

“Sexy Northener” – Una de las caras B favoritas de los miembros del grupo y de las pocas que han formado parte del repertorio en directo de Pet Shop Boys con cierta asiduidad. Se trata de una especie de homenaje al glam-rock (Tennant afirma que la letra le parece muy cercana a algunas del Bowie de esa época).

“Always” – Contrastando con la tónica de “Release”, tenemos un tiempo medio bastante electrónico y de tono melancólico. Medio en broma, medio en serio, Tennant afirma que es una canción que debería haber cantado Brian Ferry.

“Nightlife” – No sólo por el título, esta canción habría tenido su espacio natural perfecto en el disco anterior del grupo. Cantada en falsetto por Neil Tennant, es un tema disco muy cercano a la estética de los Bee Gees. Compuesta en la época del disco homónimo, fue descartada finalmente, no sólo para el LP sino también para el musical “Closer to Heaven”.

El segundo single de “Release” fue ese minusvalorado himno titulado “I Get Along”. Incorporó tres nuevas canciones como cara B:

“Searching for the Face of Jesus” – Con un argumento tan disparatado como inimaginable, la canción trata sobre Elvis Presley y su búsqueda de la verdad a través de todo tipo de lecturas religiosas y filosóficas en sus años en las Vegas.

“Between Two Islands” – Una clásica canción bailable del dúo sin mayor trascendencia. La idea original era grabarla en Cuba con los miembros del Buena Vista Social Club pero finalmente Neil se echó atrás y se optó por utilizar samples.

“Friendly Fire” – Otra de esas increibles historias que cuenta Neil sobre la creación de sus canciones nos habla de un sueño en el que vio a David Bowie cantando el estribillo de esta canción. Originalmente se escribió para “Nightlife” e iba a formar parte del musical antes citado pero no tuvo cabida en el LP final.

En 2003, Pet Shop Boys lanzaron el que probablemente se hoy su recopilatorio definitivo: un doble CD titulado “Pop Art”. Como es habitual en ellos, incluyeron dos nuevas canciones en el disco y ambas fueron lanzadas como single: “Miracles” y “Flamboyant”.

“We’re the Pet Shop Boys” – Una de las canciones más curiosas de todo el disco. Se trata de un tema compuesto por “My Robot Friend”, pseudónimo de un admirador del dúo que escribió esta graciosa canción con fragmentos de títulos clásicos de los discos anteriores de Pet Shop Boys. A ambos músicos les gustó tanto la canción que creyeron necesario grabarla.

“Transparent” – Una demo que ni siquiera tuvo necesidad de postproducción ni mezcla final puesto que aparece tal y como se grabó originalmente. Se trata de un corte electrónico con vocoders y todos los ingredientes del género.

Como única cara B del single “Flamboyant” apareció “I Didn’t Get What I Am Today”, una sensacional canción rock llena de energía y optimismo. Creemos que es otro de los puntos fuertes del disco y una de las grandes canciones del dúo en los últimos años.

El 2006 aparece uno de los mejores discos de Pet Shop Boys así como el más combativo. “Fundamental” era su título y tuvo hasta tres singles diferentes. El primero fue “I’m With Stupid”, severa crítica a Tony Blair y su política respecto a Irak y la Guerra del Golfo contó con dos caras B:

“The Resurrectionist” – Clásico tema electrónico con estribillo pegadizo a cargo de los teclados. No llegaba al nivel de excelencia de otras canciones del dúo en la misma linea pero seguía siendo un buen corte.

“Girls Don’t Cry” – Delicada balada de esas con las que de vez en cuando nos sorprenden los miembros del grupo. Mantiene en cierto modo el mismo equilibrio en en single que en LP (en “Fundamental” había tantas baladas como ritmos bailables).

El segundo single del disfo fue “Minimal” para el que se adaptaron tres canciones más:

“In Private” – Originalmente fue una canción compuesta para Dusty Springfield, quien la cantó en 1989 junto con otras canciones escritas para ella por el dúo. Alrededor de 2003, Elton John se puso en contacto con Pet Shop Boys para grabar algo junto y rescataron éste viejo tema. Otras canciones grabadas en las mismas sesiones esperan aún su turno para ver la luz.

“Blue on Blue” – Otra demo publicada aquí sin arreglos posteriores. Con un sabor muy setentero (ambos músicos citan a Giorgio Moroder como influencia a la hora de grabar la canción), y tono reivindicativo, se trata de otra de las canciones anti belicistas que escribieron en la época. Sin duda, otra de nuestras caras B favoritas.


