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miércoles, 2 de abril de 2014

Rene Aubry - Plaisirs D'Amour (1998)



Ha quedado ya muy atrás la primera (y única) entrada que le dedicamos al compositor e intérprete francés Rene Aubry, lo que se nos antoja un error que queremos paliar revisando el disco con el que le conocimos hace ya muchos años, cuando internet empezaba a ser popular pero el ancho de banda aún no daba para descargar discos completos. En viejas listas de correo y gracias a un amigo checo (saludos desde aquí, Jan) tuvimos las primeras noticias acerca de este músico dedicado al teatro y al ballet principalmente pero que también sacaba tiempo de vez en cuando para grabar algún disco y, más recientemente, para ofrecer conciertos.

La música de Aubry comparte ciertas características con la de otros compatriotas suyos como Yann Tiersen o Jean Philippe Goude pero más que un cierto sentido de “escuela”, que no parece existir en este caso, quizá tengamos que buscar una influencia común a los tres. No hay que rebuscar mucho para encontrarla en el minimalismo más melódico: aquel que representan Wim Mertens, Michael Nyman y la versión más reciente de Philip Glass. En el caso de Rene Aubry, la admiración por Glass es declarada aunque la amplía citando a otros dos grandes en campos diferentes: Leonard Cohen y Manos Hadjidakis. Aunque el instrumento favorito del músico francés es la guitarra, algo que se nota en todos sus trabajos, utiliza un amplio número de instrumentos acústicos y electrónicos en sus discos con los que consigue un sonido cálido, evocador y de un evidente sabor mediterráneo en muchas ocasiones.

“Plaisirs D’Amour” es uno de sus primeros discos que nacen como tales, desligados de su trabajo para la escena y está compuesto por 13 canciones sin palabras, como reza en el subtítulo del mismo, incluyendo una versión de George Brassens. Aubry toca guitarras, armónica, percusiones, teclados y se encarga de las programaciones electrónicas además de cantar en algún pasaje. Se hace acompañar, además, en algunos temas por Christophe Guiot (violin), Bruno Fontaine (piano), Thierry Caens (trompeta), Bertrand Auger (saxo soprano) y Nathalie Junker (voz). El encargado de darle forma final al sonido del disco fue, ni más ni menos que Michel Geiss, mano derecha de Jean Michel Jarre en los años más creativos de su carrera.

Rene Aubry.

“Salento” – Una simple melodía de guitarra abre el disco de un modo encantador. El título alude a la comarca que ocupa el lugar del “tacón de la bota” de la Península Itálica lo cual nos dice mucho sobre el aire y el tipo de música que vamos a escuchar: melodías frescas y alegres en las que el violín es el principal acompañante de la guitarra. La composición tiene dos partes, una primera más clasicista y una segunda de tono folclórico y ritmo cercano a la rumba que quizá recuerde a algún oyente a los primeros discos del griego Chris Spheeris.

“Trou de Memorie” – Continúa un disco con un giro hacia una melancolía que tiene mucho que ver con Satie y con algún músico más actual como Roger Eno. Piano, guitarra, armónica, percusiones y sintetizadores se combinan en una delicada mezcla en la que creemos escuchar varias maderas (oboes, clarinetes...) aunque no aparecen acreditadas.

“Zig Zag” – La guitarra marca el ritmo desde el principio de una composición fantástica en la que apreciamos influencias minimalistas y un claro parentesco con el anteriormente citado Jean Philippe Goude, otro de los músicos franceses a los que admiramos en el blog. Quizá sea esta una de nuestras composiciones favoritas del disco y eso es decir mucho dada la calidad del mismo.

“Fil de Verre” – Volvemos a los ambientes impresionistas en este diálogo entre el piano de Bruno Fontaine y las guitarras de Aubry. No hace falta mucho más para dibujar paisajes que dejan huella. Una especie de retrato de un Philip Glass íntimo disfrutando de una copa de vino en la campiña francesa y respirando la brisa del verano. Simple y bello a partes iguales.

“Le Vent” – La única canción de todo el disco es una versión de un clásico de George Brassens. Palabras mayores pero Aubry sale más que airoso del reto llevando a su terreno una canción encantadora. El resultado sorprende porque mantiene la esencia de autor e intérprete intactas, algo nada fácil de conseguir y en lo que fracasan habitualmente muchos de los que se atreven a interpretar la obra de otros.

“Sirtaki a Helsinki” – El título puede llevarnos a engaño puesto que la pieza dista mucho de ser un “sirtaki” convencional y más aún de la música nórdica. Ciertamente suena como una danza animada en el comienzo pero no es hasta su segunda parte cuando adopta formas que nos llevan, ahora sí, a los ritmos inventados por Thodorakis para el inmortal Zorba de Anthony Quinn.

“Demi Lune” – Los orígenes tiran mucho y si hay un lugar en el que un músico francés de las características de Aubry se puede sentir cómodo es en el impresionismo de sus antecesores Satie, Ravel o Debussy. Algo de eso hay en este pequeño nocturno para piano y guitarra con toques minimalistas en el que volvemos a disfrutar de Bruno Fontaine y del violín de Christophe Guiot.



“Scirocco” – De vuelta a las guitarras acústicas, Aubry se introduce de lleno en la música repetitiva combinándola con ritmos de aire latino. Quizá sea la pieza del disco en se pone de manifiesto con mayor claridad su virtuosismo como intérprete. Por ello creemos que se nos hace tan corta: nos deja con ganas de mucho más.

“Prima Donna” – Curiosamente aquí sí que encontramos más fácilmente la relación con un ritmo como el “sirtaki”. Estamos ante la pieza más desenfadada del disco, con una música viva en la que trompetas, guitarras, acordeones etc. se combinan para hacernos disfrutar de una danza que tiene mucho de teatral, lo que nos recuerda de dónde viene el músico.

“Lungomare” – De nuevo viajamos al sur de Italia, en concreto hasta Lungomare de Soverato, en la “suela de la bota”. Basandose en un ritmo característico de la región, Aubry compone una canción deliciosa en cuyos últimos instantes se permite tararear la melodía principal. Ignoramos qué opinará un italiano de la zona de los devaneos de Aubry con sus músicas pero a nuestros oídos suena extraordinariamente fresco.

“La Petite Cascade” – Toma el compositor de nuevo su guitarra para regalarnos una composición magnífica que nos recuerda a otros maestros de las seis cuerdas en estos tipos de música como Michael Hedges o William Ackerman. Una verdadera preciosidad que, como parece sugerir el título de ambas piezas, actúa como preludio de la siguiente.

“La Grande Cascade” – Se incrementa el ritmo de la música y escuchamos una segunda guitarra apoyando al piano para dibujar la melodía principal que no terminaba de despegar en la primera parte de la pieza. Si de un disco como este existiera la posibilidad de extraer un single para su promoción, probablemente habría sido esta pieza por lo definido de su melodía, mucho más directa que en cualquiera de las otras composiciones del trabajo.



“Flow” – El tema que cierra el disco se titula “Flow” como podría haberse titulado “homenaje a Simon Jeffes” por ejemplo. Encierra en sus cuatro minutos una música maravillosa que tiene todas las características de las obras del fallecido músico inglés para su inmortal Penguin Cafe Orchestra lo cual es mucho decir. No podría haber escogido Aubry un final más adecuado para un disco magnífico. Una debilidad personal de quienes aquí escriben que no podía faltar en el blog.


Sentimos mucha envidia cuando echamos un ojo al otro lado de los Pirineos y vemos la gran cantidad de artistas de gran nivel que pululan por el país vecino. No dudamos que un talento similar exista en España pero creemos notar que tiene muchas más trabas para desarrollarse y darse a conocer que en el caso francés. Sea como fuere, lo interesante es poder disfrutar de estas y todas las músicas que están ahí, esperando a ser descubiertas. Si estáis interesados en adquirir el disco que hoy hemos comentado, lo podéis hacer en los siguientes enlaces:

amazon.es

fnac.com


Os dejamos con una versión de "Salento" en directo:


 

martes, 15 de mayo de 2012

Jean Philippe Goude - La Divine Nature des Choses (1996)



Nos despedimos por ahora de Jean Philippe Goude, excelente músico francés que ha ocupado las últimas entradas de La Voz de los Vientos y lo hacemos con su trabajo de 1996, “La Divine Nature des Choses”, situado cronológicamente justo a continuación del anterior “Ainsi de Nous”. Quizá fuera la buena acogida de ese disco la que hizo a Jean Philippe tomar la decisión de formar una banda estable con la que trabajar en lo sucesivo. Sea como fuere, la mayor parte de los músicos que participaron en “Ainsi de Nous” pasaron a formar parte del nuevo Ensemble Jean Philippe Goude a partir de este momento quedando éste integrado por Bertrand Auger (clarinetes), Amaury Wallez (fagot), Dominique Pifarely (violin), Christophe Guiot (violin), Vincent Courtois (cello), Benoit Dunoyer de Segonzac (contrabajo), Bruno Fontaine (piano) y el propio Jean Philippe (armonio y sintetizadores). El hecho de que Goude pase a trabajar de modo estable con una formación tan amplia no quiere decir que su música vaya a trasladarse hacia un sonido más exuberante; al contrario, la mayor parte de las composiciones son para unos pocos intérpretes y son contados los casos en los que toda la banda participa en una misma pieza. Además de eso, cuando es necesario, Goude recurre a intrumentistas invitados que le dan una dimensión distinta a su sonido y este disco es un buen ejemplo de lo que decimos al contar con algunos timbres realmente nuevos en la música del compositor francés.

Goude y su Ensemble en acción


“Tristessa” – Qué mejor forma de ilustrar la afirmación anterior que el tema inicial del disco que se abre con la particular sonoridad del órgano de cristal, intrepretado por Michel Deneuve y una serie de percusiones sampleadas a cargo de Bashiri Johnson. Con esta base tan simple, el piano va dejando una serie de notas aquí y allá con las que se elabora una pieza muy ambiental y alejada de las estéticas a las que nos tenía acostumbrado el músico. Incluso un instrumento como el clarinete bajo es empleado de un modo poco convencional haciendo las veces de didjeridoo con su sonido grave de fondo en ciertos momentos.

“Total Balthazar” – Sin embargo, el peculiar estilo de Goude no podía seguir escondido por más tiempo y la segunda pieza del disco es ya un ejemplo inconfundible de la forma de hacer música del compositor. Con las aportaciones de Bruno Ribera (flauta), Hervé Cavelier (violín), Marc Chantereau (xilofono) como músicos invitados, escuchamos una de esas vibrantes danzas plenas de ritmo e inspiración, tan habituales cuando hablamos de Goude.


 

“La Divine nature des choses” – El tema que dá título al disco, por el contrario, regresa a los sonidos más raros con un extraño repicar continuo de algún tipo de percusión electrónica a partir del cual entra un triste fondo a cargo del sexteto de cellos formado por Laurence Allalah, Pascale Michaka, Franck Choukroun, Jean-Charles Capon,  Pascale Jaupard y Vincent Courtois. El piano, con sus notas dispersas no hace sino añadir elementos inquietantes una la partitura profundamente inquietante.

“Allegria” – Como si quisiera continuar con la serie, Goude nos vuelve a transportar a su universo característico con juegos entre las maderas, violines jazzisticos y ambientes casi circenses.

"Cellui au cœur vestu de noir" - La corta duración de la mayoría de las composiciones de Goude parece estar reñida con desarrollos progresivos en las melodías pero en esta ocasión podemos comprobar como a partir de muy pocos elementos (clarinete y fagot, un violín de vez en cuando) se va creando poco a poco una melodía más grande con la continua incorporación de nuevos intrumentos. La pieza va ganando en intensidad hasta recordarnos a alguno de los mejores momentos de Michael Nyman en sus bandas sonoras para las películas de Peter Greenaway.


"Laisse-moi mourir de froid" - Con un mayor peso de los sonidos electrónicos del habitual en Goude y la aportación de tres cellistas de refuerzo (Laurence Allalah, Pascale Michaka, Franck Choukroun) y el corno ingles de Christophe Grindel, que lleva el peso de la melodía principal, tenemos otro tema pausado y meditativo que parece ser ya, a estas alturas, la gran novedad en cuanto al estilo del disco.

"Je suis chose légère" - En rápido contraste Goude vuelve a su Ensemble, sin aditivos de ninguna clase con una pieza trepidante al comienzo, casi humorística en su parte central y muy optimista.

"Musique pour une placette la nuit" - Un sonido tan ajeno a la música de Goude como es el del xilófono de Marc Chantereau (xilofono) es el que protagoniza la siguiente composición junto con el hermoso timbre de la viola da gamba interpretada por Yuka Saito. Este contraste entre un sonido tan característico de la música antigua y la percusión tan propia de muchas corrientes contemporaneas como el minimalismo de Steve Reich, se desarrolla en presencia del clarinete de Dominique Vidal que actúa como pegamento en la improbable mezcla con gran acierto.

"Fièvre & industrie" - Llegamos a uno de los cortes más extraños del disco, con algunas referencias vanguardistas en la linea de un John Cage y multitud de sonidos (especialmente percusiones) que no acaban de encontrar su sitio. Puro caos y delirio.

"Léger et disposé" - No deja de asombrarnos la interminable cantidad de melodías y recursos de los que parece disponer Goude cuando se mueve en los registros en los que parece más cómodo que son los que nos recuerdan los ambientes del París de las películas (algo que también le ocurre a su compatriota Tiersen). Y si hablamos de París, tiene que haber un acordeón por alguna parte y en esta ocasión es el de Jean-Louis Matinier. Si además de la capital del Sena, añadimos a la mezcla un poco de Nueva Orleans, entenderemos mejor por dónde se mueve esta composición.

"Ferveur" - Lo que comienza como un triste duo entre el piano y el cello, va ganando en intensidad con la llegada del clarinete. Alain Ranval aparece acreditado en el disco a la guitarra eléctrica pero su participación es testimonial y se limita a algunos sonidos en segundo plano.

"OST" - Regresamos con el siguiente tema a los esquemas más cercano a lo que llamaremos, con intención de ser más facilmente entendidos, un minimalismo europeo: melodías repetitivas pero directas, ritmos muy cambiantes y una accesibilidad mayor que la de los colegas del otro lado del charco. Eric Lamberger (clarinete bajo) y Serge Krychewsky (corno inglés) son los músicos invitados.

"Et puis tout oublier" - La que es nuestra composición favorita del disco aprovecha toda la paleta sonora del Ensemble Jean Philippe Goude, efectos electrónicos incluídos. Se trata de una melodía escueta que va y viene sin cesar, unas veces de forma rápida a cargo de los vientos, más tarde de modo reposado por parte del violín y el piano y siempre de forma brillante.

"La divine nature des choses (reprise)" - Como anticipando el cercano final del disco, volvemos al tema principal del mismo y para ello regresa el quinteto de cellos que aparecía en la versión anterior de la pieza. Si sois seguidores de la música de Wim Mertens, este tema os recordará, por fuerza, a “Whisper Me” del disco “Maximizing the Audience” del que ya hablamos por aquí tiempo atrás.

"Fugace…" - Goude recurre para cerrar el disco a un truco tan viejo como habitual en determinado género musical cual es el sonido del viento como fondo sobre el que desarrollar una leve melodía de piano. La particular sonoridad de ambos elementos combinados nos remite de forma inevitable a Harold Budd (y también a Erik Satie) y a otro disco recientemente reseñado aquí como es “The Pearl” editado junto a Brian Eno. Esta pieza en concreto, habría encajado como un guante en aquel disco.

Hay mucho que hablar de un músico como Jean Philippe Goude y por eso hemos creído conveniente dedicarle estas tres entradas consecutivas. Faltan algunos discos suyos por comentar y seguramente lo haremos más adelante. Desde que tuvimos la suerte de conocer su música, se ha convertido en uno de nuestros compositores predilectos y sólo le podemos recriminar lo espaciado de sus discos. Como siempre, os dejamos algunos enlaces para adquirir “La Divine Nature de Choses”, sólo o en un pack junto a “Rock de Chambre”, magnífico trabajo que comentamos tiempo atrás.

amazon.es: La Divine Nature des Choses

amazon.es: La Divine Nature des Choses / Rock de Chambre


Podeis ver un extracto del espectáculo "Rock de Chambre" del músico a continuación. En él suena el tema central del disco que hoy os hemos recomendado:

domingo, 13 de mayo de 2012

Jean Philippe Goude - Ainsi de Nous (1994)


Ya se ha comentado aquí muy por encima la trayectoria de Jean Philippe Goude como músico desde sus comienzos hasta su ingreso en Weidorje, magnífica banda progresiva surgida como un “spin-off” de Magma. Desgraciadamente, el grupo sólo publicó un disco aunque se grabó material para un segundo que nunca vio la luz. A partir de 1979, Goude dividió su actividad en varios frentes: lanzó un primer disco en solitario de corte electrónico / progresivo con toques de jazz bajo el título de “Drones” y comenzó sus colaboraciones con distintos músicos franceses, fundamentalmente con “Odeurs” y Renaud Sechan (más conocido como Renaud, a secas). Los primeros eran un dúo de los que se suele decir que son inclasificables por la mezcla de punk, rock, comedia y un tono paródico general en su música que hacía imposible tomarselos muy en serio. Renaud, en cambio, es un cantautor realmente popular en Francia. Con él colaboró en cinco discos tras los cuales hizo un alto en su carrera para replantearsela por completo. Hoy sabemos que en aquella época decidió vender todos sus sintetizadores y quedarse sólo con su piano, instrumento con el que se iba a dedicar a componer toda su música a partir de entonces.

Así, en 1986, el rastro de Goude se pierde casi por completo, al dedicarse principalmente a comoponer músicas para cine y televisión, faceta en la que atesora un gran número de galardones en todo ese periodo. Todas las experiencias adquiridas en ese campo, así como en la música para teatro, hacen que el músico vuelva a pensar en grabar sus obras y en buscarles una salida comercial. Finalmente, en 1992 ve la luz el primer trabajo del nuevo Jean Philippe Goude bajo el título de “De Anima” en el que escuchamos una colección de piezas de música que se ha dado en llamar neoclásica y que marcan el nuevo estilo del compositor. Apenas dos años después, y reafirmandose en esa linea, aparece el disco del que hablamos hoy. Goude se rodea de una serie de músicos de formación clásica para interpretar todas las piezas, de las cuales, varias fueron creadas para distintos programas de televisión, aunque la mayoría están escritas para el disco.


Imagen del músico en la época en la que se grabó el disco.



“Sic Transit Gloria Mundi” – La primera composición del disco fue concebida como sintonía del programa de Antenne 2 “Tranche de cake”. Interpretada, como todo el disco, por una pequeña formación de cámara integrada para la pieza por Bertrand Auger (clarinete), Amaury Wallez (fagot), Pierre Blanchard (violin) y Renaud Garcia-Fons (contrabajo). Es una composición muy rítmica con un bonito aire jazzistico, especialmente en las partes de violín “a la Grapelli”.

“Spero Lucem” – Intoducida por unas suaves notas de piano, encontramos una preciosa melodía de clarinete que de inmediato encuentra réplica en el violín. Se trata de una pieza muy “francesa” en la que no es difícil encontrar trazas de Maurice Ravel. La interpretación corre por cuenta de Bernard Auger (clarinete), Christophe Guiot (violin), Philippe Cherond (cello) y Bruno Fontaine (piano).

“Haute-Danse” – Bernard Auger (clarinete), Christophe Guiot (violin), Philippe Cherond (cello), Renaud Garcia-Fons (contrabajo) y Bruno Fontaine (piano)  interpretan la primera de una serie de cuatro piezas encuadradas bajo el título de “Cuatro Danzas” por el autor. En ella encontramos elementos minimalistas que se desarrollan en buena parte de la pieza sobre un bajo continuo de inspiración barroca. Una característica de la música de Goude, especialmente patente en temas como este, es la capacidad para saltar de un estilo a otro casi con cada cambio de compás.

“L’Échappée” – La segunda danza nace como sintonía de la serie documental de France3 “Un Siècle d’écrivain”. Se trata de una de las piezas con una orquestación más rica de todo el album. Como corresponde a una sintonía, es una melodía muy directa, de aire muy alegre y ritmo vivo, casi infantil por momentos. Como curiosidad, mencionar que es uno de los pocos temas del disco en los que Goude toma parte como intérprete. Los músicos que participan en el mismo son: Dominique Vidal (clarinete), Amaury Wallez (fagot), Christophe Guiot (violin), Philippe Cherond (cello), Renaud Garcia-Fons (contrabajo), Jean Philippe Goude (armonio) y Bruno Fontaine (piano).

“La Lurette” – Continuamos con otra pieza que empezó su andadura como sintonía televisiva, en este caso del programa “À voix nue”, de France-Culture. La parte melódica queda reservada para el clarinete con fagot y contrabajo aportando la parte rítmica y el violín revoloteando por aquí y por allá. En la segunda mitad de la pieza volvemos a los esquemas barrocos, casi contrapuntísticos antes de retomar la melodía inicial. Bertrand Auger (clarinete), Amaury Wallez (fagot), Christophe Guiot (violin) y Renaud Garcia-Fons (contrabajo) son los músicos encargados de dar vida a las notas de Goude para la ocasión.

“Se Départir” – Llegamos a la última de las cuatro danzas de este tramo del disco con una de las mejores piezas del disco: un corte en el que un minimalismo entendido a la manera de un Wim Mertens, por ejemplo, se da la mano con los músicos callejeros de las orillas del Sena. La formación, bastante amplia para lo que acostumbramos a encontrar en el disco la integran : Dominique Vidal (clarinete), Amaury Wallez (fagot), Christophe Guiot (violin), Philippe Cherond (cello), Renaud Garcia-Fons (contrabajo), Jean Philippe Goude (armonio), Jean Louis Matinier (acordeón) y Bruno Fontaine (piano).

“Ainsi de Nous / Melancholia” – Tras las danzas anteriores en las que predomina la alegría, llegamos a un tema profundamente melancólico, concebido como un duo de clarinete y cello con un acompañamiento muy tenue del piano. Se trata de una composición muy diferente de todo lo que habíamos escuchado hasta ahora en el disco pero igualmente interesante. Dominique Vidal (clarinete), Philippe Cherond (cello), Jean Philippe Goude (armonio) y Bruno Fontaine (piano) son los intérpretes.




“Pastorale” – Un dueto de piano y violín (primero en pizzicatto y luego a la manera más tradicional abre la pieza que fue sintonía de “Un livre des livres” de France2. Enseguida sufre un cambio ritmo lleno de energía y comandado por el piano (de nuevo Mertens y también Nyman andan cerca). El duo formado por Christophe Guiot (violin) y Bruno Fontaine (piano) son los encargados de la intepretación.

“Ainsi de Nous / Attente” – La segunda parte del tema que da título al disco contrasta profundamente con la anterior. Un repetitivo ritmo de piano, muy vivo, se escucha durante toda la pieza (atenuado en algunos momentos, protagonista principal en otros) en el más puro estilo de Steve Reich. El contrabajo aparece como el mejor aliado a la hora de marcar el ritmo y son las maderas las que se encargan de la parte melódica. Los intérpretes son Dominique Vidal (clarinete), Amaury Wallez (fagot), Christophe Guiot (violin), Renaud Garcia-Fons (contrabajo), Jean Philippe Goude (armonio) y Bruno Fontaine (piano).

“Une Éternelle Nuit” – Quizá no esperabamos a estas alturas la aparición de temas cantados pero está claro que nos equivocabamos. Como en cualquier lied del XIX, es el piano el que abre la pieza de un modo que sería fácil confundirlo con cualquier pieza de Philip Glass para ese instrumento. Hervé Lamy es el cantante en su registro de contratenor, interpretando un poema de Joachim du Bellay, titulado “Les Regrets”. El resto de intérpretes son Dominique Vidal (clarinete), Amaury Wallez (fagot) y Bruno Fontaine (piano).

“Post Tenebras” – Acercandonos a la conclusión, volvemos a encontrar al Goude más característico en el estilo que más nos gusta, mezclando con una naturalidad asombrosa todos los intrumentos de modo que ahora el saxo pone el ritmo para que el violín interprete el comienzo de una melodía que termina el clarinete mientras el propio violín ha pasado a marcar el ritmo en una suerte de fiesta continua y de intercambio constante de papeles entre los músicos. Bertrand Auger (saxo soprano), Dominique Vidal (clarinete), Christophe Guiot (violin) Hervé Lavandier (piano) y Renaud Garcia-Fons (contrabajo) son los elegidos para desarrollar la composición en esta ocasión.

“Picarde” – El cierre del disco lo pone una deliciosa miniatura escrita para cuarteto de clarinetes interpretados todos ellos por Betrand Auger. Como todas las piezas del disco, escrito en un momento de gran inspiración, no tiene desperdicio alguno y supone un brillante colofón a una preciosa colección de músicas que no podemos dejar de recomendar a cualquier melómano con una cierta curiosidad.

Descubimos a Jean Philippe Goude relativamente tarde, hará unos 10 años. En aquel momento, no teníamos ni idea de su carrera como músico de rock, ni habíamos oído, por supuesto, ninguno de sus trabajos para la televisión francesa. Como ya habreis visto por la trayectoria del blog, la música minimalista americana y sus derivados europeos (Mertens, Nyman, Tiersen) son habituales de estas páginas. Podeis imaginar el shock que supuso para nosotros el descubrimiento de un nuevo artista tan brillante y a la vez tan distinto de todos los citados, dentro de este estilo. Cuando se habla de los efectos perniciosos de internet para la música se suelen omitir este tipo de cosas. Jamás habriamos llegado a la música de Goude (o de Rene Aubry, o de Simeon Ten Holt) de no haber recibido la recomendación de un buen amigo checo años atrás. Probablemente él tampoco habría llegado a escuchar a músicos como Rodrigo Leao y Joan Valent si en aquel entonces no le hubieramos hecho llegar su obra.

El disco que hoy hemos comentado no es fácil de encontrar en su edición original pero sí como parte de una caja en la que se acompaña del anterior lanzamiento de Goude, “De Anima”, editada hace tres años. Os dejamos algún enlace para adquirirla si estais interesados:

En edición normal:
amazon.es

Y doble junto con "De Anima":
amazon.es

Os dejamos con un par de temas: "Sic Transit Gloria Mundi" y "Haute Danse"