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sábado, 23 de julio de 2011
Wim Mertens - Motives for Writing (1989)
Probablemente, "Motives for Writing" sea uno de los discos más infravalorados de Wim Mertens. Cuando uno piensa en la trayectoria del belga, nos vienen a la cabeza grandes títulos, algunos de los cuales ya han aparecido por aquí. Sólo tras un repaso más concienzudo a su discografía, algunos aficionados mencionarán este trabajo.
Sin embargo, creemos que es una de sus obras más destacadas y la que, en cierto modo, cierra una primera etapa en su trayectoria en la que ha conseguido hacerse un nombre en el ámbito europeo y comienza a abrirse paso en Estados Unidos con un par de recopilatorios en el sello Windham Hill. En cierto modo, "Motives for Writing" es un paso adelante de Mertens hacia una música mucho más experimental y arriesgada si cabe (de hecho, es el último trabajo antes de "Alle Dinghe", primero de sus ciclos dedicados a formatos musicales realmente inusuales y difíciles de asimilar a la primera).
La formación que interpreta la obra es bastante particular. Nos encontramos el piano y la voz habituales de Mertens que interpreta también el piano eléctrico, el cello de Lieven Van de Walle y el contrabajo de Etienne Siebens. Lo demás es una sección de viento de ocho músicos más: Jef Coolen (trompeta), Dirk Descheemaeker (clarinete, saxo soprano), Marc Grauwels (flauta piccolo), Eric Mertens (flauta piccolo), Geert Steen (tuba), Eddy Verdonck (trombón) y Luk Verdonck (fagot).Cierra el listado la percusión de Marc Bonne.
El disco sorprende desde el primer tema, la breve "Watch!", pieza intensa y muy rítmica con cierto aire circense. De las restantes cinco composiciones, tres son de larga duración, de corte vanguardista y difícil asimilación en una primera escucha pero que con el tiempo resultan deliciosas. Las otras dos son auténticas maravillas. La que abre la cara B del vinilo es la titulada "No Testament" y podemos afirmar que es una de las mejores composiciones de Mertens en toda su trayectoria. Comienza con una repetitiva secuencia de cello, contrabajo y maderas a las que pronto se incorporan el resto de los vientos y la percusión... ¡pero qué percusión! Cuesta encontrar una pieza en la que la parte percusiva sea tan majestuosa hasta el punto de casi convertirse en el eje de toda la composición. Sólo la exhibición de facultades de Mertens y su conjunto en "No Testament" justificaría todo el disco pero aún falta la pieza que cierra el trabajo, "The Whole", igualmente magnífica en sus poco más de tres minutos.
Mertens nos muestra un nuevo modo de escribir en este disco más personal que nunca y que estamos seguros de que os gustará, y más teniendo en cuenta que hablamos de uno de los músicos con mejor acogida por vuestra parte de los que han ido apareciendo en el blog.
Para comprar el disco:
fnac.es
play.com
Y un video con esa maravilla que es "No Testament":
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sábado, 11 de junio de 2011
Wim Mertens - Maximizing the Audience (1985)
Mertens es uno de los músicos de los que más hemos hablado en La Voz de los Vientos y lo seguirá siendo, precisamente, por trabajos como el que tratamos hoy. "Maximizing the Audience" apareció en 1985 como un doble LP y es un ejemplo heterogeneo de todas la versiones posibles de Mertens: el experimental, el lirico, el más rítmico y el hipnótico.
El disco lo integran cinco composiciones, cada una de las cuales implica a una formación instrumental totalmente distinta. Se abre el trabajo con "Circles", una larga composición, como casi todas las del album, para siete clarinetes y saxo soprano, todos ellos interpretados por Dirk Descheemaeker. La pieza es de una simplicidad absoluta en el comienzo: uno de los clarinetes toca dos notas y tras una pausa, otras dos distintas; un nuevo silencio y comienza a repetir el mismo ciclo. Tras varios compases, otro de los clarinetes se añade, intercalando algunas notas en los silencios del primero. El proceso se repite sucesivamente hasta crear una serie de sucesiones de notas ascendentes que forman la base sobre la que se desarrollará la melodía principal a cargo del saxo. La técnica compositiva acaba recordandonos a alguno de los trabajos de Steve Reich aunque sin llegar a ser lo mismo.
A continuación nos metemos de lleno en "Lir", magnífica composición para dos pianos, plena de inspiración y que nos muestra al mejor Mertens posible en el formato de piano sólo. El único pero que se le puede poner al tema, y no es baladí, es el gran parecido en muchos momentos con las partes de piano de la canción "Lettre a France", compuesta por Michel Polnareff en 1977.
Afortunadamente, el mal regusto que nos puede quedar si no conocíamos la canción de Polnareff y la escuchamos por primera vez tras disfrutar de la de Mertens, se olvida pronto cuando oímos el tema que presta su título al disco. "Maximizing the Audience" es una de las mejores composiciones del belga en la que, además, podemos apreciar todos sus registros: el solemne comienzo de piano que nos lleva en un crescendo imparable a una explosión de ritmo dirigida desde los dos pianos de Mertens y Hans Francois apoyados en la sensacional percusión de Marc Bonne. Finalmente se van incorporando el resto de instrumentos como son el violín de Geoffrey Maingart, el saxo soprano del omnipresente Descheemaeker y las voces de Ine Van den Bergh y Valerie Koolemans-Beijnen hasta conformar una de las más recordadas obras de Mertens.
Prosigue el disco con una breve canción titulada "The Fosse" en la que se retoma el tema principal de "Lir" con el añadido de la voz de Minne Pauwels para llegar al corte que finaliza el disco. "Whisper Me" es la composición más "tradicional", si es que hay algo en este disco que pueda llevar ese calificativo. Originalmente compuesta para dos cellos, dos cornos franceses, piano y voz, la versión del disco está interpretada por Mertens (piano y voz), Monique Laperre (cello), Kris Van Severen (viola) y Andre Van Driessche (corno francés). Como ocurre en varias de las obras de Reich, la respiración de los intépretes de los vientos es la que marca el pausado ritmo de la pieza. Alrededor de ella, las cuerdas van trazando una serie de lineas repetitivas junto con la voz y es el piano el único que parece salirse del esquema trazando breves melodías aquí y allá a modo de improvisación.
Tras varios trabajos breves publicados anteriormente con un cierto éxito, podemos afirmar que éste fue el disco que dio a Mertens el empujón definitivo hacia un público más amplio, como ambicionaba a tenor del título del álbum. Su escucha es casi obligada para cualquier interesado en la obra del belga aunque, por las especiales características de algunas de las piezas que lo conforman, quizá no sea el mejor de los puntos de partida para el aficionado que esté dando sus primeros pasos en el universo de Mertens.
Si os decidís a adquirir el disco, reeditado recientemente, hay varias vías económicas:
play.com
fnac.es
Dedicamos esta entrada al amigo Umbopo, seguidor del blog y declarado admirador de esta obra de Mertens.
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