“No Time for Tears” – Canción pertenciente a otro proyecto de Tennant y Lowe como era la nueva banda sonora del clásico “El Acorazado Potemkin”. A pesar de que la obra era casi en su totalidad, instrumenta, contenía alguna canción que el dúo no quiso dejar sin rescatar para la ocasión.

El tercer single de “Fundamental” fue la balada “Numb” que vino acompañada en su versión en disco pequeño de otras dos canciones:

“Bright Young Things” – Canción escrita para los créditos finales de la película del mismo título de Stephen Fry y que finalmente fue descartada del montaje definitivo.

“Party Song” – La que nos parece otra de las mejores canciones de la recopilación, nace como el intento de escribir un tema pegadizo que sirviera como lanzamiento de un hipotético recopilatorio. Elton John sugirió a los miembros del grupo que hicieran una versión del “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana, con la idea de reeditar el éxito del antiguo recopilatorio “Discography” que contaba como gancho con la revisión del “Where the Streets Have No Name” de U2 en un delirante medley con el estandar “Can’t Take My Eyes of You”. La idea de versionar a Kurt Cobain fue descartada pero la canción que la reemplazó, un vigoroso canto de optimismo con las dosis justas de cinismo marca de la casa, cumple con creces.

El último LP de estudio hasta la fecha publicado por Pet Shop Boys fue el ya comentado en el blog, “Yes”. Se extrajeron dos singles del album: “Love, Etc.” y “Did You See Me Coming?”, el primero de los cuales estaba acompañado de dos nuevas canciones:

“We’re all Criminals Now” – Continúa con la linea de crítica política que ya escuchamos en canciones como “Integral” del LP “Fundamental”. En esta ocasión, haciendo referencia al estado de histeria colectiva provocado por el terrorismo y sus consecuencias materializadas en el asesinado por parte de la policia del joven brasileño Jean Charles de Menezes en el transporte público londinense.

“Jin and Jag” – Continuando con la linea de canciones de temática social, tenemos esta basada en la historia real de una mujer que está a punto de ser violada y asesinada en una cita con alguien a quien conoció por internet días antes.

El último de los singles cuyas caras B recoge “Format” es el ya citado “Did You See Me Coming?” y contenía tres canciones nuevas:

“After the Event” – Sin salirse del tono amargo de los anteriores temas comentados, la canción habla del estado de shock y el aprovechamiento que hacen de ello los medios de comunicación cuando muere algún famoso, preferentemente si hay alguna circunstancia más o menos sórdida alrededor del fallecimiento. Con todo, es una gran canción de las que justifica la aparición de recopilatorios de este tipo.


“The Former Enfant Terrible” – Ácida crítica del rebelde que acaba en un despacho como un trajeado ejecutivo o del hippie que termina dirigiendo una oficina bancaria. Según Neil Tennant, está inspirada en Mick Jagger que transitó desde el rebelde satánico de los sesenta hasta convertirse en orgulloso poseedor de un título nobiliario. La canción está vestida con un interesante traje electrónico más cercano a lo que Pet Shop Boys suelen incluir en su serie “Disco”.

“Up and Down” – En el mismo tono electro del corte anterior se encuadra la última canción del disco que nos despide con un ligero repunte optimista en contraste con el tono amargo de los cortes inmediatamente anteriores.



Neil Tennant y Chris Lowe preparados para ir a Ascot.

Cuando repasamos el tipo de artistas que suelen aparecer en el blog, nos sentimos tentados de incluir a Pet Shop Boys en la categoría de nuestros "placeres culpables" y es que el pop parece estar un escalon por debajo de otros géneros y carecer de la supuesta dignidad y respetabilidad de estilos más "serios". Nos gusta pensar que esto no es así y que la música está por encima de este tipo de etiquetas. Es por ello que le damos este hueco a nuestro dúo favorito en el día de hoy. Sabemos que muchos de nuestros lectores tienen también al dúo británico entre sus preferencias y este nuevo lanzamiento, aunque sea una recopilación, merecía aparecer por aquí. Como de costumbre, os dejamos un par de enlaces por si os animais a haceros con "Format":

amazon.es

fnac.es


Nos despedimos con la versión que Robbie Williams hizo de "We're the Pet Shop Boys" acompañado del dúo: